La ganadería como la búsqueda de la realización personal

Hace cuatro años, Adrián Pascasio decidió dejar su trabajo en una gestoría en Madrid y volver a la finca de su familia en la Jara para empezar una granja de cabras. A pesar de haber estudiado Administración y Dirección de Empresas, el ahora treinteañero explica que no se sentía “del todo” realizado con su trabajo en la ciudad, por lo que sintió que la solución era empezar desde cero en el campo.

Hace un año, y debido a las fuertes caídas en el precio de la leche, Pascasio complementó su aventura en el campo con la creación de una quesería. Este es un proyecto “más a largo plazo”, con el que fue reconocido con el premio del Jurado del concurso Generación Agro, impulsado por la cadena pública regional CMMedia y BBVA. “Tuvimos que acelerar su puesta en marcha, porque la caída de la leche la llevó de los 90 céntimos hasta los 50 en un par de años”, explica.

La transformación de la leche en queso le permite un margen más amplio de beneficio, lo que es necesario pues en la explotación y la quesería trabajan cuatro personas a su cargo. La finca está situada en los Montes de Toledo y se siente “muy vinculado a ella”, ya que ha estado en su familia en los últimos 15 años. El apoyo familiar ha sido fundamental para él, en especial su padre. “Sin su ayuda no lo hubiera conseguido”, asegura.

Aunque señala que no es “lo normal” que la gente vuelva al campo desde la ciudad. Y es que “de toda la vida” ha sentido que es esta la zona en la que se siente a gusto. “Es lo que siempre me ha gustado, el campo, la naturaleza”, explica. Por eso, admite que la carrera puede que haya sido un error en su camino profesional y fue esto lo que lo llevó a proponer a su familia la posibilidad de montar la explotación de cabras. “Tuve suerte porque me apoyaron en la idea”, explica.

Celebra el reconocimiento que le ha dado el premio Generación Agro, no sólo por la dotación que ha significado, sino por la publicidad que se le ha dado en su negocio en los medios como la televisión regional. “Todo lo que se ha dicho y escrito acerca de la quesería nos sirve para que la gente nos vaya conociendo, a menos por un tiempo”, afirma.

Aunque los quesos se venden, por el momento, sólo en España, no descarta llevarlos al extranjero y es algo en lo que está trabajando. Su rutina diaria en la quesería ha variado de la que tenía cuando trabajaba en la explotación, pero sigue empezando con la recogida de leche para que ésta cuaje, cuidando también la curación y el cepillado de los productos. Ahora, señala, el negocio se encuentra en la fase de distribución, tras aprender a hacer el queso.