El sindicato médico CESM exige medidas de protección durante la desescalada para no poner “de nuevo” en peligro a los sanitarios

El sindicato médico CESM de Castilla-La Mancha ha pedido que, durante la desescalada del confinamiento por la COVID-19 se adopten medidas para que no se ponga “de nuevo” en peligro la salud de los profesionales sanitarios. El sindicato señala que según la hoja de ruta común europea para el levantamiento de las medidas de contención de la COVID-19, uno de los criterios primordiales para la desescalada debe basarse en criterios científicos y dar prioridad a la salud pública

Asegura que también, en cumplimiento de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, se deben realizar las actualizaciones de las evaluaciones de riesgos, con los correspondientes informes y se debe informar y formar a todos los trabajadores.

El sindicato médico ha recordado que durante la desescalada por la pandemia se pretende que la Atención Primaria tenga un papel determinante y, en ese sentido, ha pedido al SESCAM que el trabajo se organice contando con los profesionales de cada centro, que deberán ser quienes organicen su agenda, y los circuitos asistenciales deben contar con una programación funcional que salvaguarde la salud de sus pacientes, la suya propia y la de sus familias.

Ha pedido asimismo que cada equipo adapte la organización del centro a sus características concretas y ha precisado que “en ningún caso se deberá volver, mientras dure la pandemia, a un exceso de consultas presenciales que pongan en riesgo a pacientes y profesionales”.

Se deben incrementar los recursos humanos de las plantillas de los Centros de Salud por encima de las actuales con la cobertura del 100 % de las bajas y ausencias con todos los recursos existentes, ha pedido el CESM. Los profesionales de Atención Primaria deberán contar a diario y garantizando su reposición con los medios adecuados de protección en aquellos casos en que sea imprescindible la atención directa de los usuarios, y para ello deben disponer de EPI que incluyan: guantes, mascarillas quirúrgicas, mascarillas FPP2/3, batas, protectores oculares o faciales, gorros, calzas.

Además, ha añadido el sindicato, que todos aquellos usuarios que acudan al centro de salud o consultorio deberán ser citados con un tiempo mínimo entre consulta que impida el acumulo de pacientes en la sala de espera.

“Debe haber un control de las agendas por el propio profesional, con un número limitado de consultas a demanda y presenciales, con tiempo suficiente (10- 12 minutos) y dejando tiempo para otras actividades como es la atención domiciliaria y la urgencia”, ha señalado el sindicato, que añade que las consultas de demanda deberán ser atendidas de forma telefónica previamente y el profesional decidirá qué tipo de asistencia prestarle.

Se debe facilitar a toda persona que acceda a los centros mascarillas y dotación de solución hidroalcoholica en la entrada y dispensadores en las salas de espera y deben instalarse mamparas de separación en las zonas administrativas y de urgencias y líneas de espera marcadas en el suelo.

El CESM considera que “se debe realizar un cribado a todos los profesionales sanitarios y mediante test de detección de la COVID-19 (PCR o pruebas análogas) con el objetivo de conocer y poder aislar a aquellos profesionales asintomáticos pero positivos y conocer la respuesta inmune”.

Debe seguir existiendo un circuito de respiratorio, con un triaje en todos los centros de salud o consultorios que lo puedan implantar para controlar el acceso y valorar las patologías urgentes, como también debe haber “vehículos exclusivos para la atención de pacientes con posible diagnóstico de Covid 19, y en todo caso todos los vehículos deben desinfectarse adecuadamente y las veces que sea necesario”.

En cuanto a la Atención Hospitalaria, el CESM ha pedido que en la consulta, cada jefe de servicio debe organizar sus agendas y la consulta debe ser telefónica y no presencial siempre que sea posible. Respecto a las programaciones quirúrgicas programadas, ha considerado “inadmisible que se inicie la cirugía programada sin un plan de contingencia adecuado que garantice la seguridad del paciente y del profesional”.

“Se deben testar mediante la realización de PCR a todo el personal sanitario que trabaje en quirófano. Así mismo debe realizarse la PCR a todo paciente que vaya a pasar por quirófano”, ha exigido el CESM, que añade que también en el caso de Atención Hospitalaria se debe dotar de los equipos adecuados de protección a todo el personal de quirófano y consultas en pruebas especiales. Y “se deben establecer los circuitos claramente definidos de limpio y sucio respecto a la COVID-19”, ha señalado.