‘Braindead’: parece que tener la mitad del cerebro no importa tanto

No hace falta hacer una tesis doctoral para saber que en estos últimos años la política no está en sus mejores tiempos. La inoperancia de los políticos españoles, el Brexit, la polaridad en las próximas elecciones estadounidenses, Donald Trump, la crisis de los refugiados o el descontento europeo, entre otros casos, han marcado una agenda internacional bastante movidita. Parece que el mundo se está volviendo loco o es que a los políticos les falta medio cerebro. Esto último es lo que tuvieron que pensar Michelle y Robert King, creadores de la gran y mítica ‘The Good Wife’, cuando decidieron crear ‘Braindead’. Un sátira política -muy delirante- sobre los estamentos públicos de EE.UU.

El matrimonio King ha dejado una de las series sobre abogacía más rompedoras, creativas y pegadas a la actualidad de los últimos tiempos: ‘The Good Wife’. La experiencia y éxito recogidos les ha dado suficientemente crédito para hacer una parodia satírica -muy, muy loca- sobre Washington DC. No más lejos de la realidad, los Estados de Unidos se enfrentan a unas de las elecciones más polarizadas, sobre todo, cuando por el lado republicano se encuentra Donald Trump y, por el demócrata, Hillary Clinton. Todo el proceso hasta convertirse en candidatos y la actual campaña para luchar por la Casa Blanca no ha estado exenta de polémica y excentricidad. Al final, votar lo menos malo se convierte en una realidad.

Un  pequeño meteorito llega en el peor momento posible a la capital de los Estados Unidos: en medio de un posible paro administrativo por el bloqueo presupuestario. Los moradores de esa extraña roca son unos pequeños alienígenas que intentarán hacerse con el cerebro de los políticos.

Laurel Healy (Mary Elizabeth Winstead) llega a Washington DC para trabajar junto a su hermano, el senador demócrata Luke Healy (Danny Pino), para ganar dinero que le permita sacar adelante su documental. Pronto descubre que detrás del bloqueo político que sufre Estados Unidos están unos pequeños extraterrestres que toman el control de la mitad del cerebro a miembros y personal del Congreso, provocándoles un comportamiento de lo más radical e irracional.

La historia que plantea ‘Braindead’ no está más lejos de la realidad política; de hecho, ‘Braindead’ juega con infinitas claves y referencias del panorama actual. En unos tiempos donde la política parece estar más loca que nunca. La serie plantea situaciones donde se supera a la misma realidad y aunque está basada en el sistema estadounidense se puede extrapolar a cualquier país.

‘Braindead’, tras superar el bache de sus dos primeros episodios, se convierte en una serie entretenida y divertida; aunque, al principio tenía mis dudas en cuanto a la mezcla de géneros, sin duda, logran una historia muy gamberra. Una sátira paródica con un evidente tono dramático pero en la que se mezcla comedia, thriller y extraterrestres. Lo sé. Algo muy loco pero que funciona muy, muy bien.

Sin duda, la ficción creada por el matrimonio King ha sido una de las sorpresas del verano. Con un tono delirante y refrescante que encierra un humor inteligentísimo y socarrón ligado a temas de vital importancia. Política en clave de humor donde la ficción supera la realidad.

El uso de medio cerebro provoca un comportamiento más radical haciendo que entre ellos no se ponga de acuerdo, incluso, entre los de su propio partido. No más lejos de la realidad; y si no que se lo digan al PSOE. Su apego a la actualidad es un extra pero, sobre todo, es su juego fabuloso con los clichés del género.

La joven y gran Mary Elizabeth Winstead es la protagonista de una serie a la que no le faltan personajes repletos de carisma y química; además, tiene reparto con mucho gancho: Aaron Tveit, Tony Shalhoub, Danny Pino o Nikki M. James, entre otros. Muchos de ellos aparecieron en ‘The Good Wife’.

No hay serie que haya conseguido dar un nivel más a los 'previously' -resumen del capítulo anterior- como lo ha hecho ‘Braindead’. Se han tomado bien en serio lo de divertir desde el segundo cero, algo que es de agradecer.

En conclusión, ‘Braindead’ es una ficción perfecta para los amantes de la política -y, no tan amantes- que quieran dar otro tono más ameno y delirante al panorama actual. De momento, no se sabe si se renovará por un segunda temporada -hay más papeletas para el no- pero, a su favor, cierra muy bien las tramas.