La milonga del paro registrado

Según el INE, desde enero de 2012 a diciembre de 2013, la cifra de paro registrado en nuestro país ha oscilado entre un mínimo de 4.599.829 en enero de 2012 y un máximo de 4.980.778 en enero de 2013, para bajar hasta los 4.701.338 en diciembre de este mismo año. O sea, que a lo largo de 2013, el paro registrado se ha reducido, según el Instituto, en un total de 279.440 parados. En Castilla-La Mancha, tal reducción se ha traducido en 10.226 parados menos a finales de 2013. Los gobiernos, tanto el nacional como el castellanomanchego, lanzan las campanas al vuelo, empequeñeciendo el último concierto de campanas celebrado en Toledo con motivo del IV centenario del Greco, y enarbolan tales cifras como muestra indiscutible del éxito de sus políticas de recortes.

Sin embargo, ¡ah, sin embargo!, tal reducción del paro registrado puede quedarse en solo aparente si consideramos otros datos, empezando por los que, según eldiario.es (17 de enero), el propio INE aporta con relación al número de extranjeros residentes en España, que en un año se ha reducido en 190.020 (sin contabilizar a quienes se han largado en 2013) y continuando por el número de españoles que, debido a la crisis, han emigrado hacia otros pagos en busca de la habichuelas; según El País (18 de enero), la cifra oficial de 225.000 puede llegar a multiplicarse por tres.

Así, en Castilla-La Mancha, si en enero de 2012 había un total de 2.121.888 residentes en la región, un año después (enero de 2013) había 21.000 menos, y a día de hoy no sabemos en cuánto habrá disminuido la cifra.

O sea, que la reducción del paro registrado no es más que otra de las milongas que Rajoy, (De) Cospedal y demás muchachada nos intentan colar a los españolitos de este lado de la pantalla. De modo que sus albricias por estar reduciendo el paro y por ser tan gallardonudos, en realidad no es sino nuestra desgracia por sufrir a unos gobernantes que, como fórmulas para solucionar el «drama del paro», que se les llena la boca cada vez que pronuncian estas dos malditas palabras, no alcanzan a utilizar otras que no sean la emigración de nuestros jóvenes y la vuelta de los inmigrantes a sus países.

Pero, eso sí, ya de paso, con un canto a la solidaridad de los españoles, aceleran el empobrecimiento de quienes trabajan (salarios más reducidos harán posible más contratos: ¡mentira!) y el enriquecimiento de los suyos. El último informe de Intermón Oxfam corrobora lo apuntado: las veinte personas más ricas de nuestro país ingresan unos 77.000 millones de euros, o sea, lo que no consigue el 20 % de los más pobres. Y otro dato más: los consejeros de las compañías del Ibex 35 se subieron el sueldo un 7,5 % en los seis primeros meses del 2013: ¿estarían también entre ellos José Mª Aznar y Felipe González?