La movilización social, cada vez más necesaria

Tienen toda la razón del mundo CC.OO. y UGT al llamar a los trabajadores y a la sociedad a movilizarse contra la carestía de la vida y en defensa del empleo digno y del poder adquisitivo de salarios y pensiones.

Razones y convocatoria que deben dar como resultado el que las calles de nuestras ciudades, tanto este domingo, como el día 22, se llenen de trabajadores, de pensionistas, de jóvenes, de ciudadanos para manifestar nuestro desacuerdo más radical contra las políticas regresivas que gobierno y patronal están imponiendo a la inmensa mayoría de la sociedad.

No se puede estar afirmando permanentemente que la recuperación económica es una realidad, si al tiempo las pensiones se incrementan tan solo el 0,25 por ciento -cuando los precios van por el 3 en media interanual-, fruto de una decisión unilateral e injusta de Rajoy y su partido, rompiendo así lo que hace mas de 20 años estableció el Pacto de Toledo de incrementarlas anualmente en un porcentaje igual al que subieran los precios. Incluso las mínimas estuvieron subiendo muy por encima del IPC.

El nuevo Parlamento aprobó por mayoría absoluta que las pensiones se han de incrementar en 2017 de acuerdo con el IPC previsto, pero Rajoy ha hecho caso omiso a tal acuerdo mayoritario, pasándoselo por el forro. Junto a ello los salarios de los empleados públicos -cerca de 2.500.000- llevan prácticamente congelados desde hace más de cinco años con pérdidas del poder adquisitivo superiores al 10 por ciento; y los de la inmensa mayoría de los trabajadores -salvo los de los altos ejecutivos-, acumulan pérdidas reales del 15 por ciento durante estos años, fruto tanto de las congelaciones salariales como del empeoramiento general de las condiciones de trabajo en lo que mucho tiene que ver la Reforma Laboral.

Pese a esta situación la CEOE se ha negado a pactar y firmar un acuerdo que permita ordenar el conjunto de la negociación colectiva al ofrecer incrementos salariales entre el 0 y el 1,50 % para este 2017 lo que supondría otra pérdida del poder adquisitivo de los salarios.

En línea con lo anterior la mayoría de las  patronales regionales y sectoriales -con alguna excepción- tienen bloqueada la negociación de los diferentes convenios colectivos, con afirmaciones tan peregrinas como que “la recuperación no se puede trasladar ni a los convenios ni a los salarios”. En Castilla-La Mancha existe abierta una negoción sobre el tema entre sindicatos y patronal que ojalá llegue a buen puerto, aunque sea muy escéptico sobre el tema.

Las movilizaciones de este domingo y del próximo día 22, aparte de justas, deben servir para obligar tanto al Gobierno como a la patronal, a sentarse a negociar un cambio de rumbo en la política económica que haga que la recuperación llegue de verdad a la inmensa mayoría de los trabajadores y  pensionistas. 

Mientras que salarios y pensiones no se recuperen de verdad, y el empleo no se incremente y este sea de calidad, se hablará de otra cosa, pero nunca de que la recuperación es real y efectiva.

No quiero despedirme hoy, sin una breve referencia a esa tremenda lacra de la violencia de género. Lo que estamos viendo estos días por todo el país y muy especialmente en Castilla-La Mancha es terrible, inaceptable. Efectivamente es necesario un gran Pacto de Estado contra la misma, que ponga todos los medios técnicos, políticos, legales, judiciales, policiales y económicos con el objetivo último de eliminarla.

Pero ello es insuficiente: hace falta también un gran pacto social y cultural que arranque desde la familia, desde la escuela donde el machismo sea repudiado públicamente. Todos tenemos la responsabilidad y la obligación de luchar contra esta lacra que asesina y mata a mujeres.