Recurren ante los Tribunales el Plan de la cuenca del Tajo
Como se recordará dicha aprobación se pospuso hasta que los niveles de los embalses de cabecera de Entrepeñas y Buendía estuvieron por debajo de los 900 hm3 para así dilatar cinco años la entrada en vigor de la reserva prevista de 400 hm3 no trasvasables, desde los 240 hm3 actuales, a un ritmo gradual de 32 hm3 anuales.La Plataforma ha venido manifestando su crítica al Plan puesto que considera que se ha hecho en función de los intereses de los usuarios del Trasvase Tajo-Segura, y sacrifica las demandas ambientales y la calidad de las aguas, que precisarían de mayores caudales de aguas limpias.
Insuficiencia de la reserva de 400 hm3
El supuesto logro de la reserva no trasvasable queda en evidencia ante la incertidumbre sobre lo que realmente embalsan Entrepeñas y Buendía, puesto que la colmatación o aterramiento ha reducido su capacidad y ello distorsiona los datos.
Por otra parte las excepciones previstas en el Plan en años secos, que permitirían trasvasar incluso sin mantener ese mínimo, y la reducción de demandas aguas abajo, sobre todo por la reducción legal de caudales mínimos circulantes y en regadíos (una vez que se ha abierto la puerta a la venta de derechos al Levante), harán que quede más agua en cabecera disponible para el trasvase. Y más aún si se lleva a cabo el multimillonario proyecto de desvío de aguas procedentes del Jarama (recicladas, fundamentalmente) para su almacenamiento estratégico en el embalse de Finisterre y así suplir en épocas de estiaje los aportes de caudal circulante desde la cabecera.