El breve plazo de solicitud y la ‘emigración’ de familias menguan la reapertura de escuelas rurales
La gestión que de las escuelas rurales de Castilla-La Mancha hizo el anterior Gobierno de María Dolores de Cospedal tuvo una serie de consecuencias que ahora tienen difícil solución. Cuando en 2012 el Ejecutivo castellano-manchego procedió a la subida de las ratios mínimas para las unidades rurales (de 4 a 11 alumnos por aula), produjo varias reacciones en cadena, una de ellas que algunas familias abandonaran muchos pueblos por la imposibilidad de escolarizar a sus hijos en su lugar de residencia. Esta circunstancia, unida al hecho de que el plazo para que los ayuntamientos soliciten la reapertura ha finalizado hoy mismo, ha hecho que finalmente tan solo 19 consistorios lo hayan pedido. En total, fueron 70 las unidades rurales cerradas en la anterior legislatura.
El anuncio de estas reaperturas lo ha realizado el presidente regional, Emiliano García-Page, después de que el Gobierno ya anunciara su intención de facilitar este proceso, abriendo un plazo hasta el 24 de julio para que los alcaldes consultaran a las familias afectadas. Ya entonces, tanto el Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza (STE) como el Foro de la Escuela Rural de Castilla-La Mancha, aunque celebraron el anuncio, pidieron ampliar el plazo “escaso” de solicitud, debido a la “desinformación” acumulada durante los últimos tres años.
Desde estos colectivos consideran ahora que este es uno de los motivos por los que tan solo una veintena de ayuntamientos lo han pedido. Pero también hay otras causas. En muchos pueblos, ante el cierre de estas escuelas, las familias decidieron ‘emigrar’ por no alcanzar las unidades rurales la ratio mínima de cuatro alumnos. También se ha dado el caso de alumnos que ahora se desplazan a distancias cortas de 4 o 5 kilómetros hasta la unidad rural más cercana y cuyos padres no quieren ya “trastocarles”.
Pese a ello, desde el Foro de la Escuela Rural siguen celebrando la actitud del nuevo Gobierno, pero confían en que el anuncio de la Junta “no se quede ahí” y a partir de este momento comiencen a abordarse políticas activas para la educación en el medio rural, que en la legislatura de Cospedal quedaron “olvidadas” ante el “objetivo prioritario” de evitar el cierre de escuelas.
También hay problemas en Secundaria y Bachillerato
El presidente de este colectivo, Marco Campos, explica que van a solicitar una reunión del Foro de la Escuela Rural con la consejera de Educación, Reyes Estévez, para tratar una amplia revisión de estos temas. Quieren que se aborden también problemas de la educación secundaria como el transporte de los alumnos de Bachillerato, las ratios (que son las mismas en la ciudad que en el medio rural) o las plantillas “inestables” de profesores.
Exigirán asimismo la reapertura de los centros de profesores. Actualmente solo funciona uno ‘online’ en Toledo, y consideran necesario recuperar la figura del Profesor Técnico de Servicios a la Comunidad (PTSC), que cumplía una función primordial en tareas de integración de familias con pocos recursos, una labor que han tenido que asumir los centros educativos, ya de por sí “recortados”.
En total, los efectos de la medidas adoptadas por el Gobierno regional se resumieron en el cierre de 11 escuelas rurales en Albacete, cinco en Ciudad Real, 9 en Guadalajara, nueve en Toledo, y casi 40 Cuenca, según estimaciones de STE Intersindical. En esta última provincia, el efecto ha sido devastador para numerosos pueblos y pedanías, con un notable descenso de la población debido a las incomodidades producidas por los cierres. En los casos concretos de las unidades conquenses de Hontanaya y La Pesquera, ambas están cerradas jurídicamente aunque mantienen los cupos. Mientras, la última previsión es el cierre del aula rural de Alcañizo, en Toledo, que ya ha recibido la comunicación al respecto.
Según informa Europa Press, los pueblos que han solicitado la reapertura de sus escuelas son La Herrera, Los Chospes, Reolid, Villavaliente y Los Giles, de la provincia de Albacete; Valdemanco del Esteras, en la de Ciudad Real; y Alcoroches, Anguita y Huega en la provincia de Guadalajara. En la provincia de Cuenca han sido las localidades de Castillo de Garcimuñoz, Pinarejo, Puente de Vadillos, Salmeroncillos, Torralba, Tresjuncos, Villar de Domingo García y Víllora; y en la de Toledo lo han hecho Aldeanueva de San Bartolomé y Garciotum.
