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¿Evaluación o “control obsesivo”? Malestar por la inspección al profesorado en la Universidad de Castilla-La Mancha

Profesorado

Alicia Avilés Pozo

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Las pruebas piloto de inspección de servicios que la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) lleva a cabo para evaluar la calidad de la actividad docente de su profesorado han derivado en un enfrentamiento entre los sindicatos y la institución académica. Estas pruebas forman parte del desarrollo del denominado Programa DOCENTIA, cuya implantación está prevista en su primera edición para el próximo curso, y que incluye el uso de una aplicación informática voluntaria llamada 'Registro de la Actividad Docente' (RAD).

Los sindicatos apuntan a un “control obsesivo” de las tareas del profesorado y del personal investigador, mientras que la Universidad defiende que su aplicación ya se realiza en otros centros públicos del país y que es una obligación que establece la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA).

El debate ha surgido después de que los sindicatos CSIF, CCOO, STE y UGT en la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) hayan denunciado que, con la excusa de la implantación de DOCENTIA, el equipo de Gobierno de la institución académica esté “intentando someter” a todo el personal docente e investigador a “un régimen de control desproporcionado y excesivamente riguroso” que no sufre el profesorado de otros niveles educativos, ni siquiera los de enseñanza obligatoria.

Los sindicatos ya rechazaron este plan cuando se les presentó. Y ahora insisten en la “falta de negociación” de un documento que afecta a las condiciones laborales (como el complemento de méritos docentes) por su “excesiva complejidad”, además de promover un “aumento de la burocracia y aumento del control y la desconfianza”.

“Incremento desmesurado” de las visitas de inspectores

En concreto, se refieren al hecho de que lleve asociado un “incremento desmesurado” de las visitas de los inspectores de servicios, que ya comenzaron el curso pasado con las pruebas piloto. Ahora, dicen, sufre “una nueva vuelta de tuerca” al promover el uso de la nueva App RAD 'Registro de Actividad Docente'. Se trata de una aplicación voluntaria, pero de “utilidad e intenciones francamente cuestionables”, dicen los sindicatos, ideada por el Vicerrectorado de Estudios, Calidad y Acreditación, cuya implantación está generando “un profundo malestar y una gran pérdida de tiempo” al profesorado y personal investigador.

Consideran que esta herramienta informática está diseñada para “registrar y controlar todas las actividades del profesorado” incluyendo clases, prácticas, tutorías y otras muchas.

A este respecto, afirman que ya están recibiendo “numerosas quejas” de profesores de los diferentes campus sobre la “no adecuada ni pertinente aplicación” de control de presencia en aula ya que, aunque es optativa para los méritos asociados a DOCENTIA, su no utilización “puede tener repercusiones negativas”.

“Somos conscientes de que el Registro de Actividad Docente no contribuye en nada a la calidad docente, como tampoco creemos que la favorezca un excesivo celo en el control sobre el personal docente e investigador. De hecho, este control obsesivo puede ser contraproducente, ya que la inmensa mayoría del profesorado de la UCLM no sólo cumple a rajatabla con sus horarios obligatorios, sino que además dedica muchísimas horas fuera de ese horario a todo tipo de actividades que son imprescindibles para el funcionamiento de nuestra universidad”, argumentan.

Además, desde las secciones sindicales de CSIF, CCOO, STE y UGT de la UCLM consideran que su uso puede suponer una vulneración de la Ley de Protección de Datos de carácter Personal. Por eso, de continuar en funcionamiento esta aplicación, avisan de su intención de elevar el asunto a la Agencia Española de Protección de Datos además de denunciar los hechos ante la Agencia Nacional para la Evaluación de la Calidad y Acreditación.

Piden así a la UCLM que retire la aplicación del Programa DOCENTIA a la que se dirigen para señalar que , si tiene tanto interés en “controlar” a su personal, lo haga “acorde a la normativa vigente y siempre con el acuerdo y consenso de todos los colectivos universitarios afectados: profesores, alumnos y organizaciones sindicales”.

José Manuel Chicharro, vicerrector de Estudios, Calidad y Acreditación de la UCLM, ha mostrado a elDiarioclm.es su sorpresa por estas afirmaciones. “No lo han entendido”, afirma sobre los sindicatos y el Programa DOCENTIA. Explica que la UCLM era la única universidad española pública que no lo tenía implantado, lo que puede derivar en un “problema para el profesorado joven” en su carrera docente debido a que supone “requerimientos obligatorios”.

Niega asimismo que no haya habido negociación con los sindicatos sobre este programa. “Se lo presentamos, incluso implementando muchas de sus peticiones, y después votaron en contra. Ahora está aprobado por el Consejo de Gobierno de la Universidad y por la ANECA, que es la que verifica este tipo de planes a nivel nacional”.

Si yo estoy dando mis clases, no me importa que la inspección venga. Pero eso no significa que todos los días se haga. Las visitas se realizan aleatoriamente"

José Manuel Chicharro Vicerrector de Estudios, Calidad y Acreditación de la UCLM

El vicerrector explica que esta medida está diseñada para que el profesorado que cumple con toda su actividad, apruebe. “La diferencia es que aquellos profesores que están más implicados en temas docentes y son más innovadores, tengan más puntos”. Dentro del plan se valoran varios aspectos, aunque admite que hay un indicador que “no gusta” pero es obligatorio y es el que más peso tiene (hasta un 30%): la opinión de los estudiantes. “La normativa nos obliga a incluirlo así”.

En cuanto a la evaluación de la presencialidad de los docentes en las clases, Chicharro constata que la “inmensa mayoría” del profesorado imparte y acude a sus clases, y que para evaluarlo, la inspección de servicios hace una visita por los centros `para ver si los horarios aprobados y publicados en la web se están cumpliendo“. ”Si yo estoy dando mis clases, no me importa que la inspección venga. Pero eso no significa que todos los días se haga. Las visitas se realizan aleatoriamente. Eso no es un problema. Otras universidades lo llevan haciendo hace diez años y no es una actividad fiscalizadora“, subraya.

Insiste el vicerrector en que “son muy pocos” los casos de profesores que no están en el aula y muchos de ellos “por causas justificadas”. “No hay problema en regularizarlo. Si yo me voy a un congreso, no hay problema, pero tendré que avisar a mi centro y tendré que programar unas fechas de recuperación. Se trata de regularizar esa presencialidad. No es una herramienta inquisitiva para nada. Los horarios son públicos y oficiales, pero todo eso hay que evaluarlo, partiendo de que la mayoría del personal cumple perfectamente”.

En cuanto a la app RAD ha dicho que también “confunde” a los sindicatos ya que su uso es voluntario y “a nadie se va a penalizar por no emplearla”.

De cualquier forma, ha apuntado que los dos próximos años, DOCENTIA estará en pruebas y después se revisará. “Ya le dije a los sindicatos que si en dos años comprobamos que no funciona, se cambia y no hay problema”, concluye.

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