El Arzobispado de Burgos suspende misas y funerales aunque mantendrá abiertas las iglesias
El Arzobispado de Burgos ha publicado a última hora de la tarde unas disposiciones de urgencia en las que anuncia que suspenderá misas y funerales públicos pero que mantendrá abiertas las iglesias. Burgos es la ciudad de Castilla y León con más positivos registrados hasta el momento con un total de 113 personas contagiadas.
Tal y como dice en un comunicado firmado por el arzobispo Fidel Herráez, “la situación de pandemia” le hace asumir “respuestas complementarias a las dadas recientemente” y rectificar el comunicado del jueves. Así, anuncia que se suprime “el culto público en todas las parroquias, iglesias y oratorios de la Diócesis” y por tanto “las celebraciones comunitarias y públicas de la Eucaristía”. Indica además que “los fieles quedan dispensados del precepto dominical” y “exhorta a la participación de la Eucaristía en familia a través de los medios de comunicación”.
De este modo, los sacerdotes celebrarán diariamente la Eucaristía “rezando por el Pueblo de Dios” y “estarán disponibles para la atención de los fieles facilitando el consuelo, la escucha y los sacramentos, especialmente a los más necesitados”.
Además, suspende la “celebración pública de los funerales y exequias ”consensuando el modo de proceder con la familia“. Añade que debe procurarse, en la medida de lo posible, ”posponer su celebración hasta la conclusión de estas medidas extraordinarias“. En el caso de que no ”fuera posible por causas objetivas, sería factible la celebración del funeral de modo privado con la familia más allegada, posponiendo otra celebración abierta más adelante“.
Sin embargo, las iglesias se mantendrán abiertas “para la oración personal de los fieles, en el horario que sus responsables consideren oportuno, para que, como signo de esperanza, estén a disposición de los fieles y puedan ir a rezar particularmente y vivir desde la fe estos momentos difíciles”.
Como ya se había anunciado, se acoge a las orientaciones de la Conferencia Episcopal y suspende las procesiones.
Por último, pide que se viva la situación “con enorme esperanza y caridad: los pastores, desde la creatividad pastoral que lleve a estar cerca de las necesidades de nuestra gente, especialmente de los más vulnerables y frágiles, con el auxilio de la oración, los sacramentos y la Palabra; los fieles, desde la caridad y la cercanía, construyendo juntos el bien común que beneficia a todos y cada uno”.
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