CSIF advierte que Castilla y León tiene la mitad de rastreadores que en diciembre

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha denunciado la supresión de 370 rastreadores de COVID-19 en Castilla y León. Según los datos que maneja el sindicato, el Sacyl ha pasado de los 760 que tenía en diciembre a los 390 de este mes de mayo. Una estrategia de la Consejería de Sanidad que califican de “equivocada, arriesgada y sin sentido”.
CSIF señala en un comunicado que la eficiencia y los buenos resultados del trabajo de los rastreadores de la comunidad ha quedado demostrada en estos meses. En las últimas semanas, los rastreadores investigan los contactos de positivos de hasta una semana anterior, y no de las últimas 48-72 horas, como se venía haciendo. Este nuevo sistema “tiene una mayor capacidad para localizar los ambientes en los que se producen los contagios, y los factores de riesgo”, aunque que da más trabajo, puesto que el abanico de contactos es mayor y se trata de un seguimiento más meticuloso.
El nuevo sistema de retro-rastreo se está llevando a cabo con una reducción de cerca de la mitad de los rastreadores. Disminución “especialmente llamativa” en Salamanca y Valladolid con cien rastreadores menos (de 136 a 36), o en Burgos con 92 menos (de 139 a 47). En León se han suprimido 26 (de 132 a 106), en Palencia 16 (de 60 a 42), en Zamora 16 (de 22 a 44), en Ávila 15 (de 44 a 29), en Soria 2 (actualmente hay 30) y en Segovia uno (son 36). En el total de la Comunidad se ha pasado de 760 rastreadores a 390, por debajo del mínimo recomendado por la población, de 464.
CSIF destaca que los rastreadores de Sacyl son, prácticamente en su totalidad, enfermeras de Atención Primaria, a las que se suman algunos rastreadores de las fuerzas armadas. Por eso pide más personal en Atención Primaria para labores de rastreo, para que haya más rastreadores que puedan mantener el mismo ritmo de actividad: “Su labor es importante e imprescindible. Lo peor que ha podido hacer la Consejería de Sanidad es reducir drásticamente el número de rastreadores”
Los cambios tras el estado de alarma, como el incremento de la movilidad, la desaparición de los cierres perimetrales autonómicos, la eliminación de los toques de queda, o la relajación de medidas restrictivas (como los límites de horarios de apertura de los establecimientos), va a propiciar la llegada de numerosas personas a las provincias de la comunidad, con lo que es posible, advierten, “un incremento de contagios, ahora que parece que la incidencia está más controlada en Castilla y León, considera CSIF.
Por ello, “la tarea del rastreo se hace más importante, si cabe, para controlar y hacer seguimiento de los brotes y contagios que puedan surgir, en esta fase, a la espera de que se vaya completando la vacunación”, recalca el sindicato. En este sentido, recuerda que Castilla y León, en este momento, está rodeada por comunidades con incidencias de contagios y niveles de riesgo mayores, como ocurre con País Vasco, Madrid, Aragón o Cantabria.
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