Hallan la muralla medieval de San Pedro de Arlanza (Burgos) y el acueducto de la huerta

La campaña de excavaciones en el monasterio de San Pedro de Arlanza, ubicado en la localidad burgalesa de Hortigüela, ha concluido con el hallazgo de la muralla medieval que rodeaba el cenobio, cuya existencia solo se conocía por un manuscrito del siglo XVI, y el acueducto que los monjes utilizaban para regar la huerta.

La intervención, incluida en el proyecto arqueológico que dirige el Instituto del Patrimonio Cultural de España desde 2021, se ha llevado a cabo este verano por un equipo multidisciplinar de arqueólogos, retauradores, topógrafos y técnicos de laboratorio, ha indicado el Ministerio de Cultura y Deportes este lunes en una nota de prensa.

La excavación, que concluyó a finales de agosto, ha sacado a la luz cimientos y restos de la muralla medieval, en concreto, un tramo del sector noroeste, “con casi un metro de espesor, que cuenta con un vano que daba acceso directo a la iglesia, probablemente abierto en el momento en que el templo adquirió funciones parroquiales”.

El hallazgo refrenda el contenido de un manuscrito de 1563, hoy desaparecido, que daba fe de la existencia de una muralla medieval con cinco torres, ha explicado el Ministerio, que las sucesivas reformas y el abandono de edificio acabaron por borrar parcialmente.

Las antiguas torres de la fortaleza serían la de fray Pelayo en la zona occidental, la de Doña Sancha en el extremo suroeste, la del Tesoro en el norte y las del Capítulo y del Conde en la fachada este.

Además, la intervención de este verano en el claustro mayor ha permitido identificar un viaje de agua que conectaba con el claustro menor y que abastecería a la fuente central del patio, mientras que al sur del recinto se ha documentado un acueducto, labrado en piedra, que recogía caudal del río Arlanza para regar las huertas, gracias a una compleja red de captación y evacuación de aguas.También se han registrado canalizaciones de cerámica vidriada y tumbas individuales y colectivas

Tras la finalización del trabajo de campo, ahora comienza la fase de laboratorio para analizar los resultados preliminares y para estudiar en detalle los restos arqueológicos recuperados, como distintos materiales datados entre los siglos XIII y XVI que ayudarán a contextualizar las estructuras.

El proyecto arqueológico del Instituto del Patrimonio Cultural de España arrancó en 2021 con la fotogrametría aérea y la prospección geofísica, para continuar al año siguiente con el procesado e interprestación de los resultados y, al mismo tiempo, intervenir en la antigua hospedería del monasterio.

Las campañas de excavaciones están permitiendo obtener información inédita que ayuda a conocer mejor el origen y la evolución del monasterio, que en marzo de 1894 sufrió un incendio que acabó con el fondo documental del archivo y borró gran parte de su memoria.