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Un pueblo de Soria regula la vivienda para garantizar un suelo asequible para potenciales nuevos pobladores

Localidad de Fuentecantos, en la provincia de Soria .

Javier Ayuso Santamaría

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Fuentecantos, en Soria, es un pueblo que quiere cambiar las reglas del juego que le ha tocado vivir. Tras apostar por un modelo de Concejo abierto para la próxima legislatura en el que los vecinos tomen las decisiones, y bonificar el transporte rural para consolidar población, el Ayuntamiento quiere ahora establecer un nuevo arquetipo de Normas Urbanísticas Municipales con el foco puesto en una mayor vivienda pública, protegerse de la industrialización sin control y hacer un modelo de localidad con vista al futuro.

Con 71 habitantes, el caso de Fuentecantos es especial. Mientras que en la provincia de Soria la población decrece, aquí el número de vecinos aumenta a cifras solo vistas en los años 70 del siglo pasado. 

Y con más habitantes y la misma cantidad de vivienda, la situación se complica para quien necesita una casa. Es por eso que desde 2019, el Ayuntamiento comenzó con un proyecto de modificación de las normas urbanísticas para crear un parque de vivienda público.

A falta de cerrar los plazos administrativos, el consistorio dispondrá de 32 solares para llevar a cabo este plan. Como explica el alcalde de Fuentecantos, Juan Carlos García (Podemos), lo que buscan es atajar el problema de vivienda. “Ya que no podemos intervenir el mercado, usamos la vía legal que nos permiten para regular los precios”, asegura.

El problema de vivienda no solo afecta a las ciudades, también afecta al mundo rural, como señala el regidor. “Hablamos de precios elevados pero no por especulación, aunque también la hay, es por falta de oferta”, relata. 

El pueblo de Fuentecantos se enfrenta al déficit de vivienda desde la pandemia. En 2020, debido a la cercanía del pueblo a Soria, comenzaron a llegar nuevos vecinos y el interés por irse a vivir a la localidad crecía lo que se tradujo en menos casas para vivir. En el medio rural la falta de oferta, fruto de que no hay construcciones nuevas y las viviendas disponibles se encuentran deshabitadas o en ruina, implica en el precio final algo que desde diferentes administraciones tratan de abordar -por ejemplo la Junta de Castilla y León en su presupuesto recoge ayudas al respecto-.

En el caso de este pueblo desde el Ayuntamiento se ha decidido abordar la situación de forma directa: comenzando a apostar por la vivienda pública. De momento, el consistorio va a disponer de suelo rústico municipal para cambiarlo a urbano. A partir, de ahí se abre un gran abanico de posibilidades que tienen que estudiar, como apunta García ya que, o bien puede proyectarse la construcción de viviendas o que sean particulares. Todo está el aire y no se sabrá hasta que se apruebe definitivamente la normativa.

Limitación la ganadería intensiva y las actividades extractivas

Pero la normativa municipal va más allá ya que aborda temas de cara al Fuentecantos que los vecinos quieren para dentro de 50 a 100 años. Los habitantes han acordado en asamblea qué medidas tomar. Además de la creación de vivienda pública, también han acordado restringir a 300 cabezas de ganado el máximo de animales que cada ganadero de la localidad puede tener, además de que las explotaciones tendrán que estar a dos kilómetros del pueblo.

La medida, según el alcalde, se hace para fomentar la agricultura extensiva en el municipio por ser el modelo que ya se está empleando el pueblo. Esto se ha decidido para evitar riesgos de que planeen los fantasmas de las macrogranjas, como las de Noviercas, Cidones o Gormaz, todas en Soria, con el impacto medioambiental que este tipo de instalaciones conllevan algo que en Fuentecantos saben al no disponer de agua potable desde hace años en el municipio y tener que depender de cisternas a la espera de que materialice la conexión al agua de Garray.

Para desterrar la amenaza de la industria descontrolada , se ha aprobado limitar las actividades extractivas en todo el municipio y se ha apostado por la protección ambiental y cultural de yacimientos, calzadas, como las cañadas reales, y zonas arboladas, un bien escaso en el municipio.

Preguntado por si el modelo de Fuentecantos puedes extrapolarse a otros municipios, también a grandes urbes, el alcalde aclara que todas las administraciones pueden dotar de medidas para garantizar el acceso a la vivienda a unos precios adecuados a la situación económica y poner coto a la especulación. “Desde los ayuntamiento podemos hacer estas cosas” pero achaca la falta de voluntad para otros consistorios hagan lo propio.

García puede presumir de abanderar un ayuntamiento que sí hace por cumplir con el artículo 47 de la Constitución frente a otras administraciones, con mucho más poder económico, en las que no se apuesta por la vivienda pública para regular un mercado basado en la especulación y donde los precios continúan disparados a falta de una nueva ley que regule el coste de la vivienda.

 “Ante la falta de regulación de un mercado”, concluye ,“ que apenas tiene oferta en el mundo rural y encarece los precios de la poca que existe, el ayuntamiento de Fuentecantos implementa políticas municipales que permitan una redistribución de la vivienda y garanticen el acceso a la misma de cualquier persona que lo solicite, acabando taxativamente con la especulación. Con esta nueva normativa Fuentecantos mira al futuro y podrá crecer de una forma sostenible, con mayor vertebración y con la máxima participación pública de la ciudadanía”.

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