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El Ayuntamiento de Barcelona mantiene al policía condenado por romper la mandíbula a un detenido en comisaría

Patrullas de la Guàrdia Urbana en la entrada de metro Plaça Catalunya, en Les Rambles

Sergi Franch

Un agente de la Guardia Urbana de Barcelona condenado a un año de cárcel y una indemnización de 10.000 euros por romperle la mandíbula de un puñetazo a un migrante el julio del 2011 sigue prestando servicio en la policía local de la capital catalana.

Así lo han confirmado a este diario fuentes municipales, que han explicado la falta de medidas disciplinarias alegando que el condenado ha decidido recurrir la sentencia ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC). “Hasta que no haya finalizado todo el proceso judicial”, remarcan las mismas fuentes, no se le puede abrir expediente.

Los hechos se remontan al 9 de julio de 2011. La sentencia considera probado que el agente dio un puñetazo a Kamal U., un ciudadano de origen bengalí, cuando éste se encontraba en comisaría tras ser detenido en la Rambla por no llevar documentación. El fallo añade que el condenado por un delito de lesiones dejó en la calle a la víctima tras falsear su ubicación y que no registraron la detención.

Más tarde, un amigo de la víctima se encontró a Kamal U. sentado en el suelo, escupiendo sangre y sin poder hablar. En el Hospital Vall d'Hebron fue operado por dos fracturas en la mandíbula. Estuvo 20 semanas para recuperarse de las lesiones. A día de hoy, Kamal U. padece aún las consecuencias de aquella agresión con dolores al masticar, tal y como recuerda el fallo judicial.

Tampoco se adoptó ninguna medida cautelar contra el agente durante la fase de instrucción del caso. El motivo fue el mismo que el Ayuntamiento alega ahora que ya hay condena: que la causa judicial no estaba cerrada.

Por su lado, el secretario general del SAPOL, el sindicato mayoritario de la Guardia Urbana de Barcelona, Manel García, defiende no tomar medidas contra los agentes hasta que no se esclarezcan por completo los hechos en un juzgado. “Se pueden tomar medidas o no, según la gravedad de los hechos”, puntualiza García. 

Seis años en llegar a juicio

La causa, que tardó seis años en llegar al juicio, fue archivada dos veces. La Audiencia de Barcelona hace un reconocimiento a SOS Racismo por la insistencia en en la investigación de los hechos. “Si no hubiera sido por el empeño de la acusación no se hubiera llegado a determinar la identidad” del policía, remarca el fallo.

Asimismo, el fallo resta credibilidad al argumento de la defensa para pedir la absolución del agente, esto es, que Kamal U. solo perseguía con el juicio cobrar una indemnización. “Insinúa la defensa del acusado que podría existir un móvil económico, consistente en el deseo de ser indemnizado”, reza la sentencia.

“Ahora leemos la sentencia y lo vemos muy claro, pero no hay obligación de apartar el agente” asegura Manel García. Asimismo, recuerda que los responsables del Ayuntamiento “si creen que hay indicios claros de unos hechos muy graves, provisionalmente pueden tomar medidas disciplinarias como apartar un agente de empleo y sueldo, pero no tienen obligación de hacerlo”. Fuentes municipales aseguran que cuando se resuelva el recurso contra la sentencia que ha presentado el policía se podrá abrir el expediente sancionador. 

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