Catalunya amplía a 14 semanas el aborto farmacológico
La Generalitat ha aprobado un nuevo protocolo que incluye la posibilidad de llevar a cabo abortos farmacológicos hasta la 14 semanas, el máximo legal permitido para interrumpir voluntariamente un embarazo en España. Catalunya se convierte de esta forma en la primera comunidad autónoma en ofrecer esta posibilidad a las gestantes a partir de la semana 10, cuando lo recomendado por el Ministerio de Sanidad es realizar intervenciones quirúrgicas.
El nuevo Protocolo de Atención a la Interrupción Voluntaria del Embarazo en Catalunya, que actualiza el vigente de 2014, establece que son las mujeres las que deben tener la última palabra sobre el método abortivo al que se van a someter –siempre asesoradas por los facultativos– y que este puede ser tanto quirúrgico como farmacológico hasta las 14 semanas. Según el Departamento se Salud, que ha presentado el documento junto al de Igualdad y Feminismos, hay suficiente evidencia científica a estas alturas para facilitar la interrupción con fármacos más allá de los nueve meses, como era habitual hasta ahora.
Salud defiende que la interrupción farmacológica es un proceso “más seguro”, “menos invasivo” y que se acerca más al proceso natural de aborto. El protocolo, según el conseller Josep Maria Argimon, establece las pautas farmacológicas y analgésicas y los procedimientos para hacer una “invasión mínima con riesgos mínimos”, así como los aspectos posteriores a la interrupción., como el acompañamiento y los consejos contraceptivos.
Una de las particularidades de esta novedad es que, de la semana 10 a la 14, si las gestantes optan por una interrupción mediante fármacos deberán hacerlo en un hospital público, en un entorno más controlado. Por lo demás, hasta la décima semana de gestación se realiza la administración del fármaco los circuitos ambulatorios y la mujer suele afrontar el proceso de expulsión del embrión en su domicilio. El tratamiento consiste en la administración de dos fármacos: el primero, mifepristona, es el que se toma junto al profesional, mientras que el segundo, el misoprostol, es entre 24 y 48 horas después de completar el aborto.
La vía farmacológica ha aumentado considerablemente en los últimos años para las mujeres que deciden interrumpir su embarazo. En 2020, casi la mitad de los 20.000 que se registraron fueron de este tipo.
Argimon ha aprovechado su intervención en las jornadas para reivindicar que, a raíz de las quejas de colectivos feministas en los últimos años, se ha ampliado significativamente la red de centros públicos en los que se puede abortar en Catalunya. En Lleida, Berga, Tortosa y Manresa ya se pueden realizar interrupciones quirúrgicas y en Tremp, Seu d’Urgell, Puigcerdà y Viella, farmacológicos.
El nuevo protoloco lo han redactado Salud e Igualdad y Faminismos, Sociedad Catalana de Obstetricia y Ginecología, la Asociación Catalana de Comadronas y la Asociación Catalana de Contracepción. De momento, se aplica en forma de piloto en Terrassa, Lleida y Anoia.
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