Este blog pretende servir de punto de encuentro entre el periodismo y los viajes. Diario de Viajes intenta enriquecer la visión del mundo a través de los periodistas que lo recorren y que trazan un relato vivo de gentes y territorios, alejado de los convencionalismos. El viaje como oportunidad, sensación y experiencia enlaza con la curiosidad y la voluntad de comprender y narrar la realidad innatas al periodismo.
Lanzarote, mucho más que sol y playas
Cuando aterriza en Lanzarote, el visitante ya sabe que encontrará buen clima, playas vírgenes y un paisaje volcánico que evoca a otros mundos. Pero en realidad, esta pequeña isla ofrece mucho más. Arte, yacimientos arqueológicos, naturaleza, deporte y muchas tradiciones locales. Se trata de un lugar donde se ha logrado conservar un estilo propio y particular de vida y se ha mantenido a raya, hasta cierto punto, la fiebre especulativa propiciada por el auge del turismo. Llama poderosamente la atención el contraste entre la negra tierra volcánica que ocupa todo el territorio y los pequeños pueblos blancos diseminados sobre esta. Es tal el énfasis y la apuesta por el desarrollo sostenible, que desde 1993 la isla está declarada por la UNESCO como Reserva de la Biosfera.
Uno de los principales artífices de este desarrollo fue el artista local César Manrique que, durante los primeros años de crecimiento turístico, movilizó a los habitantes de toda la isla en contra de la ocupación desaforada del suelo y la cultura del pelotazo urbanístico. Gracias a su gran carisma y también a su creatividad -trabajó con solvencia los campos de la pintura, la escultura, la arquitectura y el urbanismo- consiguió convencer a los isleños de que otro modelo de desarrollo era posible e imaginó una oferta turística con idiosincrasia propia. Tal es así que muchos de los lugares de referencia más visitados son obras nacidas de su talento como El Mirador del Río o Los Jameos del Agua. Después de su prematura muerte en 1992, en Lanzarote aún se le recuerda en cada monumento y en cada una de las obras que se encuentran repartidas por todo el territorio.
Resulta imprescindible una visita a la Fundación César Manrique, en el municipio de Tahíche. La sede fue implantada en la antigua casa de Manrique, construida y diseñada por él mismo y que aún se mantiene decorada tal como la dejó el artista. Además la fundación alberga una buena colección de pinturas y esculturas de Manrique, a parte de una biblioteca y una tienda con diverso material diseñado por el autor.
Las Montañas del Fuego
Si hay algo que da un carácter único a Lanzarote es el color de su tierra y el paisaje lunar que acompaña todo el camino. Su máxima expresión se divisa en el Parque Nacional de Timanfaya, uno de los cuatro Parques Nacionales que se encuentran en las Islas Canarias. Su primera erupción tuvo lugar en 1730 y la más reciente en 1824 dando sepultura a varios pueblos, provocando migraciones y periodos de intensas hambrunas. Estas erupciones transformaron el paisaje para siempre y crearon el conjunto volcánico que hoy podemos admirar.
La tierra de Timanfaya aún emana calor y vapores. Prueba de ello es el horno del restaurante El Diablo donde las carnes se asan lentamente al calor proveniente del centro de la tierra.
La mejor manera de recorrer el parque es a lomos de un dromedario, animal determinante en el desarrollo agrícola de la isla a lo largo de la historia que hoy se ha convertido en el medio de transporte favorito de los miles de visitantes de este Parque Nacional. Sin duda todo un espectáculo para los amantes de la geología y la naturaleza que regala la isla de Lanzarote.
De pueblo en pueblo
A lo largo y ancho de la isla encontramos multitud de pequeñas villas y poblados con características propias muy marcadas. Al sur de la isla se sitúa el municipio de Yaiza. Se trata de la localidad turística por excelencia con el pueblo de Playa Blanca como su más destacado exponente. Hasta mitad del siglo XX, Playa Blanca no era más que una pequeña aldea marinera, pero a partir de los años 70 su planta hotelera no ha parado de crecer, convirtiéndola en un destino turístico de considerable calidad. Muy cerca, hacia el este, atravesando el paraje natural protegido de Los Ajaches, se divisan las playas vírgenes de Papagayo, una de las joyas de Lanzarote.
Desde Los Ajaches se puede coronar fácilmente, a través de una carretera serpenteante, el pueblo de Femés, enclavado en la cima de una solitaria montaña. Se trata de un lugar pintoresco desde donde se divisa prácticamente toda la zona sur de la isla, desde Playa Blanca hasta las salinas de Janubio, de importante valor etnográfico. Femés es también conocido gracias a la obra Mararía del escritor tinerfeño Rafael Arozarena, que fue llevada al cine en 1998. Es recomendable contemplar la puesta de sol desde la plaza del pueblo, o mientras se degusta una tapa de sus sabrosos quesos en alguno de los restaurantes-mirador con los que cuenta este pueblo.
Otro de los núcleos habitados más importantes de Lanzarote es Teguise, que fue capital de la isla desde el comienzo de la conquista por parte de la Corona de Castilla. Es un lugar muy tranquilo entre semana, pero cuando llega el sábado el pueblo se llena de vida. Es muy famoso en la isla el mercadillo de artesanía que se monta cada fin de semana y es muy apreciado por los visitantes. En el extremo norte se encuentra la villa marinera de Órzola, famosa por sus restaurantes especializados en pescados y mariscos y porque desde su pequeño puerto zarpan los barcos que transportan a la gente a la isla de La Graciosa.
La octava isla canaria
La Graciosa es una isla situada al norte de Lanzarote, se trata de una pedanía dependiente del Ayuntamiento de Teguise y es un pequeño paraíso virgen que cuenta con dos núcleos poblados -Caleta de Sebo y Pedro Barba- con unos 720 habitantes censados. Es una visita ineludible para los amantes de las playas desiertas y de la práctica del nudismo. La manera más recurrida para conocer sus menos de 30km2 es a través del servicio del alquiler de bicicletas que ofrecen un par de empresas. Otra opción, menos económica, es contratar un servicio de traslados con todoterreno, ya que en esta isla el asfalto no existe y sus calles son extensas pista de arena. Muchos habitantes de Lanzarote cuentan con segunda residencia en La Graciosa y es en los meses de verano cuando más actividad se aprecia.
Definitivamente, Lanzarote ofrece multitud de lugares únicos en muy poco territorio, por lo que es una opción muy versátil para pasar unos días alternando el descanso que ofrecen su clima y sus playas con el importante patrimonio cultural y etnográfico que nos regalan sus pueblos y gentes.
Vueling vuela a Lanzarote desde Barcelona.
Sobre este blog
Este blog pretende servir de punto de encuentro entre el periodismo y los viajes. Diario de Viajes intenta enriquecer la visión del mundo a través de los periodistas que lo recorren y que trazan un relato vivo de gentes y territorios, alejado de los convencionalismos. El viaje como oportunidad, sensación y experiencia enlaza con la curiosidad y la voluntad de comprender y narrar la realidad innatas al periodismo.