El sindicato Comisiones Obreras ha denunciado el despido de dos delegados suyos en la empresa Padesa de Amposta. La comunicación les fue hecha el 2 de octubre, pocos días antes del inicio de la nueva campaña de elecciones sindicales. Los representantes de los trabajadores despedidos son Irene Matamoros y Pascual Murillo, presidenta del comité de empresa y delegado, respectivamente.
La comunicación que justifica la medida se refiere al mayor uso de horas sindicales ejercido por estos trabajadores respecto a las consumidas por otras fuerzas sindicales.
Desde CCOO se ve la decisión de la empresa como desmedida e injustificada. Piensan, que tiene como objetivo dificultar la presentación de una candidatura de este grupo para las próximas elecciones sindicales. Sin embargo aseguran que habrá lista de comisiones.
Pedro Carmona, secretario de acción sindical y salud laboral de la federación agroalimentaria de CCOO en Tarragona vincula los despidos con una maniobra. “Yo creo que saben que su iniciativa legalmente no tiene nada que hacer, pero esperan que mientras sale el juicio y se conoce el resultado estas dos personas no se podrán presentar y que no habrá candidatura, después, si hay readmisión, deberían de volver como trabajadores y no como representantes sindicales ”, explica.
Padesa tiene, según el sindicato poco más de 300 trabajadores que se dedican al sacrificio de aves en las plantas de Amposta y Roquetes, los máximos accionistas son dos personas mayores que siempre han llevado la empresa de una manera muy personalista y, según el sindicato no aceptan de buen grado la existencia de organizaciones críticas.
Motivos de la empresa
En cuanto a la causa del despido, los representantes de CCOO aseguran que es cierto que han usado más horas que otros sindicatos, pero que eso, es fruto de la actividad desarrollada “y nunca hemos sobrepasado las horas que marca la ley”, dice Carmona.
En Padesa en Amposta el comité de empresa lo componen 13 delegados y delegadas, de los cuales 7 son de CCOO y 6 de UGT.
El mismo Carmona explica: “En Roquetes donde la empresa tiene otra planta nos pasó algo muy grande, conseguimos hacer una candidatura con 13 compañeros y debido a las presiones al poco tiempo se borraron todos”. En otra ocasión “la empresa forzó un referéndum de revocación, que no logró su objetivo”.
Como primera actuación, delegados y cargos de CCOO se han concentrado en las puertas de las instalaciones de Amposta para repartir hojas volantes durante los cambios de turno. También han abierto una petición de firmas contra la medida en Internet.
La ley protege a los delegados sindicales en el ejercicio de sus funciones, pero las reformas laborales aprobadas por el PSOE, primero, y por PP y CiU después, han hecho muy fácil despedir trabajadores con las más variadas causas. Carmona explica un caso, del que no facilita el nombre, de un delegado de una empresa del metal al que la compañía habría intentado despedir y como no lo ha conseguido, “ha despedido a sus compañeros más cercanos y familiares suyos que trabajaban en la misma empresa para forzarlo a marchar, este delegado tiene ahora una depresión”, dice el responsable de CCOO.