Los médicos y enfermeras catalanes piden una inyección de 5.000 millones para reformar el sistema de salud
El Consejo de Colegios de Médicos de Catalunya, la Sociedad Catalana de Gestión Sanitaria y el Colegio de Enfermeras de Barcelona han reclamado este jueves un pacto nacional para reformar el Sistema de Salud de Catalunya, maltrecho debido a la pandemia de la COVID-19.
El sistema de salud público necesita más recursos, unos 5.000 millones de euros adicionales en Catalunya –el presupuesto actual está alrededor de los 10.000 millones– y unos 25.000 en el conjunto del Estado, según estas entidades. La mayoría (60%) de esta inyección se debería destinar a mejorar las condiciones laborales de los profesionales y a la dotación suficiente de recursos humanos. El resto (40%) sería necesario dedicarlo a infraestructuras, equipamientos y tecnología, con especial atención al avance de la telemedicina, han considerado los intervinientes.
El presidente del Colegio de Médicos de Barcelona, Jaume Padrós; el presidente de la Sociedad Catalana de Gestión Sanitaria, Pere Vallribera, y la presidenta del Colegio Oficial de Enfermeras y Enfermeros de Barcelona, Paola Galbany, han presentado un 'Decálogo para la reforma del sistema de salud de Catalunya' en rueda de prensa telemática.
Estas entidades consideran en el decálogo que “solo un pacto mayoritario de todas las fuerzas políticas, en el Estado y en Catalunya puede garantizar que la salud de las personas sea una prioridad real”.
En el supuesto de que los políticos no les hagan caso, Padrós ha vaticinado que “la alternativa sería un desastre”, que podría llegar a traducirse en una rebelión de las batas blancas, y demostraría una “gran miopía” de los responsables de salud de los dos gobiernos.
Los impulsores de este consenso tienen este mismo jueves una entrevista con la consellera de Salud de la Generalitat, Alba Vergés, y el viernes el doctor Padrós comparecerá en la Comisión para la reconstrucción social y económica del Congreso de los Diputados para transmitir la necesidad de propuestas de cambio en el sistema de salud público a partir de las lecciones aprendidas durante la emergencia sanitaria.
La experiencia de la COVID-19 ha dejado claro, según el presidente del Colegio de Médicos de Barcelona, el liderazgo y el compromiso de los profesionales, por lo que las organizaciones y los sanitarios deberían tener autonomía de gestión y capacidad de autoorganización, con flexibilidad de horarios y turnos, minimizando las tareas burocráticas e impulsando la innovación y la tecnología.
Padrós ha apuntado que hay que replantearse algunas “estructuras rígidas”, como las del Instituto Catalán de la Salud (empresa pública que gestiona los grandes hospitales públicos y gran parte de la atención primaria de Catalunya). También ha abogado, al igual que Galbany y Vallribera, por impulsar “de manera real la atención primaria y la colaboración y coordinación entre ámbitos asistenciales”, y por contar con una Agencia de Salud Pública “potente”.
Esta propuesta, que cuenta con la adhesión y la participación de la Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria (CAMFiC), la Sociedad Catalana de Geriatría y Gerontología y la Academia de Ciencias Médicas y de la Salud de Cataluña y Baleares, se transmitirá a los principales sindicatos sanitarios a partir de hoy, ha explicado el doctor Padrós
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