La plantilla de TV3 responde al ERE con 77.000 firmas y una tarde de protestas
Los trabajadores de TV3 han respondido este lunes a la embestida que supuso el ERE anunciado la semana pasada con unas 77.000 firmas en defensa de la cadena pública y con una concentración a las puertas de la Generalitat. Las plantillas de TV3 y Catalunya Radio están en pie de guerra para evitar los 312 despidos incluidos dentro del expediente de regulación de empleo que aprobó la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales y para revertir la reducción de un 7,5% de los sueldos que también supondrá la medida.
En una tarde de reivindicaciones, un grupo de representantes de las plantillas hizo entrega de 77.000 firmas a la presidenta del Parlament de Catalunya, Núria de Gispert, un documento con el que pidieron que se revierta “el desmantelamiento de los medios públicos, más necesarios que nunca”. De hecho, la mayoría de firmas ya se habían recogido antes de que se conociera la aplicación del ERE, con motivo de las medidas que se vienen anuniando desde hace dos meses: rebaja de salarios, privatización de los servicios comerciales de TV3, el cierre de delegaciones de la cadena o la supresión de corresponsalías en Cataluña Radio.
Los trabajadores también han redactado una carta abierta al presidente, Artur Mas, pidiéndole que reabra las negociaciones con los comités de empresa que el Consejo de Gobierno de la Corporación decidió romper, y que retire un expediente de regulación que supone el despido del 12% de los trabajadores. Desde el comité apelan al actual “modelo de éxito” de TV3 y Catalunya Radio, basado en un trabajo de proximidad en el territorio y en una producción propia ahora amenazados, para hacer entrar en razón a Mas.
Tras la reunión con la presidenta del Parlament, los trabajadores se han desplazado a la plaza Sant Jaume para llevar a cabo una acción simbólica. Enfundados todos en las camisetas rojas que caracterizan la protesta de los medios públicos catalanes, las cerca de 300 personas que se concentraban se han tumbado en el suelo para simbolizar la defunción de los servicios públicos catalanes, entre los que se encuentran los medios de comunicación.
A partir de ahora, fuentes sindicales han explicado que desde las asambleas de trabajadores se diseñará una estrategia para hacer frente al expediente de regulación, dando a entender que la de ayer fue una protesta de urgencia y bastante improvisada para dar una primera muestra de rechazo al ERE.