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5 claves para entender la crisis abierta entre Podem e ICV en el Parlament catalán

Fachin, Coscubiela y Rabell en sus escaños del Parlament

Arturo Puente

La crisis interna entre las dos principales fuerzas que forman el grupo de Catalunya Sí que es Pot en el Parlament catalán ha estallado esta semana, después de que el secretario general de Podem, Albano-Dante Fachin, impulsara una propuesta de remodelación del grupo con el objetivo de que su partido gane peso en él. Durante los últimos días los diputados han mantenido diversas reuniones para encarrilar la situación. Entre las causas del conflicto está el descontento de Podem con el reparto de cargos, pero también discrepancias sobre posicionamientos políticos y unas relaciones personales deterioradas desde hace tiempo. 

1- Descontento con el reparto de los cargos

Catalunya Sí que es Pot es una coalición entre cuatro organizaciones: ICV, EUiA, Podem y Equo. De los 11 diputados totales, cuatro son de ICV, cuatro de Podem, uno de EUiA y dos independientes, entre ellos el presidente del grupo, Lluís Rabell. Según el pacto previo de la candidatura, la portavocía de la formación recayó en Joan Coscubiela, de ICV, mientras Albano-Dante Fachin fue nombrado portavoz adjunto. ICV se quedó además con la mayoría de portavocías de comisiones: De las 15 legislativas, diputados ecosocialistas son portavoces en ocho.

Este reparto ha venido produciendo desencuentros entre las dos formaciones desde casi el principio de la legislatura. Pese a que en Podem admiten que el origen del problema es la forma en cómo se negoció el acuerdo con ICV para hacer la candidatura, entienden que sus aliados se han valido de los puestos claves y de la sintonía entre Rabell y Coscubiela para hacerse con más porción de la que les tocaba.

En enero pasado, Albano-Dante Fachin hizo un primer intento de abrir el melón de la representación entre partidos del grupo enviando un documento a las bases que rápidamente se filtró a la prensa. En él, Fachin apostaba por revisar el peso de cada partido y contar las intervenciones de cada diputado en prensa para hacerla más pareja. La crisis se saldó con la promesa por parte Coscubiela de rotar turnos de palabra y permitir a su portavoz adjunto tener un papel destacado.  

2- Discrepancias políticas

La principal fuente de conflictos es la representatividad y visibilidad de cada grupo, pero también hay cuestiones de posicionamiento político ante diversos temas que separan a las formaciones. El coordinador general de EUiA señalaba a esta cuestión en su comparecencia ante la prensa para explicar la situación interna del grupo, asegurando que el debate de fondo era sobre la posición que debe adoptar el grupo en el nuevo curso político del Parlament.

Lo cierto es que ICV y Podemos han mostrado matices diferentes en la forma de abordar el proceso soberanista catalán. Iniciativa ha hecho una apuesta por cargar con dureza contra cualquier paso unilateral de la Generalitat, y se ha mostrado poco partidario de hacer concesiones a JxSí en terreno nacional. Mientras, Podem se ha decantado por formas más blandas ante el independentismo e, incluso, algunos diputados se han mostrado partidarios de no votar en contra de algunas resoluciones independentistas.

Este fue el caso de Joan Giner, de Podem, quien al inicio de la legislatura denunció que fue amenazado de expulsión del grupo si se abstenía en la resolución independentista del 9 de noviembre.

Además de esto, ICV y Podem también han mostrado diferencias en otras materias, como la ILP de Educación, a la que Podem daba apoyo explícito pero que no entusiasmaba a los ecosocialistas, o la auditoria de la deuda de la Generalitat. Incluso algunos voces del grupo hablan de que ICV se inclinaba por sentarse a negociar los últimos presupuestos con Junqueras, algo que acabó no pasando. 

3- Malas relaciones personales

El capítulo de Joan Giner y la resolución independentista, con la que el grupo inició la legislatura, fue el preludio de uno de los problemas que, con el tiempo, se han hecho cada vez peores: las relaciones personales. Fuentes del grupo hablan de una supuesta “antipatía” del actual portavoz con los miembros de Podem, en especial Giner y Fachin, mientras que otras destacan el “afán de protagonismo” de este último. Aún hay quien, equidistante, se refiere al capítulo como una mera “lucha de egos”.

Los agravios que ambas partes exhiben de la contraria han llegado a deteriorar la paz interna de forma considerable, hasta el punto que el diálogo se ha hecho dificultoso. El lunes pasado la situación estalló cuando Podem convocó una reunión de la coordinadora del grupo a la que los diputados de ICV no acudieron, pero sí Joan Josep Nuet. ICV no reconoce las decisiones tomadas en aquella reunión entre Fachin y Nuet.

4- Consolidación de Podem

Desde el inicio de la legislatura hasta las primarias de Podem del pasado julio, la formación morada en Catalunya había sido dirigido por una coordinadora interina. La larga situación de interinaje había dejado a Podem sin una ejecutiva sólida desde la que tomar decisiones, marcar línea política o plantear reivindicaciones en el seno del grupo parlamentario. Pero la victoria de Fachin con la candidatura más crítica a la dirección estatal cambió esta situación.

Una de las primeras tareas del nuevo secretario general es consolidar el papel de Podem en los órganos en los que tiene representación, entre ellos decenas de ayuntamientos además del Parlament. A diferencia de enero pasado, Fachin cuenta ahora con la legitimidad de ser el secretario general electo para negociar de tú a tú con sus socios. La llegada a la dirección y el inicio de curso ha sido el momento elegido por el de Podem para abrir este frente. Para Fachin, la visibilidad y peso de la formación en el Parlament es clave para sacar de la irrelevancia mediática al partido que ahora dirige.  

5- Horizonte de la confluencia

La formación del nuevo partido impulsado desde En Comú, que según han anunciado será presentado en el primer trimestre de 2017, es un horizonte de referencia para la política catalana en su conjunto. También para el grupo parlamentario más afín, cuyos miembros podrían ser prácticamente barridos en la nueva candidatura que presente los comunes.

Este factor es relevante para explicar las luchas entre dos partidos llamados a formar la nueva candidatura, pero con visiones diferentes sobre cómo debe ser. Los actuales dirigentes de Podem, enfrentados también con buena parte de la dirección estatal de Podemos, son entusiastas del nuevo sujeto político impulsado por Colau, mientras desde ICV se mantienen reticencias respecto a una disolución de las siglas. Además, la integración de los diferentes nombres de cada partido estará marcada por el peso político de cada uno, para lo que es importante la visibilidad mediática que Podem persigue.

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