El presidente del TSJ catalán culpa del colapso de la Justicia a la “pasividad” de los políticos

Dureza inédita del presidente del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TJSC), Jesús María Barrientos, para abordar el déficit de jueces y el colapso de la Justicia que vive la comunidad. La máxima autoridad judicial catalana ha culpado de la situación a la “pasividad” de los responsables políticos, a quienes ha afeado no dedicar “ni un euro de sus abultados presupuestos” para corregir los problemas.

El déficit endémico de jueces y fiscales que tiene Catalunya ha presidido este miércoles la ceremonia de jura del cargo de los 92 jueces y juezas de las nuevas promociones de togados que ejercerán en la comunidad. Desde hace años la judicatura intenta paliar la falta de jueces en Catalunya, motivada por un cóctel de razones, entre las que destacan la mayor carga de trabajo y mayor coste de la vida en la comunidad así como su tradicional falta de vocación opositora.

Hace más de un año que el TSJC, con el apoyo del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) solicitó al Ministerio de Justicia que aprobara un plus para los jueces que ejercen en Catalunya para fomentar la permanencia de la plantilla. La petición sigue sin respuesta pese al paso de los meses.

Harto de que sus reivindicaciones caigan en saco roto, Barrientos ha cargado contra los responsables políticos, sin mencionar a ninguno expresamente. De ellos ha dicho Barrientos que parecen “complacidos” con el “debilitamiento” del desempeño judicial en Catalunya, pues “no movilizan ni un euro de sus abultados presupuestos para introducir mecanismos incentivadores”.

“El fenómeno no es episódico ni coyuntural, sino que se manifiesta como resultado de una tendencia de progresivo e imparable deterioro de la planta judicial en Catalunya”, ha manifestado Barrientos, que ha alertado del “colapso a medio plazo” de la organización y del sistema de Justicia en la comunidad.

Ese “debilitamiento” del Poder Judicial en Catalunya, ha abundado Barrientos, es especialmente negativo en una comunidad “en que precisamente su afirmación y fortalecimiento resultan más necesarios que en ninguna otra”, en lo que ha sido la única referencia velada al procés del presidente del TSJC.

Muestra del colapso es que pese a la incorporación de los nuevos jueces y al agotamiento de las bolsas de sustitutos, en Catalunya a día de hoy 32 juzgados no tienen un juez al frente, ni titular ni sustituto. “Es el ciudadano quien padece más directamente e intensamente este cuadro de carencias”, ha recalcado Barrientos.