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“Nuestra clave para pactar un gobierno de izquierdas ha sido la buena sintonía y la generosidad”

José Manuel Penalva (Compromís), alcalde de Crevillent

Emilio J. Salazar

Alicante —

Desde el pasado mes de junio, Crevillent ha pasado a ser el municipio alicantino más importante donde gobierna Compromís. Lo hace gracias a un pacto con el PSPV-PSOE y L’Esquerra, plataforma que da cabida a Esquerra Republicana, Esquerra Unida y Podemos. José Manuel Penalva (1966) es el alcalde que tendrá que trazar un nuevo rumbo para una localidad de apenas 30.000 habitantes radicada entre Elche y la entrada de la Vega Baja. El primer edil nos recibe el que ha sido el despacho de César Asencio, el faraón de Crevillent, primer edil durante 24 años seguidos bajo las siglas del PP.

Teniendo en cuenta que PSOE y Podemos no logran ponerse de acuerdo para conformar un gobierno, ¿cuál ha sido la fórmula empleada en Crevillent para llegar a una entente entre varios partidos?

El primer factor es que las políticas las hacen las personas, por lo que interviene mucho la comunicación, el feeling, esa simpatía de poder llegar a acuerdo. Nosotros hemos estado fructificando el entendimiento desde hace mucho tiempo en la oposición. Pero otro factor importante es que después de 24 años de políticas de la derecha, nadie nos perdonaría no llegar a un acuerdo de cambio, que es necesario no solo por llevar tanto tiempo el PP, sino porque se ha conjugado eso con un problema en el municipio de una parálisis importante en los últimos años. Eso se ha percibido en la ciudadanía que nos ha dado una oportunidad que no podíamos tirar a la basura.

La buena sintonía comenzó desde el minuto uno. En la noche electoral estuvieron los tres grupos en la sede de Compromís celebrando la victoria de la izquierda. Eso demuestra que desde el primer día la predisposición existía y en el proceso de negociación tampoco ha habido problemas. Todos hemos sido generosos en la negociación del programa de gobierno y en la distribución de responsabilidades de gobierno. Así que resumiendo, nuestra clave para pactar un gobierno de izquierdas ha sido la buena sintonía y la generosidad.

En España también se ha dado la situación excepcional de que dos partidos gobiernen en coalición por primera vez en esta etapa democrática y no parece que se vea como una verdadera oportunidad.

Bueno en España es que los gobiernos han sido hasta ahora monocolores o de mayorías absolutas. Yo creo que este país tiene que pasar por un proceso de absoluta normalidad, que se repite en muchos países de Europa donde los gobiernos de coalición son estables. Había muchas críticas al del Botànic de que no iba a durar y eso no significa que no haya habido sus tensiones, por otro lado lógicas en cualquier gobierno, pero la realidad es que ha sido el más estable. Sus conselleres, salvo el cambio de Carmen Montón por Ana Barceló en Sanidad, ha durado toda la legislatura. Y con respecto a España mi percepción es que llegarán a un acuerdo porque a la izquierda no se le perdonaría que no llegaran a un gobierno estable y progresista.

¿Cómo se airea un ayuntamiento gobernado un cuarto de siglo por un mismo partido, por un mismo alcalde?

Bueno, piensa que en contrapartida a 24 años de derecha, hemos estado 24 años en la oposición y claro eso también nos ha dado una capacidad de análisis de ver la perspectiva de lo que necesitaba el municipio. Creo que el problema básico del PP es que se encerró en sí mismo durante muchos años, no fue capaz de ver con su parálisis que es lo que estaba pasando, y nosotros nos hemos encontrado ahora con algo que ya sabíamos, pero peor de lo que esperábamos.

Como ¿por ejemplo?

Llevamos un mes tratando de poner en marcha algo tan sencillo como la adminstración. Las primeras cuestiones que nos encontramos es que un juzgado me requiere a este ayuntamiento y a su alcalde que en 15 días tiene que ejecutar una sentencia para acabar un polígono industrial, el de La Cerámica, por la inactividad de la administración. También nos encontramos con la ejecución de una sentencia por contrataciones irregulares en materia de personal, por lo que debemos nombrar a determinados empleados públicos que estaban de forma interina concatenando contratos, algo que no es posible, y nos ha tocado hacerlas fijas e incluso compensarles económicamente. Pero lo peor de todo es que nos encontramos con que el funcionariado público está ocupando en ocasiones puestos que no debería estar ocupando de forma irregular, con la parálisis en el área de Contratación con expedientes sin tramitar desde 2016, en fin, hemos tenido que ir arreglando cosas para poner en funcionamiento la máquina porque nos hemos con un motor gripado y hemos tenido que arreglarlo para ponerlo en marcha porque es muy difícil aplicar políticas públicas cuando tienes bloqueada la administración.

¿Van a trabajar con el presupuesto prorrogado?

Ese es otro de los problemas que nos hemos encontrado. El PP presentó el presupuesto faltando dos días para las elecciones cuando tenía que haberlo presentado el 30 de octubre del año anterior. Peor el problema no era del último año, es que llevaban años sin ser capaces de presentar un presupuesto en tiempo y forma. De los últimos 11 años, 8 no fueron presentados a tiempo cuando tenía un gobierno incluso con mayorías absolutas.

Según los datos, Crevillent ostenta una de las rentas per cápita más bajas de España, ¿qué medidas piensa implementar?

Nosotros tenemos un amplio programa de gobierno y una de las primeras cosas que hemos hecho es la creación de la Oficina de Vivienda y una concejalía para ello; y el Instituto de la Vivienda valenciano nos ha ofrecido ya un pequeño parque de viviendas sociales. Pero como un ayuntamiento no puede influir en la macroeconomía, nuestra idea es crear oportunidades en todos los ámbitos. Por ejemplo, ahora con las fiestas pensamos cómo podemos promoverlas creando oportunidades de empleo. Ahora el municipio tiene dos problemas principales que vamos a acometer por un lado con un plan plurianual de regeneración urbana que ponga fin a la mala imagen del núcleo urbano con solares vacíos y fachadas de viviendas deterioradas. Pero es que además nos debemos preguntar y analizar por qué no somos competitivos desde el punto de vista de atracción de empresas del suelo industrial y eso implica evaluar todos nuestros sectores urbanísticos y ver por qué cada vez que una empresa quiere hacer algo en el municipio hay un cúmulo de problemas que al final hace inviable cualquier tipo de actuación.

¿Cómo piensa combatir el cambio climático un ayuntamiento como el de Crevillent?

De momento ya hemos hecho un gesto simbólico que es una declaración de intenciones de este gobierno, y es que la concejalía ha pasado a llamarse de Medio Ambiente y Lucha contra el cambio climático. ¿Qué podemos hacer? A través de Contratación, un área que para cualquier suministro, servicio y obra se acudía pensando en el precio y nosotros lo que vamos a implantar es que además del precio haya otro tipo de criterios a la hora de contratar como la responsabilidad social corporativa y la responsabilidad medioambiental. Si contratamos un servicio de Limpieza deberemos ver que los productos de limpieza sean sostenibles y que el trabajador esté bien pagado porque eso también es luchar contra el cambio climático y así lo indica la última directiva europea que enlaza el empleo decente con las políticas de consumo. Asimismo, somos de la creencia que todos los pequeños gestos suman y en este ayuntamiento tenemos la costumbre de ir a los plenos con la botellita de plástico y ya se ha planteado para que los concejales se traigan su botella sostenible y rellenen el agua de un dispensador.

Desde Compromís estando en la oposición se posicionaron en contra de la decisión de la Conselleria de Educación de implantar la religión islámica en los colegios de Crevillent. ¿Mantienen esa postura?

Sí, así es. Cuando se implantó la criticamos y de hecho tuvimos una reunión en Valencia con el gabinete de Vicent Marzà para mostrarles nuestra disconformidad porque no entendíamos que nuestra formación política si defiende que la religión esté fuera de los centros públicos se actúe así. Y así seguimos pensándolo no solo el alcalde sino todo el equipo de gobierno. Y además no tiene mucho sentido que si hay solo una profesora de religión islámica en toda la Comunidad Valenciana solo sea en Crevillent donde se esté impartiendo.

Con respecto al alto porcentaje de población extranjera de países del Magreb, ¿qué políticas de convivencia piensan hacer?.

Crevillent empezó siendo un municipio relativamente pionero cuando hace una más de una década creo la Comisión Municipal de Integración. El problema es que lo creó a través de una iniciativa, creo que de la oposición, pero no lo ha dotado de contenido. Así que tenemos un instrumento que es válido para la canalización de las políticas de integración, además de que tenemos un mediador cultural marroquí que no sabemos muy bien lo que se ha hecho hasta ahora. Aunque también debo decir que es un municipio muy integrador que no ha registrado incidentes. Y ahora debemos aprovechar estas oportunidades. Un ejemplo, cuando vemos en Granada los zocos árabes tan ordenados da mucho gusto comprar, ¿por qué no podemos hacer lo mismo para la avenida Vicente Ferrer? Pues nos vamos a sentar en la mesa para hablar primero hablar con ellos.

Desde la oposición se ha criticado que el equipo de gobierno esté utilizando el valenciano exclusivamente en comunicados municipales.

La única decisión de política lingüística que ha seguido este ayuntamiento es poner en un logotipo Archivo Municipal en valenciano. Si eso es un problema de discriminación del castellano te puedo invitar a que veas toda la señalización que existe en castellano y es más, el 90% de la documentación oficial está en este idioma. Esto forma parte de la política de confrontación de la derecha y el PP se está viendo arrastrado por Vox que es más radical todavía. Además de que el PP fue el que puso Centre Jove en valenciano. Lo dicho, no tiene sentido esta polémica instaurada por una derecha que cree que gana votos y más en Crevillent, un municipio fronterizo desde el punto de vista lingüístico con las regiones del sur donde se habla castellano. Así que identificar Crevillent como un municipio valencianoparlante es un valor que debemos preservar y que en la ciudadanía no conlleva ningún problema.

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