Feliz día de Internet. Feliz día del cambio
A veces un simple cambio tecnológico es suficiente para sacudir de arriba abajo toda la estructura de la sociedad. Y provocar una auténtica revolución. Quizá el ejemplo más famoso de esto sea la imprenta que logró romper el monopolio de la cultura por parte de la Iglesia y, poco a poco, proporcionó el vehículo para que las ideas seculares pudiesen viajar libremente -censura real y eclesiástica mediante- por todo el mundo. El cambio más significativo al que llevo ese revulsivo cultural fue, nada menos, que a la caída del Antiguo Régimen puesto que la Enciclopedia es una consecuencia directa del impacto cultural que supuso la imprenta. Y llegó tres siglos después de su invención.
Hoy en día la tecnología lo invade todo y los plazos se han acortado mucho. Ya no hay que esperar siglos para ver cómo una tecnología cambia la sociedad. Sin embargo hay algunos avances cuyas consecuencias son tan vastas y tan complejas que somos incapaces de prevenir hasta donde nos van a llevar.
Hoy 17 de mayo se celebra el Día de Internet. Una revolución a la altura de la misma imprenta que, sin darnos cuenta, está modificando nuestra sociedad para siempre. Y para mejor. La información nunca ha circulado tan libremente y, lo más importante, tan democráticamente. Hace apenas veinte años era impensable que un grupo de periodistas montase un periódico sin el apoyo de gran capital y hoy en día eso no solo es posible si no que es habitual.
Pero el cambio no solo afecta a la capacidad de informar -más rápido, más exhaustivamente, con mayor libertad-, la ciencia está logrando avanzar más deprisa gracias, sencillamente, a que los investigadores de todo el mundo pueden estar en contacto e intercambiar conocimientos gracias a esta conexión mundial.
En términos de penetración, de uso, de funcionalidad y de perspectivas de futuro, la red está en un increíble momento, por mucho que los ataques continuados a su independencia y los intentos de coartar su potencial para la denuncia la pongan a menudo en entredicho. Las iniciativas legislativas como nuestra retrógrada Ley Mordaza no hacen sino demostrar eso: que algo ha cambiado completamente en nuestra relación con la información. También en el siglo XVIII había un índice de libros prohibidos. Y eso solo servía para saber qué había que leer primero.
Internet apenas lleva con nosotros veinte años y ya ha puesto cabeza abajo toda la industria cultural del planeta. Pero esa ha sido solo la primera pieza. No creo que tengamos que esperar 300 años para ver cambiar muchas otras cosas. Esto apenas ha comenzado y la revolución no se detiene. Seguro que en los próximos años muchas otras cosas van a cambiar. Feliz día de Internet. Feliz día del cambio.
