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El Gobierno de coalición entre PSPV, Compromís y Unides Podem: más fricciones, pero presupuestos garantizados

Puig, Oltra y Martínez Dalmau, tras la reunión que desbloqueó las negociaciones.

Sergi Pitarch

Valencia —

Con la entrada de Unides Podem al nuevo Gobierno valenciano de progreso la política pasará del Parlamento al Ejecutivo. La suma de PSPV-PSOE, Compromís y la coalición entre Podemos y Esquerra Unida garantiza el apoyo en las Corts de 52 de los 99 diputados, con lo que los presupuestos -si no hay ruptura- tienen garantizada su aprobación. Eso sí, las fricciones ya no se despacharán y negociarán en la Cámara, sino que se tendrán que aclarar en el seno del Consell que liderará Ximo Puig y donde tendrán una vicepresidencia Mónica Oltra y Rubén Martínez Dalmau. 

El nuevo Gobierno valenciano que empezará a andar el próximo lunes 17 de junio continuará con la fórmula del “mestizaje”, es decir, todas las consellerias tendrán altos cargos de partidos distintos al del conseller, sobre todo de PSPV y Compromís que son los mayoritarios. La idea es no tener tres gobiernos, sino que las tres formaciones participen de todos los acuerdos. En la pasada legislatura, el pleno del Gobierno valenciano tomó 5.746 decisiones por unanimidad y solo en una se desmarcaron los cinco consellers de Compromís, la del adelanto de las elecciones autonómicas valencianas.

La idea del que será conocido como Botànic II es negociar cualquier decreto o decisión en las comisiones de secretarios autonómicos anteriores al pleno del Consell. Nada se enviará al pleno del Gobierno valenciano en lo que no se hayan puesto de acuerdo las tres formaciones. Con la entrada de Unides Podem, el consenso será más difícil, pero la idea es utilizar el mismo mecanismo para dotar de estabilidad a los acuerdos. Además, se está redactando un acuerdo en el que queden las propuestas programáticas selladas de manera tan precisa que no haya pie a ninguna “mala” interpretación.

Batalla por los impuestos

Aún así, el nuevo Ejecutivo no estará exento de polémicas que acabarán en debate en las Corts si se enquistan. Será motivo seguro de controversia la tasa turística o el impuesto al azúcar, que ya han dicho que apoyarán Compromís y Unides Podem. En este caso, Hacienda y Turismo son competencias de los socialistas, por lo que habrá una intensa guerra por sacar adelante o no estos tributos.

Las competencias en Igualdad y lucha contra la Violencia de Género también han sido un motivo de fricción entre Compromís y PSPV en la pasada legislatura. En este caso entre Mónica Oltra y la consellera de Justicia Gabriela Bravo, que han conseguido mantener las competencias en el nuevo mandato, por lo que se esperan nuevas fricciones. Habrá que ver si el PSPV consigue que se cree un Instituto de la Mujer o la competencia continúa en la Conselleria de Políticas Inclusivas que dirigirá Compromís.

Habrá tensión por el macroproyecto Puerto Mediterráneo

Compromís y Unides Podem pugnarán por el desarrollo de las políticas “verdes”. En este caso, habrá una Agencia contra el Cambio Climático que debe contentar a Podemos, mientras que la coalición valencianista continuará teniendo el control sobre las declaraciones de impacto ambiental. Con esta figura, el Gobierno valenciano tumbó el proyecto de macrocentro comercial Puerto Mediterráneo, en el que se iban a urbanizar unos terrenos de 99 hectáreas en Paterna.

El ayuntamiento de Paterna con mayoría absoluta socialista ha iniciado el procedimiento para que el proyecto se vuelva a poner en marcha. Compromís ya ha dicho que se opone. Una nueva guerra jurídica y política se espera en los próximos años.

Dura oposición

Donde también habrá una pugna por liderar un proyecto es en la oposición parlamentaria. PP y Ciudadanos tienen prácticamente los mismos escaños y dos líderes muy incisivos, la popular Isabel Bonig y el exdiputado naranja en el Congreso Toni Cantó. Por su parte, Vox con 10 diputados se ha quedado fuera de la Mesa de las Corts y será difícil que pueda tener espacios visibles para atacar al gobierno. Si el tripartito es estable, la oposición tendrá pocos canales para desgastarlo. 

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