Manual del “antiturismo” o cómo atraer visitantes esquivando la precariedad laboral y la sobreexplotación del medio ambiente
Esta semana saltaron las alarmas. Un incidente en pista con un jet privado obligó a desviar 28 vuelos y cancelar nueve del aeropuerto Alicante-Elche el pasado jueves. Una vez descartados daños personales, el turismo alicantino activó otra alarma, la económica. ¿Qué pasaría con todos esos turistas rezagados? Y no es de extrañar teniendo en cuenta que el sector genera el 85% de la actividad de la provincia (datos de 2017), según un informe del lobby empresarial Exceltur.
Sobre este tipo de cifras grandilocuentes que revelan “las bondades” del turismo como sinónimo de “motor de riqueza” Jorge Cabezas considera que los medios de comunicación nos volcamos en exceso mientras que dejamos de lado sus “consecuencias negativas”. Este editor pertenece a Fuera de Ruta, una pequeña editorial de Benetússer (Valencia) que ha traducido para el mercado español el libro ‘Manual del Antiturismo’ del autor francés Rodolphe Christin y cuya presentación tuvo lugar el pasado jueves en la Líbrería 80 Mundos de Alicante.
El acto estuvo apadrinado por Marta García y Andrés Silanes, miembros de Alacant AfterSun, una plataforma crítica que desde el 2008 busca generar un relato “ilusionante” de la capital de provincia, de momento “sin éxito”, dicen entre risas. Alicante es la provincia valenciana con mayor número de viviendas turísticas registradas desde 2015, 31.824 según cifras del Consell, frente a las 12.021 de Valencia o las 9.728 de Castellón https://www.eldiario.es/cv/Comunitat-Valenciana-apartamentos-turisticos-inmuebles_0_864414115.html
Aun así, la ciudad se resiente de una “falta de estrategia turística”, explica Silanes. “Me dan pena los turistas perdidos que me paran por la calle porque no encuentran ni una indicación para subir al castillo de Santa Bárbara, quizás nuestro único atractivo turístico”, se lamenta este arquitecto. “¿Y dónde están los millones de euros que deja el sector?” se preguntan desde el público asistente, “porque yo veo cómo llegan los turistas de los cruceros mientras las tiendas del centro se siguen cerrando”.
Benidorm, en cambio, sí que cuenta con un modelo definido que le ha convertido en la capital turística por antonomasia. Uno de los aspectos clave que Rodolphe Christin se detiene en el libro, avanza Jorge Cabezas, es el del “fenómeno Low Cost” que trae aparejado la precarización del trabajo que depende del turismo. A este respecto, las camareras de piso de los hoteles o ‘kellys’ de la comarca de la Marina Baixa llevan años reivindicando unas condiciones dignas que acaben con la sobrecarga laboral y los abusos, recuerdan en la charla.
El manual también destaca los efectos negativos que el turismo comporta para el medioambiente. Alicante, en este sentido, también tiene mucho que decir. Tabarca, por ejemplo, es un ejemplo de sobreexplotación de un entorno, la isla habitada más pequeña del Mediterráneo, que con 60 habitantes acoge a 230.000 turistas al año de los que el 65% acuden en verano. En 2018, esta isla dependiente de Alicante se convirtió en el espacio con más quejas al Síndic de Greuges por metro cuadrado en todo el territorio valenciano de las que aproximadamente la mitad, 1.322, versaban sobre la preocupación medioambiental que conllevaba la presión turística. Por este motivo Compromís ha pedido mayor control para evitar la degradación de la reserva marina, en cuyas aguas exteriores el Ministerio de Agricultura ha prohibido desde hace unos meses las motos de agua y el fondeo de embarcaciones.
El Consell sí que ha tomado nota en Cova Tallada, Denia, donde por primera vez controlará la masificación de turistas que ha caracterizado a este enclave natural. Desde el 15 de junio, y solo mediante reserva previa, podrán disfrutar de esta gruta 482 personas al día con el objetivo de preservar su riqueza natural y cultural.
En el acto del jueves también se recordó la “última aberración” que preocupa a los colectivos ecologistas como es el intento de Aena de construir una segunda pista del Aeropuerto Alicante-Elche sobre el humedal protegido de Aguamarga para alcanzar el objetivo de 17 millones de pasajeros en 2035 https://www.eldiario.es/cv/aeropuerto-Alicante-Elche-AENA-construir-Aguamarga_0_879812923.html
Alternativas
Con este retrato, los participantes y asistentes deslizaron algunas posibles soluciones para escapar al turismo desacerbado, algunas de ellas ya están incluidas en el libro. Como por ejemplo, apostar por el tren o autobús como medios de transporte alternativos al avión, el más contaminante con diferencia. También se abogó por evitar los cruceros por el mismo motivo y llevar la filosofía sostenible del “residuo cero” allá donde uno acampe.
Otra opción que deslizó Cabezas es “hacer viajes más largos en lugar de solo un fin de semana” para conocer de verdad el destino y sus gentes y acabar integrado en lugar de alimentarse en la típica cadena de comida rápida que abunda en todas las ciudades del planeta “y que al final uno no sepa dónde está”. “Confieso que yo fui usuario de Airbnb”, dice con ironía, “y recuerdo que mi primera experiencia vino motivada por esa idea colaborativa que tenía entre particulares”, rememora. “Me encantó porque acabé en casa de un hombre que vivía allí y sentí que en cierto modo yo también vivía en esa ciudad; ahora en cambio los pisos se adaptan al turismo, expulsan a los vecinos y no hay esa esencia”.
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