Las mociones de censura en municipios valencianos vuelven a repuntar y se triplican en un mandato
Los mandatos no siempre acaban con los mismos gobiernos que los empezaron. Al final de este mandato que ahora acaba, el balance de mociones de censura en ayuntamientos valencianos ha sido de 14, casi el triple que en el periodo 2015-2019, cuando se quedaron en cinco. Estas se han producido de forma transversal en los principales partidos en la Comunitat Valenciana, que las han impulsado y las han sufrido, en las tres provincias, en municipios muy grandes y en muy pequeños, y a lo largo de toda la legislatura, empezando por la primera, que se produjo un mes después de la investidura inicial, hasta la última que tuvo lugar el pasado mes de septiembre.
Cronológicamente las mociones triunfaron en Guadassuar en 2019; Torres Torres, Massalfassar, Torremanzanas, Montroi y Cortes de Pallás en 2020; Agres, Teulada y Godelleta en 2021; y Rocafort, Orihuela, Loriguilla, la Vilavella y Cirat en 2022.
El partido que más alcaldías ha perdido ha sido el PP, con seis (Guadassuar, Torres Torres, Montroi, Godelleta, Rocafort y Orihuela). El PSPV ha perdido tres (Torremanzanas, Cortes de Pallás y Cirat). Compromís otras tres (Massalfassar, Agres y Teulada). Y una Ciudadanos (Loriguilla) , así como Iniciativa per La Vilavella (la Vilavella).
El PSPV es el partido que ha participado en más mociones, hasta siete, de las cuales ha conseguido cuatro alcaldías en Godelleta, Rocafort, Orihuela y la Vilavella (aquí gracias a un tránsfuga del PP), dos más compartidas con turno en la vara de mando con Compromís en Guadassuar y en Montroi con los independientes de Gent de Montroi. Además entró en el gobierno en Torres Torres al votar a una alcaldesa independiente.
El PP ha impulsado seis mociones de censura, de las cuales se ha servido en cuatro de ediles tránsfugas de diferentes partidos. En Torremanzanas y Teulada el PP consiguió las alcaldías con tránsfugas del PSPV; en Agres se sirvió de un tránsfuga del PSPV al que hicieron alcalde para derrocar al gobierno socialista; y en Cortes de Pallás se turnó en la alcaldía con un tránsfuga de Compromís.
Caso especial es el de Loriguilla, donde los ediles de PSPV y PP se dieron de baja de sus partidos previamente a la moción de censura para aliarse y tumbar al alcalde de Ciudadanos, y turnarse entre ellos con la vara de mando. Este alcalde de Ciudadanos ahora ha hecho el salto dejando el partido naranja para encabezar la lista del PP.
Finalmente está el rocambolesco caso de Cirat, donde se ha producido la última moción de censura el pasado mes de septiembre. En esta pequeña localidad castellonense las listas únicamente pueden presentar a cuatro candidatos para cinco actas de ediles en el ayuntamiento. En las elecciones, el PSPV consiguió casi duplicar en sufragios al PP al obtener 100 contra 58, y la representación quedó cuatro a uno. Pero circunstancias a lo largo de la legislatura hicieron que un edil socialista tuviese que renunciar por incompatibilidad laboral y otro por unas polémicas declaraciones en las que proponía matar a los gatos de las colonias del pueblo. Con la salida de estos dos concejales socialistas entraron, primero uno y después otro, concejales populares, dando un vuelco a la representación municipal, que quedó en dos del PSPV y tres del PP, hecho que se aprovechó por parte de los populares para hacerse con la alcaldía.
Las 14 mociones de censura de este mandato han supuesto un repunte respecto al anterior, en el que se produjeron cinco, pero cabe destacar que ese fue el que menos mociones tuvo de los que hay registrados en datos oficiales, y solo hubo también menos mociones en el periodo 2011-2015, con 10. El récord lo marcó 2003-2007 con 30 mociones, seguido de 1999-2003 con 24, de 1995-1999 con 22 y de 2007-2011 con 18.
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