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CV Opinión cintillo

Naufragan las cámaras en Barcelona

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“El mercant, escorat, és a alta mar

amb ningú a bord: en l’últim temporal

tots l’han abandonat.

Sota el cel blau, en una mar tranquil·la,

comença a enfonçar-se poc a poc.“

A Joan Margarit amb motiu del seu traspàs. Sant Just Desvern, 2005

Las ratas abandonan el barco. Primero fue Magma Diseny. Cuando vio que el rumbo de la nave no le satisfacía. Ahora son Naturgy, Abertis y Hoteles Catalonia, las que se marchan. Las compañías que compraron su puesto en el Pleno de la Cámara de Barcelona por 75.000 euros y se niegan a continuar. La Cámara tiene asegurados 2 millones y medio de la Generalitat. La historia de las Cámaras de Comercio es triste y lamentable. ¿Son grupos de presión, engranajes de clase e influencia o entes de gestión? Órganos consultivos de la Administración susceptibles de orientar a los gobiernos. Entidades intermedias de la sociedad. Para eso se fundaron. Son corporaciones de derecho público, creadas por ley y zarandeadas por la irresponsabilidad, la ignorancia y la ambición política. El último episodio discurre en Catalunya, en el escenario de la-- en otros tiempos-- prestigiosa, honorable y eficaz Cámara de Comercio de Barcelona. Muy vinculada a la de València. Cuya sede histórica se sitúa en el enclave portuario de la Llotja de Mar. Mediante un golpe institucional la Asamblea Nacional de Catalunya (ANC) convirtió a Joan Canadell (2019), propietario de la compañía Petrolis Independents, en presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona y del Consejo de Cámaras de Comercio de Catalunya. Foro que reúne a las catorce entidades camerales del territorio catalán.

Subversión

El actual presidente de la Cámaras de Catalunya, Joan Canadell, en perversión indebida de la institución que preside, se proclamó candidato y ahora es diputado electo en el Parlament de Catalunya por Junts x Cat. En el puesto número tres de la lista que encabezan Puigdemont y Laura Borrás, sin ceder el cargo que ostenta en la Cámara de Barcelona. Puesto que dejará más adelante. Previsiblemente en manos de su actual presidenta accidental Mónica Roca, del grupo independista que gobierna la institución. La pretendiente será la primera presidenta que tendrá la Cámara de Barcelona. Mujer, soberanista y continuadora en la deriva política que sigue la corporación cameral, con mayor solera entre las 85 que subsisten en España. Hasta ahora se había considerado legítimo el trasvase a la arena política de los dirigentes camerales, siempre que el paso no fuera directo de las Cámaras a un cargo de partido, en el que se milita.

Traición

En las Cámaras de Comercio valencianas se rompió esta norma, no escrita, con la ascensión, con todas las bendiciones del Partido Popular, de Arturo Virosque a la presidencia de la Cámara de Valencia y del Consejo de Cámaras de Comercio de la Comunitat Valenciana. Después sucedieron los nombramientos de cargos políticos en la dirección general del Consejo de Cámaras en la persona de Luís Espinosa Fernández—que tuvo que dimitir en la CEV por estafa en los cursos de formación y después consiguió varios cargos en el ministerio de Exteriores con el PP de José María Aznar--, Carmen de Miguel –directora general de Trabajo con Eduardo Zaplana—José Luís Colvé –director general de Trabajo en la Generalitat de Eduardo Zaplana—y la actual Lourdes Soriano, designada por el PP. Al mismo tiempo que Pedro García,-- ex -director de Radiotelevisión Valenciana con el PP y persona de confianza de Zaplana--, era procesado por malversación de fondos . Condenado a seis años y nueve meses de prisión--.

Diluvio

En enero de 1996 todavía era director del Área de Comunicación en la Cámara de Comercio de Valencia. Me llamó Arturo Virosque a su despacho de presidencia en la planta novena de la calle Poeta Querol,15. Era un sábado de rebajas, cuando en la Cámara sólo estaba él, su secretaria, Pilar López y poco más. No quería testigos. Al entrar me advirtió que no hiciera mucho gasto en compras. Me iba a despedir porque así se lo imponían “los que mandan”. Lanzó el aviso mientras sugería que no me incluiría en el ERE—marzo de 1966-- que planeaba, si le decía por escrito que incluyera a todas las personas de mi equipo. Una semana después, también en su despacho, sentado junto al secretario en funciones de la Cámara, le dijo que “detrás de éste –refiriéndose a mí—vas tú”. El espíritu amenazante de los atentados de Atocha de 1977 revoloteó por el ático. El secretario se jubiló en la Cámara, durante la presidencia de José Vicente Morata. Con Virosque de prersidente volví a la Cámara como miembro electo del Pleno. Era secretaria general, Ana Encabo, que había pasado, directamente,--de política a cameral--. De ser secretaria autonómica de Formación del PP de Francisco Camps, al más alto cargo ejecutivo en la Cámara. No se guardaban ni las formas.

Politizar

La Cámara de Madrid se convirtió en prolongación de las consejerías del PP de la Comunidad de Madrid. La sede fallida de la Cámara de València en la calle Jesús –ahora ocupada por la Agencia Tributaria—se rehabilitó sobre dos edificios que habían albergado servicios de la Seguridad Social, vetados para uso privado y propiedad del ministerio de Trabajo. Eduardo Zaplana, titular de la cartera, tardó una semana en convencer a Arturo Virosque de que sería la ubicación ideal para la sede de la Cámara de Comercio de València. Estas anécdotas evidencian que la politización de las Cámaras de Comercio no se ha iniciado con el acceso a la presidencia de Canadell en la Cámara de Barcelona, aupado por ANC. La burguesía catalana tiene un conflicto de cisma y descomposición. Las entidades económico-empresariales de la Comunitat Valenciana – Cámaras, Feria València, Bolsa, Autoridad Portuaria de València y patronales- iniciaron a finales del siglo XX su decadencia y su claudicación en manos de los políticos del Partido Popular. Así se fragua la desnaturalización de estas instituciones --de carácter empresarial-- prestigiosas y centenarias.

La selva legal

En 2010 redacté la “Historia de las Cámaras de Comercio en su 125 aniversario” que me encargó el Consejo Superior de Cámaras de Comercio que presidía el ex –ministro de Comercio, Javier Gómez Navarro. Me desplacé a Bruselas a visitar la delegación del Consejo ante las instituciones europeas. En el despacho del director, Fernando Puerto, aquel 3 de diciembre de 2010, conocí el golpe mortal que había asestado a las Cámaras, el gobierno del PSOE de José Luís Rodríguez Zapatero. Con un Decreto Ley, por el que se eliminaron las cuotas obligatorias que pagaban las empresas—recurso cameral permanente— y con las que se financiaban estas instituciones, en desacuerdo con la Ley de Bases que aprobó el gobierno de Felipe González en 1993, refrendada por el Constitucional en 1996. El ministro responsable de Industria y Comercio, era Miguel Sebastián, ex del BBVA .Ahora consultor televisivo. Ambos, Zapatero y Sebastián, no tuvieron la decencia de prever un mecanismo alternativo para la supervivencia de las 85 Cámaras españolas. Con más de cinco mil empleados y una historia centenaria. El vacío legal superó la era socialista. Pasó al advenimiento del PP de Mariano Rajoy, quien, tras vacilaciones y presiones patronales, gestó la nefasta Ley de Cámaras de 2014. Las Cámaras de Comercio con esta ley de Bases y la correspondiente ley autonómica de 2015, ajustada con prisas por el PP de Francisco Camps, cuando vieron que su hegemonía peligraba, han acabado en lenta agonía. En ambos preceptos legales, que los dirigentes empresariales valencianos, aceptaron de forma vergonzosa y sin rechistar, se acabó con la independencia de la administración institucional cameral. Cuanto más manipulen la naturaleza de las Cámaras de Comercio más propiciarán su declive.

A por ellas

Entre los soberanistas catalanes que aúpan a Canadell , el ansia de apoderamiento de la CEOE heredera del Sindicato Vertical, la pasividad de quienes únicamente aspiran a cobrar a final de mes, las teorías obsesivas de los ideólogos del PSOE, la cúpula cameral de la Cámara de España -- nadie sabe quién la elige ni cómo--, presidida por José Luís Bonet--, los plenos de las Cámaras abochornados de tanto tragar sin explicaciones ni razón de ser, las estratagemas de constituir sociedades en las Cámaras para evitar la Ley, la indefinición de un colectivo que se autodenomina emprendedor y reclama al Estado que lo pague todo. Difícil volver a los orígenes si no se asume la historia ni definen hacia dónde se va. Quienes enfangan las Cámaras en el lodazal político, no sólo independentista, propician su naufragio.

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