Un grupo de pedagogos, contra la extrema derecha: “Los antidemócratas solo saben infundir miedo y lanzar proclamas para amedrentar”
Un grupo de pedagogos, pertenecientes al proyecto Geo-Clío, ha hecho público una carta alertando del “fascismo” que está saliendo a la luz en los últimos tiempos a raíz de las pintadas “con alusiones al nazismo y referencias explícitas a un partido que no hacepta las reglas democráticas, como es Vox” que han aparecido en localidades como Paiporta, así como del “acoso a profesores” en municipios como Petrer y Puçol. “Se incita a cuestionar el raciocinio, la argumentación docente y se busca potenciar la visceralidad de las pasiones más bajas. El enfrentamiento personal para desacreditar mediante el miedo”, sostienen.
Este colectivo denuncia estos hechos: “Se acusa de adoctrinar”. “La prueba más palpable de que esto no es así es el ejercicio de opiniones claramente contrarias a los valores democráticos y ciudadanos”, explican: “Si se adoctrinara no existirían este tipo de conductas”. Por el contrario, cuando se busca persuadir o convencer el trayecto “es más largo. Pero es un camino que merece la pena, pues con el intercambio de argumentos racionales se construye un espacio público de convivencia, de colaboración”.
“La fácil difusión de noticias falsas en las redes propicia que se expandan bulos y se anime a conductas intolerantes, basadas en el menosprecio de la racionalidad”, explica Xosé M. Souto, uno de los treinta y seis pedagogos firmantes del manifiesto, que apuntan que el ejercicio de la docencia “tiene, como la persuasión, un tiempo más lento. Pero al mismo tiempo más contundente. Sus explicaciones son certeras porque se basan en el análisis de los conceptos y en la aportación de las pruebas que conforman un argumento”. “Los antidemócratas solo saben infundir miedo y lanzar proclamas para amedrentar”.
Geo-Clío se marca como objetivo “impugnar y denunciar las acciones que impiden la convivencia” y la configuración de un espacio público. “Es hora de hablar y razonar. No vaya a ser que cuando queramos hablar sea tarde, como le pasó a Unamuno en la Universidad de Salamanca. Hemos de hablar alto y claro a favor del adoctrinamiento democrático. Hemos de poder construir un espacio público educativo”, explican, porque “las alternativas son la barbarie y el sometimiento de la ciudadanía a súbditos”. “Los casos de Petrer, Paiporta y Puçol no pueden repetirse. Son virus que destruyen la convivencia. Y en ello está nuestro futuro”, concluyen.
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