Las mujeres solo han ocupado el 30% de los espacios de poder en la política valenciana en 40 años
Las leyes de igualdad han acercado las instituciones a la proporcionalidad en la representación por sexos, pero aún existen grietas por las que se cuela la desigualdad. Un estudio elaborado por la periodista Julia Ruiz y la jurista Julia Sevilla para la Federació de Dones Progressistes de la Comunitat Valenciana sitúa en un 30% de media la representación de las mujeres en los principales espacios de poder en la política valenciana desde la primera legislatura de las Corts Valencianes.
El informe, que abarca 40 años de actividad política democrática, se centra en los puestos más elevados de las principales instituciones y administraciones valencianas, como las Corts Valencianes, los Gobiernos de la Generalitat y las diputaciones provinciales. El texto apunta a una “deuda histórica” con la representación femenina en los espacios de poder: de los 300 cargos políticos, de los cuales 222 son hombres y 78 mujeres.
El informe pone en valor las leyes de igualdad y las normas sobre paridad en los cargos públicos, que han aumentado la representación de las mujeres desde su entrada en vigor, pero apunta que “infrarrepresentación de las mujeres en los ámbitos de poder no se corregirá si los partidos sólo se ciñen a lo legalmente establecido”. El estudio indica que los actuales gobiernos de izquierdas han posibilitado las fotografías de un Consell con más conselleres que consellers y una Junta de Síndics que ha pasado a denominarse Junta de Síndiques, pero matiza que “el avance, con todo, ha sido lento y existe una deuda histórica con las mujeres que tardará años en saldarse”. “Todavía hoy son necesarios cambios estructurales y culturales que permitan una democracia plena en el que las mujeres puedan incorporarse en igualdad de condiciones que los hombres al ejercicio de la política y que, al igual que ellos, puedan promocionar a los puestos de mayor responsabilidad sin tener que apearse a mitad del camino, sin ser sustituidas o intercambiadas”, señalan las autoras.
En las Corts Valencianes, la Cámara de representación autonómica, la evolución ha sido notable: arrancó la legislatura con un 5% de mujeres, la terminó con cerca de un 47%. Con algunas fluctuaciones, la proporción ha sido paralela a los procesos internos de los partidos de izquierdas para primar una representación paritaria. Respecto a las portavocías, solo quince diputadas han sido portavoces de sus respectivos grupos parlamentarios. En esta legislatura, la décima, todos los grupos han terminado con mujeres a la cabeza, tras ajustes internos. Sin embargo, solo dos mujeres han presidido la Cámara, ambas por el PP: Milagrosa Martínez y Marcela Miró.
Sobre la Presidencia de la Generalitat Valenciana, las autoras se muestran contundentes. No solo es que no haya sido presidida por una mujer, sino que pocas han tenido la posibilidad de hacerlo. La “presidencia de la Generalitat ha funcionado como una suerte de oligopolio masculino en el que en contadas ocasiones una mujer ha tenido opciones reales de alcanzarla”, apuntan, dado que “los aparatos orgánicos de los partidos han sido de forma mayoritaria controlados por hombres”. En estas elecciones autonómicas, que se celebran el 28 de mayo, entre los grupos con presencia parlamentaria solo hay una candidata: la portavoz de Ciudadanos, Mamen Peris.
El documento afea que “el PSPV nunca ha presentado una mujer para presidir la Generalitat” y apunta que “los partidos minoritarios son los que mejores estadísticas presentan a la hora de apostar por las mujeres como candidatas. El primer Compromís presentó a Gloria Marcos y el segundo Compromís a Mónica Oltra en dos ocasiones. EU concurrió con Marga Sanz”, pero, recuerda: ninguna se encuentra en la escena política actual.
Sobre el siguiente nivel, el Consell de la Generalitat, la situación mejora ligeramente. En diez legislaturas han formado parte del Consell un total de 97 personas: 67 varones y 30 mujeres, sin incluir a los presidentes. En el análisis numérico, puramente cuantitativo respecto a la serie histórica, los partidos conservadores ganan en aportación: “Los gobiernos del PP son los que más mujeres han aportado al Consell: catorce frente a las 8 nombradas bajo el paraguas del PSPV. Compromís ha situado a seis y Esquerra Unida, una. María Angeles Ramón Llin, una de las primeras mujeres en integrar un Gobierno valenciano, fue consellera por dos partidos distintos: primero, por Unión Valenciana y, después, por el PP”, resume el texto.
Sin embargo, al adaptarlo al contexto político, ha sido con los ejecutivos de coalición de izquierdas cuando ha mejorado la representación, con los primeros Ejecutivos formados por más mujeres que hombres. La paridad real en el Consell se consigue en 2015, con el primer Gobierno del Pacto del Botánico, y se mantiene en 2019, dado el compromiso político que adoptaron los tres grupos en las negociaciones. En esta última legislatura, los relevos en las diferentes carteras han dado lugar al hito histórico de un Ejecutivo con más mujeres que hombres. Así, la foto actual del Ejecutivo es de siete mujeres y cinco hombres, presidente incluído. “Por primera vez las mujeres representan el 58% en el Consell, una foto histórica y que supone un vuelco respecto al punto de partida”, señalan las autoras.
En los niveles más próximos al ciudadano la brecha se agranda. En las Diputaciones Provinciales, el histórico arroja solo un 18% de mujeres en puestos de poder; en las alcaldías de las tres capitales de provincia el porcentaje de mujeres en estos cargos es del 25%.
Tras el análisis cuantitativo de las instituciones, el estudio concluye que la ley de Igualdad, aprobada en 2007 por el Gobierno del PSOE, “ha servido de aliento para ampliar la presencia de las mujeres en la política, principalmente en los parlamentos y los gobiernos autonómicos, aunque se ha quedado corta en lo que respecta al acceso a la cima del poder y a aquellos espacios en los que el equilibrio queda en manos de la voluntad de los partidos políticos”. El El poder valenciano, apuntan, ha estado en manos de los hombres “casi de forma exclusiva en las dos primeras décadas de la democracia”. Las mujeres son un 50% de la población y han tenido un 30% de la representación en los lugares donde se toman las decisiones.
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