El Parlamento valenciano aprueba unos presupuestos “récord” para activar la reconstrucción tras la pandemia
El Gobierno del Pacto del Botánico saca adelante sus sextos presupuestos consecutivos con un aumento del 12% del gasto social para abordar la reconstrucción tras la pandemia. El presupuesto global se cifra en 25.000 millones de euros, de los cuales 19.043 serán de gasto real, cifra que las convierte así en las cuentas más expansivas del Ejecutivo autonómico.
La mayoría progresista de las Corts Valencianes ha validado este miércoles con 52 votos a favor, 29 en contra y las 18 abstenciones de Ciudadanos el proyecto de presupuestos y con sus 52 votos la ley de medidas fiscales que sienta las bases para las cuentas públicas. Los presupuestos de 2021 son los sextos que se aprueban con el Gobierno progresista integrado por PSPV, Compromís y Unides Podem.
El Ejecutivo autonómico ha incrementado notablemente las partidas destinadas a Sanidad y Políticas Inclusivas, las dos conselleries que más recursos reciben en términos absolutos. Casi el 40% del gasto real del Gobierno valenciano se destina a la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública, que lucha directamente contra la pandemia. Por su parte, el presupuesto de Igualdad y Políticas Inclusivas aumentará un 20% para el próximo año hasta superar los 1.900 millones de euros para consolidar la red asistencial y de cuidados. Mientras, en Vivienda el presupuesto crece un 38% para incrementar el parque público de vivienda y prevé cerca de 31 millones de euros para ayudas al alquiler, que incluyen ayudas de emergencia por la Covid, ayudas para los afectados por las inundaciones en la Vega Baja y ayudas de alquiler joven. La Conselleria de Educación, Cultura y Deporte incrementa su dotación en un 6,9% hasta los 4.797 millones de euros con el foco puesto en incrementar la digitalización del sistema y garantizar el derecho fundamental de todos los menores. Las cuentas públicas incluyen -después del compromiso de Hacienda- la equiparación salarial de personal sociosanitario al de salud pública, una subida de sueldo de cerca de 15 millones de euros en total y una transferencia de 23 millones de euros que se realizará en enero.
El gasto social alcanza en los presupuestos de 2021 los 15.930 millones de euros, el 84,6% de los gastos no financieros, lo que supone la mayor inversión social realizada por la Generalitat, según indica el Ejecutivo autonómico. Como indicó el conseller de Hacienda, Vicent Soler, implica “destinar cada día 43,6 millones de euros a servicios públicos fundamentales como sanidad, educación o mejora del bienestar”, 3,9 millones de euros más que en 2020.
Subida de impuestos a rentas altas y bonificaciones fiscales
Junto a las cuentas públicas se ha aprobado la Ley de Medidas Fiscales, conocida como ley de acompañamiento a los presupuestos, que diseña la política fiscal para el próximo ejercicio. Los partidos progresistas siguen la línea iniciada en 2017 que aboga por una progresividad fiscal -que pague más quién más tiene-, tendencia que ha provocado que Ciudadanos vote en contra de la norma. Para 2021 se prevé una subida de impuestos a las rentas altas a través de un aumento del IRPF, un incremento del impuesto de Patrimonio para los tramos más elevados y la creación de nuevos impuestos relacionados con la llamada fiscalidad verde, que se enmarca en los planes de la Unión Europea para los próximos años. De un lado, se grava a las centrales de producción energética en función de las emisiones contaminantes; de otro, a los grandes tenedores de viviendas desocupadas, según la redacción de la Ley de Función Social de la Vivienda. La reforma fiscal del Pacto del Botánico supone un incremento de la recaudación de cerca de 36 millones de euros, según cifran los partidos, y los aumentos afectarán a unos 21.000 contribuyentes, cerca del 1% de los valencianos con obligaciones tributarias.
La ley de Medidas Fiscales prevé una serie de desgravaciones para víctimas de violencia machista, residentes en municipios en riesgo de despoblación y alquileres. La norma prevé reducciones en el IRPF de entre 300 y 540 euros para residentes en zonas despobladas, un ajuste para trabajadores en ERTE y rebajas fiscales para quienes contribuyan a la investigación sanitaria contra la COVID. Las víctimas de violencia machista podrán ajustar su IRPF a una rebaja de entre 500 y 700 euros anuales y de otras ayudas en vivienda.
Negociaciones con Ciudadanos
Pese a las expectativas puestas en la negociación, el partido que dirige Toni Cantó ha optado por no apoyar las cuentas públicas con una abstención a los presupuestos y el voto en contra a la ley de medidas fiscales. Ciudadanos planteó in extremis una reforma fiscal a los partidos del Pacto del Botánico que los socios de Ximo Puig no asumían por suponer una merma en la recaudación y contravenir los principios de progresividad fiscal, cuestión que ha condicionado su voto pese a las otras enmiendas consensuadas.
Ciudadanos consiguió pactar con PSPV, Compromís y Unides Podem aumentar las ayudas a autónomos y al sector hostelero y turístico, un bono para apoyar al comercio de proximidad y el aumento de plazas en residencias de ancianos, todas ellas acordadas con Ximo Puig y Mónica Oltra como fórmula para paliar los efectos de la pandemia. Este miércoles, antes de las votaciones, Cantó manifestaba su “voluntad de seguir colaborando de forma leal para mejorar la vida de los valencianos” y explicaba que, aunque había conseguido convencer al presidente, sus socios no compartían su visión.
El síndic socialista, Manolo Mata, valoraba con “sentimiento agridulce” la abstención de Ciudadanos: “La voluntad era ampliar la base, tenemos que trasladar a los valencianos que esto no es cosa de un gobierno”, aunque insistía en que son “los mejores presupuestos de la historia” del autogobierno valenciano. El portavoz de Compromís, Fran Ferri, destacaba que este proyecto demuestra que “se puede salir de las crisis no recortando sino ampliando derechos” y ponía en valor el esfuerzo de todos los grupos por acercar posiciones. Por su parte, la portavoz de Unides Podem, Naiara Davó, recalcaba que “en el País Valencià tendremos unos presupuestos 100% Botànics. Esto se traduce por la mayor inversión pública de la historia, ampliar derechos y más impuestos a los ricos”.
Desde la oposición, la portavoz popular, Isabel Bonig, ponía en valor sus aportaciones al acuerdo de reconstrucción que se aprobó este verano en el Parlamento autonómico y cree que “lo único que queda claro” es que la alternativa “al desastre de gestión del Botànic” es el PP. La portavoz popular considera que su partido ha mantenido la coherencia en todo momento con un proyecto distinto al del Ejecutivo progresista: “Podíamos haber hecho unas cuentas excepcionales en un momento excepcional, que atendiesen a la emergencia sanitaria y a la reactivación económica, y Puig no ha querido”, ha expresado, mientras consideraba que “Estaba claro que Puig no iba a dejar caer su Gobierno, que se repite en diputaciones y Ayuntamientos, por aceptar cuestiones de mínimos de Ciudadanos”.
1