“La sociedad española no ha participado del robo y saqueo de sus élites”
José Ugaz (Lima, 1959) es un abogado peruano que dirigió varias investigaciones contra la corrupción del gobierno presidido por Alberto Fujimori. Ha participado en misiones internacionales de evaluación sobre el respeto de los derechos humanos en Costa Rica, El Salvador o Sri Lanka y ahora preside Transparencia Internacional, una de las organizaciones globales independientes con más influencia en la lucha contra la opacidad y la corrupción. Ugaz ha visitado Valencia, donde su entidad ha firmado un convenio con la Generalitat.
¿Cuales son los efectos de la corrupción?
En países en vías de desarrollo es tremendo. Dificulta o impide la gobernabilidad, agudiza la pobreza, es un factor de exclusión y de desigualdad, distorsiona el funcionamiento de la economía, y afecta a muchos derechos fundamentales: vivienda, salud, sanidad.....además, la corrupción mata. En Rumanía, un primer ministro ha caído por los problemas de corrupción detrás del incendio de una discoteca donde murieron varias personas.
¿Hay menos corrupción que antes?
En las dos últimas décadas se ha avanzado mucho en la prevención y lucha contra la corrupción, que está entre las prioridades de muchas instituciones y agencias multilaterales. También se han generado muchas reglas y protocolos de acceso a la información y por la participación ciudadana, sin embargo, en muchos casos es algo decorativo, como un árbol de navidad: tenemos la estructura pero no se aplica. Tenemos mejores leyes pero la corrupción sigue siendo enorme. No sé si más que antes, pero si más visible, diferente y peligrosa.
¿La crisis financiera de 2008 es achacable a la corrupción?
Sin duda. Las élites financieras y políticas tienen una gran responsabilidad, como muchos grandes bancos castigados con multas de miles de millones de dólares por actividades ilícitas relacionadas con el narcotráfico u organizaciones terroristas o criminales: Commerzbank, BNP Paribas, HSBC, Citi Group,.....Estas instituciones tienen una responsabilidad de primer orden en ésta y otras crisis. Hay que redefinir el papel que un sistema financiero serio y civilizado debe tener en el mundo de hoy, porque de lo contrario se generan muertes, violencia, privación y exclusiones.
¿Como está España en transparencia y lucha contra la corrupción?
No está bien en el índice de percepción de la corrupción a causa del comportamiento de las élites. Por suerte, a diferencia de en otros países, la ciudadanía no participa de esa corrupción, no se ha normalizado como en otros sitios, donde no sólo la clase política o las élites económicas corrompen, sino donde la ciudadanía participa habitualmente de esas prácticas: El soborno a un policía para evitar una multa o el pago a un burócrata para obtener una licencia. Hay un problema grave de robo y saqueo ante una sociedad que no ha reaccionado pero no se ha contagiado. Ahora hay que empoderar al ciudadano y elegir a los líderes que buscan cambios.
Las encuestas apuntan que el PP, afectado por varios escándalos de corrupción, será el partido más votado el 20 de diciembre.
La corrupción no es exclusiva de un partido. En España ha afectado tanto a PP y PSOE. Además, esto no es un fenómeno exclusivo de España. Muchas veces la gente no se da cuenta de que la corrupción le afecta, lo que unido al determinismo (esto no va a cambiar nunca), la sensación de impunidad (nunca pasa nada) o una posible falta de ofertas complementaria puede provocar estas situaciones. Dicho esto, no tengo una respuesta concreta al caso del PP.
El PP aprobó la Ley de Transparencia. Dos años después el reglamento que facilita su implementación sigue sin estar completado.
Es habitual en gobiernos sin voluntad política. Tener una ley es un buen paso pero si no hay como aplicarla no deja de ser demagogia. Una vez más, esto no sucede sólo en España, pero si denota falta de compromiso. Sin efectos sobre la vida real de poco valen los gestos.
Usted ha dicho que la regeneración de la vida política domina el debate como nunca en España. ¿Se debe a la irrupción de partidos nuevos como Podemos o Ciudadanos?
En parte, sí, pero más bien estos movimientos han surgido por la desesperación de la gente ante el colapso que provocó la crisis, lo que se reflejó, por ejemplo, en la revolución de los indignados. Las nuevas fuerzas creo que tratan de responder a la nueva situación y de ahí, seguramente, su rápido ascenso. La ciudadanía tiene nuevas aspiraciones tras el daño generado por la crisis y las prácticas corruptas generalizadas.
Transparencia Internacional ha firmado un convenio con la administración de la Comunidad Valenciana, símbolo de la España corrupta bajo los gobiernos del PP. ¿De que servirá ese convenio?
La ciudadanía ha decidido romper con 20 años vergonzosos de corrupción y eso ya es muy positivo. Hemos visto en el nuevo gobierno [formado por el PSPV-PSOE y Compromís] una voluntad política, traducida en hechos concretos, oomo la creación de un departamento [la conselleria] de transparencia, de rendir cuentas ante la sociedad. El acuerdo nos permitirá ayudar a la Generalitat en ese camino, pero el papel es papel. Habrá que ver como se plasma eso en la realidad. No hemos dado un cheque en blanco.
