València sacará tres plazas de veterinario para municipalizar el centro de adopción de animales

El Ayuntamiento de València optará finalmente por municipalizar la gestión del centro de adopción de animales de Benimàmet, aunque contará con la colaboración de las protectoras.

Así lo ha confirmado a eldiario.es la concejala de Bienestar Animal, Glòria Tello, quien ha explicado que los servicios municipales están redactando las bases para sacar tres plazas de veterinarios, que se sumarán a los que hay actualmente.

“En total tendremos entre siete y diez veterinarios y biólogos, a los que se sumarán personal de mantenimiento y de administración con el objetivo de profesionalizar el servicio y de municipalizar el funcionamiento del centro, pero sin dejar de lado a las protectoras ya su experiencia es muy importante”, ha explicado la edil.

Así, el Ayuntamiento descarta volver a sacar a concurso parte de la gestión del recinto y opta por una fórmula mixta de control directo, con la colaboración de protectoras con las que conveniaría servicios específicos como el de adopción o el de recogida de animales de la vía pública.

Y es que, el concurso público para la prestación de servicios concretos de los dos centros de acogida de animales de la ciudad de València, en Benimàmet y Natzaret, quedó finalmente desierto.

Tras concluir el plazo para que se presentaran ofertas, tan solo lo hizo una firma que sin embargo no pasó el primer corte, según Tello, porque no tenían el certificado de calidad ISO que se exigía.

La concejala ha recordado que paralelamente trabajan con el Ayuntamiento de Torrent para buscar el emplazamiento idóneo para la construcción de un nuevo centro de adopción de animales para ambos municipios, aunque podría sumarse alguna otra ciudad al proyecto.

Por su parte, fuentes de la protectora Modeprán que gestiona actualmente el centro de Benimàmet han dudado de que la nueva fórmula ideada por el Ayuntamiento sea efectiva por la cantidad de horas, entrega y sensibilidad que requieren los animales abandonados.

“Los funcionarios están sujetos a unos horarios laborales muy rígidos, mientras aquí los voluntarios y el personal de protectora trabajan por vocación y echan las horas que hagan falta, incluido findes de semana y festivos, para atender y recuperar a unos perros que vienen en unas condiciones muy extremas, ya que han sido víctimas de abandono o de maltrato”, han explicado.