Ácido lipoico: ¿antioxidante de gran potencial o quemagrasas peligroso?

Foto: Myprotein.com

Jordi Sabaté

Alejandro, socio y lector del eldiario.es, nos expone la siguiente petición en el cuerpo de un correo electrónico: “un familiar muy cercano a mí murió hace dos días en Don Benito por la ingesta de ácido alfa lipoico, un producto que se recomienda en gimnasios para quemar grasas. Creo que no es la primera muerte derivada de este producto, y estoy muy preocupado por que la gente siga consumiéndolo sin advertir de su peligrosidad. Estaría muy agradecido si pudieran investigar las propiedades dañinas del mismo, alertar a los más incautos sobre sus efectos nocivos y dar la voz de alarma a las autoridades”.

¿Qué es el ácido alfa lipoico?

Desde el desconocimiento de este ácido graso, hemos buscado información sobre él, su origen, su papel en nuestra fisiología, sus fuentes y su posible uso como adelgazante en gimnasios y centros de salud. Pero antes que nada conviene explicar qué es el ácido alfa lipoico -también conocido como ácido α-lipoico, 2 ácido alfa lipoico (ALA), ácido tióctico, 3,6,8-ácido tióctico, 6,8- ácido ditioctano y 1,2-ácido ditiol-3-valérico-, puesto que no es una molécula en absoluto ajena a nuestro metabolismo.

Antes al contrario, se trata de un compuesto derivado el un ácido graso llamado ácido octanoico, por tener ocho átomos de carbono, que nuestras células son capaces de fabricar y que por tanto no es esencial, en el sentido de que debamos de buscarlo en los alimentos para proveernos de él.

De hecho, a pesar de ser las vísceras y la carne de bovino una de las fuentes más ricas en este ácido graso, y después algunas verduras como las espinacas o el brócoli, la absorción desde fuentes externas de la forma isomérica ácido lipoico+R (RLA) -que es la presente de forma natural en nuestro metabolismo- es muy baja o escasa, siendo la principal fuente de obtención la derivación interna del ácido octaonico.

Por este factor, los casos de deficiencia de ácido lipoico son muy escasos y excepcionales, generalmente ligados a alteraciones metabólicas hereditarias. No obstante, hay una floreciente industria de suplementos de ácido alfa lipoico en sus dos variantes de configuración espacial de la molécula, la R y la S, es decir la natural y la sintética. El primer productor mundial es China. ¿Cuál es la razón?

¿Es importante el ácido lipoico?

El ácido lipoinco en la naturaleza, lo que incluye nuestro metabolismo, es muy importante por ser un cofactor enzimático, es decir que ayuda a multitud de enzimas a realizar diversos procesos, muchos de ellos relacionados con la eficiencia de la respiración metabólica, es decir con la degradación oxidativa de los compuestos que nos llegan con los alimentos.

Pero además diversos estudios han revelado que el ácido lipoico es un antioxidante de amplísimo rango que puede actuar también evitando la acción de los radicales libres creados en los procesos de extrés oxidativo. Es decir que es capaz de proteger las células frente a procesos cancerígenos y degenerativos. Al menos esto es lo que apuntan las revisiones existentes, si bien reivindican más estudios en humanos para resultar concluyentes.

También se lo ha utilizado para frenar la muerte celular de la retina en ciertas enfermedades neurodegenerativas de la visión, así como se cree que puede frenar la progresión de la muerte neuronal en el mal de Alzéhimer. Es decir que, al menos en su formulación natural, RLA, el ácido alfa lipoico parece tener importantes usos medicinales y aplicaciones en el futuro en materia de salud.

Ácido lipoico como quemagrasas

El ácido lipoico tiene además propiedades de quemagrasas que lo hacen interesante para individuos que padecen el síndrome metabólico, es decir que se utiliza como medicamento en personas obesas. Por ejemplo en Alemania funciona en estos casos como un medicamento bajo receta, así como en Japón, donde se lo emplea de manera más informal para perder grasa.

La razón de este uso es que el ácido lipoico, cuando se encuentra en abundancia en el organismo, tiende a optimizar la obtención de energía de los hidratos de carbono, pero también limita el paso del resto de recursos alimentarios a la forma adiposa, y de hecho estimula el consumo de las grasas como fuente de energía cuando hay una baja presencia de hidratos de carbono en la dieta.

Es decir que funciona como un quemagrasas que por un lado evita la conversión en materia grasa del exceso de calorías que ingerimos, y por otro fomenta la combustión de la grasa corporal en dietas bajas o moderadas en hidratos de carbono, lo cual las hace en teoría más eficaces en la pérdida de peso. Este hecho ha llevado a que el ácido lipoico se ponga de moda en los gimnasios como método rápido para quemar la grasa corporal.

¿Es peligroso el ácido lipoico?

Hemos buscado información que avale la premisa arriba expuesta, y lo más significativo es una revisión de la Universidad de Yale de 2017 donde se concluye que los estudios pre-existentes avalan una cierta mejoría en la quema de grasas en presencia de ácido lipoico, si bien la misma es bastante pequeña y podría deberse a otros factores colaterales. Es decir que, como en muchos otros productos, a falta de estudios más concluyentes, parece que sus efectos se han exagerado en busca del beneficio económico.

Por otro lado, no se ha demostrado que el subtipo isomérico SLA sea eficaz en suplementación. Ahora bien, no se conoce por el momento la existencia de efectos secundarios graves en el abuso de los suplementos de ácido lipoico más allá de dolores musculares, de cabeza, urticaria y erupciones en la piel, y solo en Japón se ha descrito un síndrome de diabetes autoinmune en pacientes previamente sanos, relacionado con la ingesta de ácido lipoico. Por nuestra parte no hemos conseguido encontrar ninguna noticia de muertes relacionadas con el uso de este tipo de suplementos.

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