¿Cuál es la mejor consola de nueva generación para regalar en Reyes?

Videoconsolas

Juan Carlos Votto

29 de diciembre de 2020 22:18 h

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El pasado noviembre salió al mercado la nueva generación de consolas: PlayStation 5, Xbox Series X y Xbox Series S. Las nuevas de sobremesa están llamadas a ser uno de los grandes regalos de Navidad de este 2020, para, poco a poco, ir dejando atrás los anteriores dispositivos tras siete años de vida plena. Pero invertir en una consola siempre es un salto importante. 

¿Cuál es la mejor técnicamente? ¿Merece la pena pagar esos precios? ¿Cuántos juegos hay para cada una? Son algunas de las incógnitas que nos pueden asaltar al intentar escoger. Para que no te equivoques en tu compra y puedas disfrutar de los videojuegos cara a 2021, vamos a darte algunos puntos que debes tener en cuenta.

PlayStation 5 y Xbox Series X, las bestias

Tanto PlayStation 5 (PS5) como Xbox Series X (XSX) son las dos grandes apuestas técnicas de esta generación. Ambas aguantan resoluciones 4K y tienen un precio de 500 euros (400 en el caso de la PS5 sin lector de Blu-Ray), lo que las sitúa como las “gamas altas” de esta generación.

En lo técnico, son consolas muy parecidas: ambas cuentan con la misma arquitectura de GPU (RDNA 2), disponen de 8 núcleos y un procesador Zen 2 y 16 GB de RAM. Son en pequeños detalles donde se diferencian: la XSX cuenta con un poco más de almacenamiento (1TB SSD frente a los 825 GB de la PS5), aunque en los dos dispositivos se puede ampliar.

Una diferencia que han destacado tanto Sony como Microsoft son los llamados “TeraFLOPS”, de los cuales la PS5 dispone de 10.28 frente a los 12 de la Xbox. Pero, ¿qué son exactamente? El FLOP es una medida que se utiliza para ilustrar el rendimiento total del dispositivo (GPU+CPU). Para que te hagas una idea: un iPad Pro cuenta con 350 GigaFLOPS.

Cualquier de estas dos consolas puede ser una buena opción para jugadores que busquen grandes experiencias técnicas y aprovechar la resolución 4K. Hasta el momento, respecto al catálogo de juegos, no hay grandes diferencias puesto que la XSX no contó con un “gran lanzamiento” de salida, mientras que la PS5 llegó con algo más de oferta.

Aun así, tenéis que saber que si poseéis una Xbox One o una PlayStation 4, la gran mayoría de juegos son compatibles con estas consolas. Incluso algunos títulos los han actualizado para aprovechar al máximo las nuevas bestias.

Desaparecidas de las tiendas

Hay que tener en cuenta que desde su salida al mercado, es muy difícil hacerse con alguna de estas dos consolas. En el caso de la PlayStation 5, la llegada de stock se suele avisar con días de antelación en las diferentes tiendas de electrónica y se agotan a los pocos minutos. 

Xbox Series X es un poco más fácil de conseguir. La tienda oficial de Microsoft suele avisar de cuándo se repone en alguna tienda y también venden sus propios unidades. Además, en las últimas semanas, antes de la Navidad, cada vez ha habido más unidades puestas a la venta.

Por tanto, si tenías pensado adquirir alguno de estos modelos, te recomendamos estar atentos a canales de Telegram o cuentas especializadas.

Xbox Series S: pequeña y 200 euros más barata

Pero, ¿cómo es la hermana “pequeña” de la Xbox Series X? La Xbox Series S (XSS) es una consola de 300 euros y considerablemente más pequeña (1,92 kilogramos de peso frente a los casi 5 kilos de las otras dos). A cambio, es mucho menos potente, lo que no tiene que ser algo negativo.

La gran diferencia, además del tamaño y el diseño, recae en la resolución, ya que no soporta el 4K. La XSS se queda en el ya establecido Full HD (1080p), pero no debe echarte para atrás. Muchos usuarios no cuentan con un televisor 4K en su salón, lo que supone que para aprovechar al máximo tanto la PlayStation 5 como la Xbox Series X tengas que invertir en uno.

Esto puede ser un gran atractivo para un usuario que quiera seguir aprovechando su televisor o, simplemente, no quiera gastar en una nueva. También hay una reducción considerable en el almacenamiento: 512 GB que realmente son 364 GB ya que el resto los ocupa el sistema operativo.

A pesar de ello, el disco duro, al igual que en el resto, es un SSD. Esto hace que sea, a nivel usuario, una consola igual de rápida en tiempos de carga que su hermana mayor y no tengamos que esperar para jugar a cualquier título.

Además, la Xbox Series S también soporta la tecnología ray tracing, uno de los grandes atractivos de esta generación. Esta tecnología permite mejorar la iluminación, las sombras y los reflejos de los títulos ya que, en vez de reproducir las luces, calcula la incidencia de los rayos de luz según la posición del personaje. 

La hermana pequeña, la mejor opción

Entonces, ¿cuál es la mejor consola para viciar cara a 2021? Siempre dependiendo de lo que busquemos concretamente, pero la Xbox Series S se alza como la mejor opción.

En primer lugar, su precio la sitúa como la más competitiva. Sacrificar la resolución 4K y algo de almacenamiento (que siempre se puede ampliar con un disco duro externo) es muy asequible frente a ahorrarse 200 euros y no perder la gran promesa de esta generación, el ray tracing.

Su tamaño y su diseño hacen que prácticamente puedas colocarla en cualquier parte: debajo del televisor, al lado de un mueble, encima de una mesa, etc. Su peso, dos kilos menor, permite que se puede llevar fácilmente en un viaje e incluso trasladarla de una habitación a otra.

Por último, Microsoft dispone de uno de los servicios más llamativos para jugar a una cantidad ingente de títulos: el Xbox Game Pass. Se trata de un servicio de suscripción con distintos niveles que funciona como, por ejemplo, Netflix: pagas una cantidad fija al mes y dispones de todo un catálogo de videojuegos. Los niveles son: 

  • Xbox Games Pass PC (9,99 euros al mes)
  • Xbox Game Pass Consola (9,99 euros al mes)
  • Xbox Game Pass Ultimate (12,99 euros al mes)

Como indica su propio nombre, las dos primeras son para ordenador o consola, respectivamente. La tercera, por su parte, te permite jugar tanto en consola como en ordenador y, además, te da acceso a xCloud para jugar a los mismo títulos en el móvil (tanto Apple como Android).

En definitiva, salvo que tengas la capacidad de reproducir los juegos en 4K, la mejor opción es comprar el combo Xbox Series S con Xbox Game Pass (en cualquiera de los planes compatibles). Por 300 euros, tendrás a tu disposición un sobremesa que nada tiene que envidiar a sus hermanas “mayores”. Y con el Game Pass no necesitarás comprar más juegos, además de que actualizan el catálogo mensualmente.

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