La receta para hacer el salmorejo perfecto: fácil, refrescante y en solo 20 minutos

Receta del salmorejo

Sofía Alcahud

3 de junio de 2025 18:24 h

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El salmorejo es una receta tradicional andaluza, especialmente popular en Córdoba, que se ha convertido en símbolo del verano en España. Este plato frío, elaborado principalmente con tomate, pan, ajo y aceite de oliva, es conocido por su sabor fresco y su textura cremosa. Además, su preparación sencilla y rápida, apenas 20 minutos, lo convierte en una opción ideal para los días calurosos.

A diferencia de otros platos similares como el gazpacho, el salmorejo destaca por su consistencia más espesa y suave, que lo hace perfecto para untar o servir como crema. Su origen humilde y la utilización de ingredientes básicos de la dieta mediterránea reflejan la tradición culinaria andaluza basada en productos naturales y frescos.

El éxito del salmorejo no solo está en su sabor, sino también en la versatilidad para acompañarlo con diferentes ingredientes, desde el clásico huevo duro y jamón hasta opciones más innovadoras. Esta receta sencilla y deliciosa es un imprescindible en cualquier cocina durante la temporada de calor.

Origen del salmorejo

Origen del salmorejo

Los antecedentes del salmorejo se remontan a la época romana, cuando los campesinos preparaban una mezcla básica y energética de pan, aceite y ajo, conocida como mazamorra. Esta receta, sin tomate, era un alimento común entre las clases trabajadoras debido a su facilidad a la hora de prepararla y su bajo coste.

La cocina andaluza se transformó durante la dominación musulmana, incorporando nuevos productos y técnicas que enriquecieron la gastronomía local. Sin embargo, no fue hasta el siglo XVI, con la llegada del tomate desde América, cuando esta receta adoptó la forma por la que hoy es reconocida: una crema fría a base de tomate, pan, aceite de oliva, ajo y sal. El uso del vinagre es un punto de debate en la tradición donde para algunos forma parte de la receta, mientras que otros lo consideran prescindible, dependiendo del gusto.

Los ingredientes necesarios para esta receta

Los ingredientes necesarios para esta receta

Para preparar un salmorejo cordobés auténtico se necesitan pocos ingredientes, pero es fundamental que sean de buena calidad, ya que no se cocinan y todo el sabor depende de su frescura. Los ingredientes básicos son:

  • Tomates maduros: aproximadamente 1 kg de tomates de los de tipo pera o rama que tienen más pulpa y menos agua. Deben estar bien rojos y blandos al tacto, pero sin estar pasados.
  • Pan del día anterior: unos 200 g de un pan blanco tipo telera cordobesa, aunque también puede usarse pan rústico sin corteza gruesa. Lo importante es que sea denso y absorba bien el líquido sin deshacerse en exceso.
  • Aceite de oliva virgen extra: aproximadamente 150 ml de aceite. Se recomienda utilizar uno de sabor suave y afrutado para no enmascarar el sabor del tomate.
  • 1 diente de ajo: debe de ser fresco y no muy grande. Si quieres un sabor más suave, se puede quitar el germen interior.

También puedes añadirle un huevo duro cortado y jamón serrano en taquitos pequeños. No olvides incorporar la sal al gusto.

Cómo hacer el salmorejo perfecto

No olvides incorporar sal al gusto

Preparar un salmorejo casero es sencillo y rápido, pero hay algunos detalles clave que marcan la diferencia en cuanto a sabor y textura. A continuación, el paso a paso de cómo hacerlo:

  1. Lava y prepara los tomates: lava bien 1 kg de tomates maduros. No es obligatorio pelarlos, ya que se pueden triturar con piel y luego colar, pero si prefieres un acabado más fino, puedes escaldarlos en agua caliente unos segundos para pelarlos con facilidad.
  2. Tritura los tomates: corta los tomates en trozos grandes y colócalos en el vaso de la batidora. Tritúralos durante uno o dos minutos hasta obtener un puré fino. Si quieres eliminar las pieles y pepitas, pásalo por un colador.
  3. Añade el pan: agrega 200 g de pan del día anterior. Deja que se empape bien con el jugo del tomate durante unos minutos para que se ablande y se integre mejor. Si el pan está muy seco, puedes añadir un poco de agua.
  4. Incorpora el ajo y la sal: añade medio diente de ajo, siempre ajustándolo al gusto, y una pizca de sal. Si prefieres un sabor más suave, retira el nervio central del ajo antes de añadirlo.
  5. Tritura hasta que quede cremoso: tritura todos los ingredientes juntos hasta obtener una textura muy fina y homogénea. Es importante que no queden grumos. Este proceso puede tardar unos dos o tres minutos, dependiendo de la potencia de tu batidora.
  6. Agrega el aceite poco a poco: con la batidora en marcha, añade poco a poco 100 ml de aceite de oliva virgen extra en hilo fino. Esto emulsionará la mezcla, dándole una textura cremosa y un color más anaranjado. El aceite es clave en la textura final, así que no lo omitas ni lo sustituyas.
  7. Refrigéralo antes de servir: guarda el salmorejo en la nevera al menos una hora para que se enfríe bien antes de servir. El salmorejo se disfruta mejor frío, especialmente en verano.
  8. Sírvelo con los acompañamientos clásicos: sírvelo en un plato hondo o cuenco y decora con un huevo duro troceado y taquitos de jamón serrano. También puedes añadir un chorrito de aceite por encima. Otros acompañamientos opcionales son picatostes.
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