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Javier Fernández (PSOE) afronta las elecciones de mayo en busca de su último mandato
El presidente de Asturias afronta las elecciones autonómicas de mayo de 2015 con el objetivo de conseguir su último mandato como jefe del Ejecutivo. Después de dos elecciones, en las que salió elegido en 2012 frente a la opción de Francisco Álvarez Cascos, Javier Fernández anuncia en la Junta General del Principado que, de obtener la confianza de los electores en las autonómicas de mayo, será su “segundo y mi último mandato”.
Con esta autolimitación responde a las críticas de IU y UPyD hacia la postura de su grupo parlamentario de impedir que el candidato a la Presidencia del Gobierno sea votado por todas las fuerzas políticas representadas en la Cámara.
El PSOE y el PP unieron sus fuerzas para frustrar la propuesta de IU de incluir en la futura Ley del Presidente la posibilidad de que todos los grupos pudieran votar la elección del candidato. Las tres fuerzas afectadas levantaron una ola de críticas contra los socialistas y su negativa a la regeneración democrática. Se habló de 'blindaje' de las dos fuerzas ante las próximas elecciones y de 'juego de trileros' por parte de la oposición.
“No veo regeneración ni en que se limite los mandatos ni en cambiar la ley de elección del presidente por una de investidura”, dice Fernández en respuesta a la avalancha de comentarios de IU y de UPyD. El coordinador regional de la coalición, Manuel Orviz, acusó a Javier Fernández de “mentir” apoyándose en el argumento de los cambios de posición del PSOE en esta legislatura en reformas como la Ley Electoral, que provocó la ruptura de los acuerdos de gobierno, y el proceso de investidura del jefe del Ejecutivo asturiano.
Seis diputados, además de Foro, que se ha subido a este carro para criticar la actitud socialista, apostaron por ese cambio y perdieron, tras el giro del PSOE de apoyar una enmienda del PP y que hizo que IU retirara su propuesta de la mesa y la Ley del Presidente entrara en vía muerta. El único diputado de UPyD, Ignacio Prendes, asevera que Fernández, pese haber tenido su apoyo en la elección como presidente, “hoy por hoy no tiene la confianza de esta Cámara”.
Las relaciones inexistentes entre Fernández y Prendes (socios de gobierno durante año y medio) se escenifican en la forma en cómo se dirige el presidente asturiano al diputado magenta. A Javier Fernández le genera “fatiga esa actitud de apóstol”, que siempre intenta convencer de que “defiende lo mejor para el convento”, en relación al propio beneficio del diputado magenta, a juicio del presidente.
El jefe del Ejecutivo asturiano se refiere a que con las dos propuestas, en las que los grupos minoritarios midieron sus fuerzas con los mayoritarios, beneficiaban a la formación de Rosa Díaz y al propio Prendes. Con la eliminación de las circunscripciones, UPYD tenía opciones a aumentar el número de diputados y con la Ley del Presidente multiplicaría “el valor de su único y respetado voto” en la investidura del candidato a la Presidencia.
El PSOE y el PP han hecho valer su número de votos para detener las dos iniciativas de Izquierda Unida que complicarían mucho más el escenario que se prevé para Asturias después de las elecciones de mayo. De hecho, todo apunta a que los socialistas no lograrán el respaldo a las cuentas de 2015 y la región se verá abocada a su segunda prórroga presupuestaria.
El presidente de Asturias también se ha comprometido, una vez fuera de su cargo, a no acogerse “a beneficio alguno como ex presidente”. Otro de los aspectos que modificaba la frustrada Ley del Presidente era modificar el estatuto de los ex presidentes y eliminar los privilegios que se les otorga una vez fuera del cargo.