Alejandro Sanz enamora a las chilenas con su rock romántico y toques de almíbar

Con más rock y aún más romanticismo se presentó hoy Alejandro Sanz en Chile para enamorar a miles de fanáticos que corearon los grandes éxitos del mayor cantautor de baladas de habla hispana, además de los temas de su último disco Sirope, “un almíbar que te endulza”.

Aplausos, gritos y declaraciones de amor marcaron la entrada en escena del músico español, que corrió por el medio del público y tomó lugar entre una batería de instrumentos para entonar con guitarra en mano la canción “la vida que respira”, de su más reciente producción.

Más de 25 millones de discos vendidos y casi 30 años de carrera se reflejaron la noche de este viernes, donde el cantautor conquistó el corazón del público chileno con temas como “Y ¿si fuera ella?” y “Amiga mía”, de su visionario trabajo “Más” que en 2006 lo catapultó a la fama.

En un escenario con luces multicolores, pantallas gigantes y en compañía de deslumbrantes músicos, Sanz se batió entre incansables flashes que buscaban la mejor foto y vociferó frases como “viva este país de tierra bendita” y “Chile los quiero mucho”.

El baladista incluyó en el repertorio variados temas de su décima producción “Sirope” (2015), que removieron a los asistentes con ritmos alejados de la tradicional propuesta melódica, con toques rockeros y un inconfundible gusto a pop que hizo bailar y seguir el ritmo con las palmas a cada uno de los presentes.

Un recinto atosigado de mujeres que refugiaron penas de amor en un veinteañero cantautor por allá en los 90', fue el ambiente perfecto para que el compositor soltara sus más recientes letras como “Un zombi a la intemperie” y “A que no me dejas”, que en su versión original es interpretada a dúo con el mexicano Alejandro Fernández y será el tema central de una telenovela del país azteca.

Además, el ganador de 17 premios Grammy Latino entonó letras como “Camino de rosas”, “La música no se toca” y “Vengo del aire”, himnos latentes en hispanoamérica hace más de una década, frente a más de 15 mil seguidores que desbordaron el capitalino Movistar Arena con globos de color rojo, camisetas, cintillos y carteles con la estampa del cantante.

Con el apoyo de cuatro coristas que realzaron cada interpretación del cantante, la noche santiaguina se emocionó hasta las lágrimas con temas como el emblemático “Corazón partío”, que marcó el momento más alto del concierto y fue coreado de principio a fin por los asistentes.

“No es justo que los grandes amores se vean cada tres años”, exclamó el cantante de 47 años en relación a su última visita a Chile e hizo gritar a miles de mujeres al decir “aquí disfruto mucho, hoy haré lo que me manden”, mientras en el ambiente se percibía un aire distendido que se prestó para risas y bromas.

El compositor que tras décadas de carrera mantiene su característico tono de voz, algo más exigido que en sus inicios, echó mano a su guitarra y realizó un pequeño pero sentido homenaje al músico español de flamenco, Paco de Lucía, fallecido en 2014.

El madrileño, que ha colaborado con los icónicos Juan Luis Guerra, Alicia Keys y Shakira, entre otros, arribó en Chile hace unos días para presentarse ante el exigente público del Festival de Viña del Mar, donde recibió el máximo galardón y el vitoreo de sus incondicionales.

Esto tras su paso por México, que lo bautizó como un símbolo de la lucha en contra del maltrato a la mujer al interrumpir su concierto para expulsar a un hombre que agredía a una mujer.

La acción que ha sido clasificada como “heroica”, sacó aplausos en las redes sociales y dio la vuelta al mundo, además de ser tema asegurado en una rueda de prensa que Sanz dio en el país sudamericano, donde aseveró que “cualquiera habría hecho lo mismo”.

Por estos días, el baladista se presentará en Argentina para culminar su visita por el continente americano con un espectáculo en Nicaragua en mayo próximo.

Valentina Bastías Atias