Christian Gálvez invirtió 103.000 euros en la exposición de Da Vinci que indignó a los historiadores
La exposición más polémica del año pasado ha desvelado sus cuentas. Según ha publicado hoy el Boletín Oficial del Estado, Leonardo Da Vinci: los rostros del genio supuso 103.000 euros a la empresa del presentador Christian Gálvez, 47 Ronin, sin contar con los servicios prestados por la Biblioteca Nacional.
La muestra, que abrió sus puertas el pasado 29 de noviembre hasta el 19 de mayo, se divide entre la sede de la biblioteca y el Palacio de las Alhajas de Madrid, donde tiene lugar un recorrido tecnológico que acumula la mayor parte del presupuesto. A pesar del despliegue, esta parte fue duramente denostada por los historiadores de nuestro país por “confundir al público” con información “poco rigurosa” y “sensacionalista”.
A través de salas separadas por doseles rojos, el visitante descubre “al hombre detrás del genio” mediante paneles luminosos que cambian de rostro, realidades virtuales y audioguías. Según el BOE, 47 Ronin invirtió 50.000 euros en concepto de máquinas, 6.000 euros en desarrollo, 8.000 euros en realidad mixta (virtual), 10.000 euros en producción gráfica, 12.000 euros en mobiliario y 17.000 euros en catálogo: 103.000 euros en total.
Por su parte, la Biblioteca Nacional cedió la sede, aportó las obras de sus fondos y las imágenes para el catálogo y contrató al personal de seguridad y a los azafatos. Todo lo demás corrió a cargo del presentador de Pasapalabra.
El documento, sin embargo, también especifica que la empresa era libre de buscar patrocinadores, y así lo hizo. Mediaset, el gigante literario Penguin Random House, Air Europa o Lego son solo algunos de los dieciocho partners que se enumeran en la página web. Además, mientras que la entrada a la Biblioteca, donde se exponen los Códices I y II de Da Vinci, es gratuita, la del Palacio de las Alhajas cuesta 14,5 euros y es la que está recibiendo una mayor afluencia de asistentes.
La furia de los historiadores de arte
Días después de la inauguración de Los rostros del genio, los expertos de nuestro país arremetieron duramente contra Gálvez en una carta redactada por el presidente del CEAH (Comité Español de Historia del Arte). El tono de la misiva, en la que los historiadores acusaban al conductor de Pasapalabra de “intrusismo”, captó rápidamente la atención mediática. No obstante, fue una columna de opinión publicada por El País la que había sacado el asunto a la luz unos días antes.
En El conocimiento y la posverdad, el profesor de Historia del Arte Benito Navarrete se mostraba escéptico ante la inauguración de la exposición de Gálvez. En la opinión enumeraba sus diversas razones pero, después de verla, las sostuvo más que nunca. Sobre todo la que concierne al apoyo de la Biblioteca Nacional. “Me parece muy bien que escriba best-sellers, pero lo que no puede hacer una institución pública es confundir al público”, sentenció Navarrete en declaraciones a eldiario.es.
En cambio, desde la Biblioteca Nacional defendieron la estrategia “del rosco”, como fue calificada en redes. “Nosotros queríamos exponer los 23 códices autógrafos de Da Vinci que tenemos y pensamos que podría ser bueno sumarnos a un acontecimiento que a fin de cuentas era en Madrid”, explicó su directora a este medio.
