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Una exposición “imagina” en el museo de Getaria al Balenciaga “inaccesible”

Vista de uno de los vestidos expuestos en el Museo Balenciaga de Getaria (Gipuzkoa), que ha inaugurado este viernes la primera muestra de este 2020, "Moda y Patrimonio. Cristóbal", un acercamiento a la figura casi hermética del modisto vasco a través de los objetos de los que se rodeó en su vida.

EFE

San Sebastián —

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Cristóbal Balenciaga fue sumamente discreto, ni siquiera trataba directamente con sus clientas salvo que mediara la amistad. El museo que lleva su nombre en Getaria inaugura este sábado una exposición para “imaginar” al modisto que la prensa de la época calificó de “misterioso” e “inaccesible”.

Esta muestra, la tercera y última entrega de la serie “Moda y Patrimonio”, es el primero de los eventos con el que el museo guipuzcoano celebra el 125 aniversario del nacimiento del maestro, del que se exhiben diseños y objetos personales, desde sus herramientas de trabajo y prendas de vestir hasta las condecoraciones que le concedieron en Francia y España.

“Moda y Patrimonio. Cristóbal” pone el foco en su propia figura y también en su evolución profesional a través de 80 modelos expuestos en cinco salas, a los que se suma una sexta, un “epílogo” que recoge una selección de doce “toiles” -patrones en tela- representativos de sus creaciones de los años 60 y de películas de desfiles de ese periodo, procedentes de los archivos de la Casa Balenciaga de París.

Una de las “joyas” prestadas por la que fue su empresa parisina, que 52 años después del cierre ha anunciado su vuelta a la alta costura, es un conjunto de noche de 1939 en muselina de seda blanca con bordado inglés azul marino.

Pero el recorrido cronológico por la exposición comienza antes, con los primeros diseños de Balenciaga, como un traje negro de falda y blusa que él mismo cosió en 1912, y modelos de unos inicios en los que confeccionaba réplicas autorizadas de vestidos que pedía a las casas parisinas Vionnet y Lanvin.

El responsable de Colecciones del museo, Igor Uria, ha sido este viernes el guía de la visita al museo tras su presentación en una rueda de prensa en la que han participado el consejero vasco de Cultura, Bingen Zupuria; la directora foral de este área, Mari Jose Telleria; y la directora de Balenciaga Museoa, Miren Vives.

También ha asistido Ben Whyman, responsable del Centre for Fashion Curation de la University of the Arts London, entidad que ha colaborado en el montaje de esta muestra, para la que se han elegido una buena parte de piezas no expuestas con anterioridad, procedentes de nuevas incorporaciones a la colección del museo, así como de depósitos y préstamos de los Archivos Balenciaga y la Colección Solano-Belausteguigoitia.

El Balenciaga “tras la cortina” se da a conocer en el museo de su localidad natal a través de los objetos de los que se rodeó y de algunas de las escasas fotografías que dejó que le hicieran. Man Ray, Inge Morath, Cartier-Bresson y Cecil Beaton fueron de los pocos que pudieron captar su imagen.

Las tijeras, los punzones, la ruleta y el dedal con los que trabajó el modisto se pueden contemplar en vitrinas junto a un cenicero, la silla que utilizó en su taller de París, un revistero, un esmoquin de lana azul marino y cartas manuscritas que dirigió a alguna de su mejores clientas, como la millonaria estadounidense Bunny Mellon y la aristócrata española Sonsoles de Icaza.

Su carné del Club Náutico de San Sebastián de 1954 y su carné de conducir -el expedido en 1963-, son otras piezas cedidas para la muestra, en la que se exhiben su Medalla de Caballero de la Legión de Honor francesa, concedida en 1958, y la de Isabel la Católica, otorgada en 1966, dos años antes de recibir la Medalla al Mérito Civil.

“No pretendemos realizar una semblanza, sino una evocación del hombre que siempre se mantuvo en la sombra, detrás de la cortina, refugiado en los talleres, en la ejecución de las ideas, en el silencio de la creación; y con ello tal vez preguntarnos por qué esos objetos concretos han llegado hasta nosotros, y qué es lo que nos cuentan del él”, ha destacado Uria.

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