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El vídeo de Ciudadanos era sólo la punta del iceberg

PSOE por el cambio (en 1982)

Lucía Lijtmaer

El repartidor guapetón. El mansplaining del que vivió los “cambios políticos”. La madre cansada. El “radical” con coleta. El último vídeo de la campaña de Ciudadanos para las elecciones generales parece tenerlo todo. Incluso un punto de estudiado cuñadismo que ha hecho que se convierta en un viral más o menos insospechado en estos tiempos de semiótica política.

¿Es el vídeo de Ciudadanos el más vergonzante de las campañas electorales españolas? ¿O acaso hemos olvidado nuestra propia historia? Analizamos aquí algunos hitos publicitarios de todos los partidos. Que gane el mejor:

PSOE, 1982: Sintetizadores que recuerdan al látigo de “Informe Semanal”, y ventanas abriéndose a porrillo para mostrar posibles fondos de pantalla de Windows. Muchísimas cortinas ondeando al viento como en el vídeo de Total Eclipse of the Heart de Bonnie Tyler y el logo del Partido Socialista Obrero Español post 23F y pre OTAN. Tras el descrédito del gobierno de Calvo-Sotelo, Felipe González tenía todas las de ganas y ganó. Vaya si ganó. El PSOE cosechó un resonante triunfo al obtener más de diez millones de votos, lo que suponía cerca del 50% de los votantes, y la mayoría absoluta en el Congreso de Diputados (202 diputados).  El lema “por el cambio” recupera fuerza ahora desde la nueva política y no parece que vaya a ceder su espacio.

PSOE, 1989 (aunque el vídeo diga 1993): Con la sintonía de campaña ya plenamente incorporada al neocórtex de los votantes, los socialistas se atreven a realizar un profundo y espídico collage de cómo llegaron hasta allí. Todo vale: Helmut Khol, Ana Torroja, Martirio, Pedro Almodóvar, Joan Manel Serrat, sevillanas, la Giralda, el Cobi, Pasqual Maragall, Severiano Ballesteros, monjas, punks, obreros, el campo, Carmen Romero en tonos sepia, astronautas y microchips. Es el momento de la cultura del pelotazo, cuando nadie le tose a un gobierno que va a traer el AVE, las Olimpiadas y que ha superado su tercera legislatura. Aún así, se empieza a otear el cansancio en el discurso y huele a crisis económica. Pero ahí está Javier Solana para arreglarlo todo, por entonces flamante Ministro de Educación y Ciencia.  

PP, 2000: Todos los grafistas de informativos de España parecen haber realizado la primera parte de este anuncio del Partido Popular en el año 2000, en el momento de su máximo apogeo. Azules pálidos y grises plomizos rodean a un modelo muy à la Sergio Dalma que inserta la papeleta en la urna. Y después sale José María Aznar en su etapa de pelo corto y cejas pobladas, antes de convertirse en amigo de Tony Blair. Nube de tags: progreso, futuro y una advertencia, “vamos a más”. Y fueron a más. A topísimo.

Izquierda Unida, 2008: En pleno apocalipsis de la crisis económica española, Izquierda Unida presenta un spot con un fondo de mondrianes subidos de tono, y absolutamente todos los perfiles políticos posibles que se puedan identificar: un cura, una yuppie, un votante del barrio pijo con polo tonos pastel, un soldado y un niño, entre otros clásicos votantes a favor de un Estado laico, federal y republicano. Gaspar Llamazares aparece al final, con buen traje, casi disculpándose por este anuncio denominado “Contrastes”. IU perdió el grupo propio en las elecciones y tuvo que entrar en el Congreso con Esquerra Republicana de Catalunya.

Ciudadanos/Ciutadans, 2012: Cuando C's no era aún un partido estatal, echó mano por primera vez de una de sus mejores primeras bazas, los intelectuales y pensadores que habían firmado el manifiesto inicial -Espada, Boadella, Ovejero, entre otros-, contrarios al nacionalismo catalán, para ilustrar apoyos y demostrar solidez. El spot muestra el germen de lo que será la estética Ciudadanos más adelante: atmósfera limpia, camisa bien planchada, plano corto y masculinidad en la madurez. Recitan el himno español compuesto por Joaquín Sabina para la ocasión, y demuestra en su logo del corazón lo que acabará siendo una de sus coletillas más adelante: catalanes, españoles y europeos. ¿Presencia femenina? ¿Eh?

Podemos, 2015: A Podemos le avisaron que tenía que luchar contra el ascenso de Ciudadanos y vaya que si se puso las pilas. Este spot titulado “Maldita casta, bendita gente” tiene todos los guiños. Pequeño empresario, hombre, cuyo voto ha fluctuado entre el PP y el PSOE durante años, sin especial fanatismo ideológico busca partido al que votar. Los publicistas se preguntaron: ¿cual es el anuncio más emocionante de la historia de España? ¿Cómo realzar la narrativa? Y zasca, dieron con El Almendro. Vuelve a casa vuelve en tu jornada electoral, hijo pródigo español que has tenido que emigrar. El subtexto del anuncio rezuma instinto paternal: desde el primer frame, dónde se lee “papi”, pasando por el león (¿o leona?) con su cría, padre no hay más que uno y en este caso es del Nastic de Tarragona. ¿Presencia femenina? ¿Eh?

PP, 2015: El vídeo más parodiado de la historia reciente (hasta ahora). La idea parece partir de “Love Actually”, en la que Hugh Grant va en busca de su amada tocando todos los timbres del sur de Londres. Ante los sorprendidos ciudadanos, Grant pone la excusa que como Primer Ministro, le toca a él dar las gracias personalmente a cada uno de los británicos. A los publicistas les pareció una idea brillante, ¿qué podía salir mal? La voz omnipresente de Mariano Rajoy aparece, inesperadamente, en bibliotecas, farmacias y algunos espacios públicos. Su cuerpo apenas se materializa en algunos frames, cual Lady Avon, en tu puerta. “Juntos por un gran país” permitió a cualquier listillo con referentes diversos insertar a personajes aterradores para dejar claro que la aparición  tenía tintes sobrenaturales, sobrecogedores, amenazantes. “Sólo vengo a dar las gracias”, parecía decir Rajoy, temeroso de que alguien sacara la escopeta.

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