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Homeland, hackeada: “Hicimos grafitis en el set de rodaje criticando el racismo de la serie”

Fragmento de la serie Homeland. Episodio emitido esta semana. En la pared se puede leer: "Homeland no es una serie"

Leila Nachawati

Pocas series han sido tan criticadas como Homeland por su presentación reduccionista y distorsionada de la comunidad árabo-islámica. Unas críticas que han ido en aumento desde la cuarta temporada, que mostraba a la rubia, blanca y fotogénica Claire Danes, en un mar de mujeres-bultos humanos cubiertos con burkas negros.

Pero en esta quinta temporada, grabada en Alemania, la serie se ha visto hackeada desde dentro. Parte de la trama de la última temporada de Homeland se desarrolla en un campamento de refugiados entre la frontera entre Siria y Líbano, un escenario que lleva la serie a la actualidad más candente, la de la huida de miles de personas de países en guerra como Siria.

Como el rodaje se llevó a cabo en Berlín y era necesario recrear el ambiente adecuado, los productores contactaron durante el verano con grafiteros árabes que les ayudasen a cubrir las paredes del campamento de ficción de trazos y diseños en árabe.

“Nadie en el set de rodaje prestaba atención a lo que hacíamos”, explica Heba, una de las responsables del colectivo Arabian Street Artists, responsable de los grafiti, en su blog. “Lo que escribíamos en las paredes era para ellos un complemento visual de esa fantasía del horror que es Oriente Medio en esta serie”, añade.

Los grafiteros terminaron su trabajo y esperaron, paciente y discretamente, hasta que el 11 de octubre el episodio 5x2 se emitió ante más de dos millones de espectadores. Quienes entre esos espectadores supiesen leer en árabe, se encontraron con esto (fotos cedidas por los artistas):

Estos mensajes, que hackean la serie desde dentro (una “intervención”, como los propios grafiteros la describen), son una reacción a unos guiones que, desde 2011, presentan como una amalgama distintas manifestaciones políticas, culturales y religiosas del mundo árabo-islámico, con el terrorismo como eje vertebrador.

Para recrear ese “monstruo Frankestein del terrorismo global” que en realidad no existe, la trama avanza confundiendo a árabes con musulmanes y a ciudadanos de países árabes como Líbano con iraníes, pakistaníes o afganos.

“Esto ocurre desde el principio de la serie, y esa acumulación de presentaciones islamófobas es lo que nos llevó a hacer nuestra intervención”, explica el grafitero conocido bajo el seudónimo Stone, del colectivo Arabian Street Artists, en entrevista telefónica con eldiario.es.

“Recuerdo un capítulo en el que supuestamente están en la calle Hamra de Beirut y sólo se ve gente cubierta de arriba a abajo y kalashnikovs por todas partes. Cualquiera que conozca esa zona sabe que es una arteria comercial llena de restaurantes, bares y mujeres paseando en minifalda”, señala.

Estereotipos e islamofobia

Homeland no es la única manifestación de esa representación reduccionista de árabes y musulmanes, una comunidad que no deja de crecer dentro y fuera de Estados Unidos. Ya en 2005 el investigador Jack Shaheen publicó en un documental titulado “Hollywood y los Árabes: Cómo Hollywood Vilifica a un Pueblo” los resultados de su análisis de más de trescientas películas. En ellas, concluye Shaheen, los personajes árabes aparecen representados como bandidos, salvajes, hipersexualizados y, cada vez más en los últimos años, terroristas.

Las mujeres árabes, por otro lado, suelen presentarse como objetos privados de agencia, normalmente bailarinas que sirven a un jeque malvado y avaricioso. “La tendencia no para y se extiende a las series. Hay tantos ejemplos que cuesta recordarlos todos, desde Indiana Jones a True Blood”, añade el grafitero Stone.

“Pero Homeland va más allá de los estereotipos de árabes en camello. Hay algo más, como esa confusión que se ve en un capítulo entre Irán y al Qaeda, como si fuesen lo mismo. Es difícil pensar que no sea algo intencional, mensajes que forman parte de una agenda política”, denuncia.

 Los mensajes no se limitan a lo que atañe a la comunidad árabo-islámica. En esta última temporada de la serie Homeland también aparecen referencias a Edward Snowden, antiguo empleado de la CIA y de la NSA, que hizo públicos documentos clasificados que mostraban las prácticas estadounidenses de vigilancia masiva.

“Snowden aparece tildado de cobarde, y tampoco creo que eso sea coincidencia”, añade Stone. “Esta serie no es entretenimiento. Es propaganda”.

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