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Leon Bridges transporta el soul americano de los 60 a la noche londinense

Leon Bridges transporta el soul americano de los 60 a la noche londinense

EFE

Londres —

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Como si de un concierto en un pequeño local de Nueva Orleans se tratara, Leon Bridge desplegó este lunes la magia de su R&B y su soul en un íntimo show realizado en una sala de la populosa zona de Camden Town, en la capital británica.

Bridges no nació en la conocida como capital del jazz y el soul, sino que lo hizo a 1.160 kilómetros, en Texas, pero su estilo musical bebe directamente de Nueva Orleans, como ya denotan las trompetas, los coros de fondo o su voz que resuena a baile, esperanza y la América de los 60.

Con un repertorio en el mercado que se limita a un disco de diez canciones y un vinilo de cinco temas, Bridges ofreció un espectáculo de corte intimista en el que su canto y la capacidad para hipnotizar al público llevaron de la mano la jornada.

No tardó en inundar el ambiente su voz, profunda, sonora y llegada desde el interior de los Estados Unidos con los primeros compases de 'Brown Skin Girl', una de sus baladas más country y nostálgica, que invita a relajar la mente y transportarse a la América que danza entre el soul y el blues.

La pandereta, la percusión acompañante y la voz de Bridges en primer plano situaron el concierto en su punto álgido cuando las deslumbrantes luces del techo apuntaron directamente a su figura, elegantemente envuelta en una americana y una camisa con rayas blancas y negras.

Se sucedieron cortes como 'Better Man', 'Smooth Sailing' y 'Lisa Sawyer', más sentimental y con toques amorosos, esos que recuerdan más a los cantautores británicos que a los músicos de jazz de la costa este de los Estado Unidos.

Con un público, que sobrepasó el centenar de personas, agolpado en filas en la pequeña sala de Camden, Bridges sacó sus letras de paseo, de la mano y para que no se perdiesen, y se relamió en cada verso y en cada mención al estado de Luisiana.

Sus letras exploran la vida y los sentimientos y recuerdan a otros grandes exponentes del soul como Otis Redding y Sam Cooke.

Entre las míticas '(Sittin' On) The Dock of the Bay' de Redding y '(What A) Wonderful World' de Cooke, comienzan a codearse temas como 'Comming Home, el cual lanzó al estrellato a Bridges y se erigió como piedra angular del álbum homónimo lanzado en verano de 2015.

Dentro de la melancólica puesta en escena del músico americano, cortes como “Twistin' & Groovin'” desentonan para bien, como un rayo de sol entre la nieve.

Sus pasos alegres que viajan desde el gospel hasta el dance movieron al público y pusieron en escena la polivalencia tonal de Bridges, capaz de sobrecoger y de despegar el baile a partes iguales.

Con sus continuos movimientos sobre el escenario, el cantante también tuvo tiempo de sorprender a los espectadores con material de su nuevo disco, 'Good Things' que sale a la venta el próximo 4 de mayo.

El nuevo trabajo sigue los pasos del anterior, pero explota nuevas facetas, como la distorsión de la guitarra en 'Pussyfootin'.

El show se alargó durante una hora y 20 minutos y cerró con todo el público rendido a la banda, que dio carpetazo al concierto con una enérgica interpretación de 'Mississippi Kisses'.

Todd Bridges, como se le conoce fuera de los escenarios, cerrará una mini gira de conciertos en Londres el próximo día 15 y se embarcará en una aventura latinoamericana, en la que visitará Buenos Aires (23 de mayo), Santiago de Chile (Chile), Río de Janeiro (27 de mayo) y Ciudad de México (31 de mayo), entre otras localizaciones.

Sam Cooke, esté donde esté, se sentirá orgulloso de que tal voz haya recogido su estilo y tomado el testigo de toda la música que nunca pudo llegar a componer. Cooke murió asesinado con 33 años de edad, Bridges, a sus 28, tiene toda la vida por delante para quitarse de en medio las comparaciones y demostrar que Leon Bridges ya es una estrella por sí mismo. Manuel Sánchez Gómez.

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