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OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

Ética para (un) ángel

La Justicia según Frank Miller (Holy Terror)

Ernesto Castro

La filosofía moral está hasta en la sopa. Desde la declaración de independencia de una nación hasta los animales que comemos, pasando por el derecho a abortar, la idea de la guerra justa o el planeta que vamos a dejar a las futuras generaciones, todo puede ser objeto de reflexión moral. Pero la ignorancia se interpone en nuestro camino. La mayor parte de la gente piensa que la profesión del filósofo no es otra que aprenderse las ideas de la docena de autores que entran en Selectividad como quien se aprende la lista de los reyes visigodos: de memoria y hasta volverse loco. Y tienen razón. La filosofía académica española consiste básicamente en hacerse el listo citando en alemán a Hegel. La primera broma que soltó Ángel Gabilondo cuando volvió del Ministerio de Educación a su cátedra de metafísica en la Universidad Autónoma de Madrid fue: “Tengo que ponerme al día con los descubrimientos realizados últimamente en mi campo de investigación”.

Ángel Gabilondo se cree muy gracioso porque piensa que no se ha publicado nada que merezca la pena leer entre 2009 y 2011, mientras él era ministro de Educación en el Gobierno de Zapatero. Puede que esto sea cierto en su campo de investigación, por llamar de alguna manera a la filosofía entendida como perpetuo trabalenguas parisino, pero en el campo de la filosofía moral analítica (dejando para otra ocasión la polémica entre analíticos y continentales) el siglo XXI ha supuesto un auténtico boom de libros a la altura de los clásicos. Aquí tienen, sin más dilación, una breve selección de las lecturas filosóficas obligatorias de la última década y media, una Ética para (un) ángel y para el común de los mortales. Pendiente de ampliación.

Derek Parfit: On What Matters (2011)

On What Matters Derek Parfit cumple todas las condiciones para ser el protagonista de la próxima novela de Javier Marías. Miembro emérito del All Souls, publica un libro cada cuarto de siglo y cada libro es un milagro de 1.000 páginas de extensión. Razones y personas (1984) crea prácticamente de cero la filosofía práctica analítica después de John Rawls (Teoría de la justicia, 1971). El ataque a la teoría del interés propio, la defensa del utilitarismo bien entendido, la justicia distributiva entre generaciones, los problemas de identidad personal: todo está aquí. Razones y personas terminaba diciendo que la identidad personal no importa, por razones que no tengo espacio para resumir, y hete aquí casi tres décadas después que aparece On What Matters, que trata de lo que sí importa.

On What Matters es una teoría moral que reconcilie a Immanuel Kant con Jeremy Bentham, la deontología y el utilitarismo, el du musst y el cui bono. Y uno se pregunta, queridos editores españoles, ¿cómo no se os cae la cara de oprobio por no haber traducido todavía esta teoría moral del todo? Probablemente tendremos que esperar tres lustros, igual que con La casa de hojas, de Mark Z. Danielevski, hasta que alguien descubra, finalmente, el Mediterráneo.

Liam Murphy y Thomas Nagel: The Myth of Ownership. Taxes and Justice (2003)

The Myth of Ownership. Taxes and Justice Si algo diferencia la filosofía práctica continental de la analítica es la voluntad netamente interdisciplinar de esta última. Comparen la ignorancia que muestra los chamanes de la ontología izquierdista en cuestiones económicas (Alain Badiou, Ernesto Laclau y Jacques Rancière hablan de oídas) con la discusión sobre la welfare economy que provocó la Teoría de la justicia (1971) de Rawls entre varios premios Nobel. El maestro y el pupilo, Toni Negri y Michael Hardt, son el paradigma de colaboración entre filósofos continentales, habituados como están a hacer mala filosofía y peor historia de la filosofía, parasitando hasta jubilarse de las ideas de los muertos (en este caso de Gilles Deleuze).

  1. La colaboración entre Liam Murphy y Thomas Nagel, un jurista experto en impuestos y un filósofo analítico de irregular trayectoria, es una asociación simbiótica habitual, por el contrario, y por eso su libro contra la mitología de la propiedad heredada es tan bueno, porque justifica filosóficamente un impuesto sobre patrimonio que varios economistas (incluido el famoso Thomas Piketty) consideran el bálsamo de Fierabrás que frenará el aumento de la desigualdad y de la opulencia del 1%.
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