El Teatro Real tiene por primera vez saldo positivo contable

El Teatro Real ha cerrado su cuenta de resultados por primera vez en su historia con un saldo positivo, algo que, según ha explicado a Efe su director general, Ignacio García-Belenguer, se debe “al esfuerzo de todo el equipo que ha entendido que había que hacer los ajustes que se han hecho”.

El Boletín Oficial del Estado (BOE) publica hoy la cuenta de resultados y el balance, y se aprecia que de un saldo negativo de 4,4 millones de euros en 2014, de menos 2,3 millones en 2015, menos 1,3 en 2016 y menos 850.000 euros en 2017 han pasado a uno positivo de 118.629 euros.

“Me ha tocado tomar decisiones durísimas pero los vientos han sido favorables y ha habido entendimiento sobre que era necesario hacer lo que hemos hecho. No tenemos que valer más sino hacer un proyecto artístico excelente y si los números salen, mejor que mejor”, ha indicado.

En consonancia con ese dato, la variación del patrimonio reconocido pasa de ser negativo en 4,4 millones en 2014 a ser positivo en 118.000 euros, lo que significa, según el director, “que contablemente el teatro vale más”.

Los ingresos del teatro por actividad propia han sido, a 31 de diciembre de 2018, de 31,1 millones de euros, dos más que el año pasado.

De ellos, 16 millones proceden de patrocinadores y colaboradores; 14,2 millones de las subvenciones que reciben de las tres administraciones -estatal, local y de la comunidad-, y 189.000 de donaciones y legados, que incluye la subvención especial concedida por la celebración del bicentenario del teatro.

“Las subvenciones no van a crecer pero funciona muy bien la aportación de la sociedad civil, a través de los patrocinios o la sociedad de amigos del teatro”, ha precisado García-Belenguer, que ha destacado también el papel del patronato, “que apoya por unanimidad las decisiones que se han tomado y que han generado una viabilidad del cien por cien”.

Por ventas y otros ingresos, han recaudado 28,6 millones -25,3 en 2017-, de ellos 24,9 por ventas y 3,7 por alquileres del espacio, eventos y giras, entre otros.

El director del teatro cree que el coliseo, cuyo intendente es Joan Matabosch, tiene ahora “una programación más coherente y equilibrada” en la que se han invertido en el ejercicio analizado 26 millones de euros.

A gastos de personal -el teatro tiene cerca de 600 trabajadores- se han destinado 19 millones de euros, una partida en la que está incluida lo que perciben los artistas el Coro y Orquesta -“de lo mejor de Europa”-, más los servicios de limpieza y mantenimiento.

Los fondos propios -lo que vale el teatro descontadas las amortizaciones- han sido negativos, en 173.000 euros, una cifra que era de menos 592.000 el año anterior.

García-Belenguer precisa sobre ese punto que la ley de Fundaciones establece que si eso sucede “tienes que disolver” a no ser “que cumplas el fin fundacional y eso el Real lo cumple con creces; en cualquier caso la solución es una aportación adicional”.

El teatro, que tiene 1.650 butacas, ha pasado de ser un edificio en alquiler a ser propiedad de la fundación del Real gracias a un acuerdo con el Estado, que sufre por esta donación una depreciación en sus cuentas de 130 millones de euros.

“Es un grandísimo momento pero todavía con capacidad de crecimiento importante. El proyecto funciona, gastamos menos de lo que ingresamos y tenemos patrimonio. Al final lo que tienes que hacer es ahorrar y hacer inversiones”, resume.

No quieren crecer aumentando el número de abonados, que debe ser, dice, “un máximo del 65-70% del total”, sino haciendo “una excelente programación artística” y proyectos audiovisuales como el recién presentado My Opera Player.

El Real quiere ser, ha añadido García-Belenguer, “el coliseo de ópera de referencia” con un proyecto de futuro que incluya “su reordenación institucional, la presupuestaria y la contable”.