Fernández Díaz contradice las pruebas judiciales: “Si un inmigrante pisa España, cumplimos la Ley”
El ministro de Interior ha mostrado su apoyo al coronel de la Guardia Civil de Melilla, imputado por ordenar las devoluciones inmediatas en la valla de la ciudad. En una entrevista en Cadena Ser, Fernández Díaz ha defendido de nuevo el mismo “concepto de frontera” del Instituto Armado que ha costado la imputación a Ambrosio Martín, al no sostenerse con la legalidad vigente según las conclusiones provisionales del Juzgado de instrucción número 15 de la ciudad autónoma. Sus palabras, ademas, contradicen las pruebas judiciales que demuestran que los agentes también expulsan inmigrantes una vez superada la última alambrada.
“Lo que algunos llaman devolución en caliente es rechazo en frontera, hasta que no se atraviesa el periodo de vallas no se ha entrado en territorio nacional”, ha reiterado Fernández Díaz acerca de las expulsiones ilegales de inmigrantes. Entonces, según asegura, cuando una persona pisa territorio nacional, “se aplica la ley española”. Pero las imágenes demuestran que esto no se está produciendo: los inmigrantes son devueltos también después de sortear ambas alambradas.
El juzgado de instrucción número 15 de Melilla, basándose en las imágenes aportadas por las tres ONG personadas, consideró en su auto que, al menos durante el intento de entrada del pasado 13 de agosto, la Guardia Civil incumplió su propio “protocolo operativo de vigilancia fronteriza”. Aquel día, aproximadamente 75 personas, después de permanecer horas encaramadas en la valla interior -la más cercana a la ciudad autónoma-, descendieron de ella, pisaron suelo español y fueron expulsados de forma inmediata.
“Tales ciudadanos subsaharianos habrían llegado incluso a sobrepasar la totalidad del perímetro fronterizo (doble vallado), atravesando la valla interior, entrando irregularmente en territorio español (si se acepta como válido el concepto operativo de frontera), lo que habría obligado a aplicarles la legislación de extranjería”, expone el auto. El texto añade que algunas de las personas expulsadas presentaban “síntomas visibles de encontrarse lesionado”. El juez se basa en el visionado de las imágenes presentadas por ONG, aquellas a las que el Gobierno atacó por, según indicaron desde su delegación en Melilla, generar “ controversia” y tener “mala fe”.
Pero el ministro de Interior continúa firme en la teoría cuestionada por el juez: “Lo que se llama devoluciones en caliente son rechazos en frontera y tengo que decir que si aludimos al carácter topográfico y geográfico de la frontera en Melilla nos encontramos con la paradoja de que en algunas zonas de Melilla las vallas están colocadas en territorio nacional”, ha explicado Fernández Díaz.
El titular de Interior ha defendido que ningún país “pone en duda que España esté violando los derechos humanos” pues, según asegura “somos un país muy respetuoso con los derechos humanos”. Con este objetivo ha enumerado una retahíla de grupos y organismos internacionales de los que el Estado forma parte.
“En el ámbito de las fronteras está cumpliendo la legalidad”, ha zanjado Fernández Díaz que reconoce que “solo con blindar las fronteras” no se arregla el fenómeno de la inmigración “pero tenemos el derecho y el deber de custodiarlas”, ha remarcado.
Sobre el compromiso de la Unión Europea con el fenómeno de la inmigración se muestra optimista. Su argumento: “Que el nuevo comisario de inmigración sea griego pone de manifiesto la preocupación y sensibilidad de la UE por la inmigración”, ha defendido Fernández Díaz, ya que se trata de un país con una gran presión migratoria. La periodista Pepa Bueno ha recordado el perfil del comisario escogido: se trata del exministro de Defensa de Grecia, miembro del partido Nueva Democracia de discurso en ocasiones xenófobo con fines electoralistas. El titular español de Interior ha cambiado de tema, derivando sus palabras hacia la llegada de inmigrantes a Estados Unidos.