Una jueza de EEUU ordena deportar al estudiante palestino Mahmoud Khalil pese a otra orden judicial que lo protege

Una juez de migración de EEUU ha ordenado ordenó la deportación del estudiante palestino de la Universidad de Columbia Mahmoud Khalil a Argelia o Siria. La jueza, con sede en Luisiana, argumenta que omitió información en su solicitud de residencia permanente, según documentos judiciales publicados el miércoles.

Los abogados de Khalil han afirmado que tienen la intención de apelar la orden de deportación, al tiempo que argumentan que las órdenes de un tribunal federal de distrito siguen vigentes. Esas órdenes de junio, del juez federal de Nueva Jersey Michael Farbiarz, prohíben al gobierno deportarlo o detenerlo mientras se resuelve su caso en la corte federal.

La jueza de inmigración Jamee Comans, sin embargo, afirma que Khalil “tergiversó deliberadamente hechos materiales con el único propósito de eludir el proceso de inmigración y reducir la probabilidad de que su solicitud fuera denegada”.

Los abogados de Khalil presentaron un escrito al tribunal federal de Nueva Jersey que lleva su caso de derechos civiles y afirmaron que el acusado impugnará la decisión de Comans.

Khalil, residente permanente de Estados Unidos desde hace tres décadas, de ascendencia palestina y estudiante de la Universidad de Columbia, fue detenido por las autoridades de inmigración estadounidenses durante más de 100 días a principios de este año, mientras la administración Trump buscaba deportarlo por su activismo contra el genocidio israelí.

Su esposa, ciudadana estadounidense, estaba embarazada en ese momento y Khalil se perdió el nacimiento de su hijo mientras estaba en prisión.

Fue liberado el 20 de junio. El juez federal de distrito Michael Farbiarz, de Nueva Jersey, declaró entonces, refiriéndose a Khalil, que castigar a alguien por un asunto civil de inmigración era inconstitucional.

La Administración Trump ha perseguido a manifestantes propalestinos como Khalil, calificándolos de antisemitas y partidarios del extremismo, y a las universidades por permitirlo.

Grupos de derechos humanos están movilizándose contra los riesgos para la libertad de expresión y el debido proceso que suponen los intentos de deportación y las amenazas a la financiación federal de las universidades donde se produjeron las protestas.

Columbia estuvo en el centro de las protestas del año pasado, que exigieron el fin del genocidio israelí y la desinversión de fondos por parte de las universidades de empresas que apoyan a Israel.