Trinidad y Tobago amenaza con expulsar 'puerta a puerta' a 100.000 inmigrantes
1 de enero de 2015. Fecha límite para que los más de 110.000 inmigrantes en situación irregular que residen en Trinidad y Tobago intenten legalizar su situación. De lo contrario, podrían verse abocados a la deportación automática del país isleño, según recoge la agencia Associated Press.
Así se expone en el plan migratorio que ha anunciado el Gobierno trinitense, que, entre otras cuestiones, determina la posibilidad de llevar a cabo inspecciones 'puerta a puerta' en las casas de los extranjeros dentro de dos meses. Una apuesta que para el ministro de Seguridad Nacional, Gary Griffith, no representa una “caza de brujas”, sino una garantía de que se cumple la legislación, según notas publicadas por los medios de la zona.
La excusa que manifiesta el Ejecutivo de aquel país para legitimar la medida es de sobra conocida en estos casos: el ascenso de la criminalidad procede en gran parte del aumento de los flujos migratorios. De acuerdo a la información aportada por los medios locales, Griffith aseguró que “la expulsión de los indocumentados tendrá un impacto positivo en la lucha contra el delito”.
“Los inmigrantes ilegales están utilizando el sistema educativo, de salud, y las oportunidades de empleo”, criticó el ministro, e inmediatamente añadió que “el país recibe con los brazos abiertos a la inmigración, pero debe ser legal”.
El país, situado en el sur del mar Caribe, cuenta con cerca de 1.200.000 habitantes, de los que un 10% son inmigrantes en situación irregular. La medida afectará sobre todo a guyaneses y jamaicanos. Se calcula que, entre ambas nacionalidades, un total de 50.000 personas no han regularizado su residencia en Trinidad y Tobago, es decir, son casi la mitad de los que podrían ser deportados. Los venezolanos representan el tercer grupo más numeroso.
