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La UE quiere contener a los refugiados afganos en Irán y Pakistán para “evitar movimientos migratorios ilegales descontrolados” en Europa

Refugiados afganos.

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —

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Lo ha dicho el ministro de Exteriores de Luxemburgo: “Son como Orbán, Salvini y Le Pen”. Jean Asselborn se refería al canciller austriaco, Sebastian Kurz (que encabeza un gobierno de populares y verdes), y al primer ministro esloveno, el popular Janez Jansa (a la sazón presidente de turno de la UE). ¿Por qué? Por su actitud refractaria ante los refugiados afganos. Y, sin un acuerdo de los 27, es imposible que la Unión Europea diseñe un plan común de acogida. Ahora bien, acuerdo sí que habrá para financiar a los vecinos de Afganistán, en particular Irán y Pakistán, para contener a los refugiados antes de que lleguen a las fronteras de la UE. Un remedo de cómo se quiso atajar el flujo de quienes huían de la guerra en Siria en 2015: pagando 6.000 millones a Turquía para gestionar a los refugiados.

Asselborn, el ministro del país más pequeño de la UE, ha abogado sin éxito por la necesidad de que la UE siga el ejemplo del Reino Unido, dispuesto a acoger a 20.000 afganos, y dé “una solución a las niñas, las mujeres y a los periodistas” que huyen de ese país. “Estamos peor preparados que en 2015. Es terrible. La Unión Europea debería estar lista para proporcionar entre 40.000 y 50.000 plazas”, dijo a Die Welt, donde habló sobre Kurz y Jansa: “Espero que haya resistencia, ambos están clara y definitivamente en la línea de Orbán, Salvini y Le Pen. Rechazan la solidaridad en este momento extremadamente trágico para el pueblo torturado de Afganistán. Si la solidaridad ya no existe, se pierde el título de europeo”. Un mensaje, el de Kurz y Jansa, que también han verbalizado Dinamarca –gobernada por socialdemócratas– y Eslovaquia –cuyo gobierno es de la familia liberal– este martes.

Así, los ministros de Justicia e Interior de la UE se han reunido este martes en Bruselas para abordar la crisis y han acordado una declaración en la que se refuerza la idea general de “protección” para los afganos. Pero, eso sí, a miles de kilómetros de las fronteras europeas, al tiempo que se habla de “migración ilegal” –cinco veces– en lugar de “migración irregular”, cuando la propia Comisión Europea señala que debido a “la asociación con la criminalidad, se debe evitar el término 'migración ilegal', ya que la mayoría de los migrantes irregulares no son delincuentes”.

“La UE seguirá coordinándose con sus socios internacionales, en particular Naciones Unidas y sus agencias, para estabilizar la región y garantizar que la ayuda humanitaria llegue a las poblaciones vulnerables, en particular mujeres y niños, en Afganistán y en los países vecinos. Con este fin, la UE y sus Estados miembros intensificarán el apoyo financiero a las organizaciones internacionales pertinentes”, afirma la declaración.

Los ministros de Interior, además, afirman que “la UE reforzará su apoyo a terceros países, en particular a los países vecinos y de tránsito, que acogen a un gran número de migrantes y refugiados, para reforzar su capacidad de proporcionar protección, condiciones de recepción dignas y seguras y medios de vida sostenibles para los refugiados y las comunidades de acogida. La UE también cooperará con esos países para prevenir la migración ilegal desde la región, reforzar la capacidad de gestión de fronteras y prevenir el tráfico ilícito de migrantes y la trata de seres humanos. Además, como parte de los esfuerzos mundiales, se podría brindar apoyo en forma de reasentamiento de forma voluntaria, dando prioridad a las personas vulnerables, como mujeres y niños”.

Según el Consejo de la UE, “se necesita un enfoque europeo para trabajar con los vecinos de Afganistán para abordar el impacto de los desplazamientos en la región”. Para ello, los gobiernos instan a la Comisión Europea “a evaluar todas las opciones para la ayuda financiera necesaria en el marco financiero plurianual [el presupuesto de la UE 2021-2027], en particular el NDICI [Instrumento de Vecindad, Desarrollo y Cooperación Internacional] y los instrumentos de asilo, migración y gestión de fronteras”.

Los ministros dicen tener presente la crisis de 2015: “Sobre la base de las lecciones aprendidas, la UE y sus Estados miembros están decididos a actuar de forma conjunta para evitar la repetición de movimientos migratorios ilegales a gran escala incontrolados que se han producido en el pasado. Deben evitarse los incentivos a la migración ilegal. La UE también debería reforzar el apoyo a los países vecinos de Afganistán para garantizar que las personas que lo necesiten reciban la protección adecuada principalmente en la región”.

Seguridad

La declaración de los ministros también incide en el enfoque de la seguridad. “La UE y sus Estados miembros harán todo lo posible para garantizar que la situación en Afganistán no dé lugar a nuevas amenazas a la seguridad de los ciudadanos de la UE”, dicen los 27: “Deben realizarse todos los esfuerzos posibles para garantizar que el régimen de los talibanes cese todos los vínculos y prácticas con el terrorismo internacional y que Afganistán no se convierta una vez más en un santuario para los terroristas y los grupos delictivos organizados”.

En este sentido, “la UE y sus Estados miembros, con el apoyo de Frontex, siguen decididos a proteger las fronteras exteriores de la UE y evitar entradas no autorizadas, y ayudar a los Estados miembros más afectados”. Para ello, “deben llevarse a cabo controles de seguridad adecuados, incluso mediante el uso completo de las bases de datos de la UE”.

Para terminar, el Consejo de la UE “reconoce la necesidad de apoyar y proporcionar protección adecuada a los más necesitados, de conformidad con la legislación de la UE y las obligaciones internacionales, y de acercar las prácticas de los Estados miembros en la recepción y tramitación de solicitantes de asilo afganos”.

Así, la UE parece querer ir por fases: la primera, evacuar contrarreloj a su personal más cercano; la segunda, pagar para mantener a los refugiados afganos en la región sin llegar a Europa; y la tercera, intentar coordinar los esfuerzos internacionales para el reasentamiento voluntario de refugiados. Esto último lo quiere hacer la Comisión Europea a través del Foro de Reasentamiento, en el que está la UE, EEUU, Canadá y la ONU, y que será convocado por Bruselas en septiembre “para discutir prioridades concretas con los Estados Miembros y brindar soluciones sostenibles a los afganos que son más vulnerables, en particular las mujeres y niños, pero también activistas de derechos humanos, periodistas, abogados. Cooperaremos junto con los otros líderes mundiales en un enfoque coordinado de rutas seguras y legales para el reasentamiento”, ha afirmado la comisaria europea de Interior, Ylva Johansson.

Johansson también ha dicho que “aún no ha habido un gran movimiento de afganos fuera de Afganistán, pero si los talibanes son los mismos talibanes que hemos visto en el pasado, entonces hay una enorme riesgo de una crisis humana”.

Directiva de protección temporal

En vísperas de la reunión, Amnistía Internacional ha instado a la UE a activar la directiva de protección temporal, una norma de 2001 nunca antes utilizada diseñada para gestionar la afluencia repentina de migrantes, para facilitar la “llegada y protección seguras y ordenadas a Europa” de los afganos en riesgo.

La directiva, en proceso de ser enmendada, permitiría a la UE dar protección instantánea a una categoría específica de refugiados, en este caso, afganos, sin el pleno consentimiento de todos los miembros de la UE.

Es algo que defiende el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, y 76 eurodiputados, mayoritariamente de izquierdas y verdes, que recientemente redactaron una declaración al respecto.

La reunión de Bruselas llega, también, horas después de que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobara una resolución en la que pedía a los talibanes que cumplieran su compromiso de permitir que los afganos se fueran de manera segura, pero sin exigir la creación de una zona segura con mandato internacional en Kabul para continuar con las evacuaciones como había solicitado el presidente francés, Emmanuel Macron. La resolución aprobada finalmente fue acordada por Francia, Reino Unido y Estados Unidos, y pide que “todas las partes permitan el acceso total, seguro y sin obstáculos”. Rusia y China se abstuvieron.

“Movilizar recursos” para los vecinos de Afganistán

El vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Promover el Estilo de Vida Europeo, Margaritis Schinas, ha pedido este martes a la entrada de la reunión “movilizar recursos” y trabajar con los países vecinos de Afganistán para evitar el flujo de migrantes hacia las fronteras de la Unión Europea (UE): “Tenemos que trabajar con los países vecinos de Afganistán [Irán y Pakistán], movilizar recursos, conocimiento, minimizar la posibilidad de que los traficantes produzcan un gran movimiento hacia nuestras fronteras exteriores”. Schinas insistió en la “necesidad de que la UE tenga pronto un acuerdo sobre una política migratoria y de asilo holística, cohesiva, integral”.

Además, afirmó que la UE “no debería ser un demandante permanente de seguridad sino convertirse en un proveedor de seguridad”.

Según ha publicado El País, la Comisión Europea quiere movilizar hasta 1.100 millones: 200 millones en ayuda humanitaria para mujeres, niñas y los más vulnerables –anunciados tras la reunión del G7 por la presidenta Ursula von der Leyen–; 300 millones en dos años para el reparto de refugiados; y 600 millones para centros de acogida de solicitantes de asilo fuera de las fronteras de la UE, con el fin de evitar que los refugiados se agolpen en las fronteras de Europa.

Por su parte, la comisaria europea de Interior, Ylva Johansson, defendió: “Tenemos que evitar una crisis humana, una crisis migratoria y amenazas a la seguridad. Tenemos que actuar ahora y no esperar a que tengamos grandes flujos de gente en nuestras fronteras o a que organizaciones terroristas sean más fuertes. Todo el mundo quiere evitar una situación como la que tuvimos en 2015, y lo podemos evitar, estamos mucho mejor preparados. Pero no deberíamos esperar a tener a gente en nuestras fronteras exteriores, por lo que hay que trabajar globalmente con la comunidad internacional”.

El ministro esloveno de Interior, Ales Hojs, cuyo país preside este semestre el Consejo de la UE, pidió responder a la “muy grave” situación en Afganistán “con sentido común, todos juntos y estar muy determinados”. Recordó que la “principal responsabilidad” de los titulares de Interior es “proteger de ataques terroristas a los ciudadanos de la UE” aunque “por otra parte, podemos hablar de ayuda humanitaria”, si bien apuntó que ese tema corresponde sobre todo abordarlo a los ministros de Exteriores.

Marlaska: “España aceptará la responsabilidad que le corresponda”

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha acudido este lunes a Bruselas para abordar con sus homólogos de la UE la crisis de Afganistán. Según Marlaska, “para hacer valer la necesidad de seguir tomando las medidas necesarias para proteger al conjunto de los ciudadanos y ciudadanas afganas”. 

Y ha añadido: “Esto es una cuestión no solo de la Unión Europea, es una cuestión internacional, global, donde es la comunidad internacional la que tiene que dar una respuesta coordinada, siendo conscientes en la Unión Europea que tenemos que mantener una coordinación, una única voz, en desafíos tan importantes como las personas susceptibles de ser protegidas internacionalmente, y también de la migración, luchando contra la inmigración irregular”.

En ese sentido, Marlaska ha reivindicado la “necesidad de que el pacto europeo de Asilo e Inmigración sea una realidad efectiva para garantizar principios tan básicos como la responsabilidad compartida, la solidaridad, la humanidad y la dimensión exterior, es decir, la cooperación con los países de origen y tránsito”.

No obstante, las discusiones en Bruselas parecen más encaminadas a evitar que los refugiados lleguen a Europa que a gestionar su llegada. “La declaración que esperemos que finalmente sea aprobada hace una referencia concreta y esencial al principio básico de la protección”, ha afirmado el ministro: “En ese sentido, es un amplio abanico de actuaciones. En primer lugar, las organizaciones que dentro de Afganistán están trabajando por los derechos y las libertades fundamentales. Luego, evidentemente, cooperar con los países limítrofes para ayudar, pero también garantizando el reasentamiento, que es una política también de la Unión Europea”.

El ministro no ha querido concretar a su llegada a Bruselas cuántos refugiados tiene previsto acoger España: “España tiene un compromiso. Esto es una crisis evidentemente de refugiados. Estamos hablando de derechos y libertades fundamentales, y estamos comprometidos con los derechos y las libertades fundamentales. Y nuestra política de España está en la política de la protección de los derechos y libertades fundamentales de esas personas. España aceptará la responsabilidad individual que le corresponda dentro de la Unión Europea, con ese compromiso hacia los derechos y libertades fundamentales. Creo que en esta primera fase ha quedado claro cuál es la postura de España con el hub de la Unión Europea en materia de la relocalización de las primeras llegadas de los ciudadanos afganos”.

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