¿Ricos más ricos y pobres más pobres? Nuestra sociedad está llena de brechas que incrementan las diferencias entre unos y otros. (Des)igualdad es un canal de información sobre la desigualdad. Un espacio colectivo de reflexión, análisis y testimonio directo sobre sus causas, soluciones y cómo se manifiesta en la vida de las personas. Escriben Teresa Cavero y Jaime Atienza, entre otros.
México y la desigualdad
“México es el país de la desigualdad. Acaso en ninguna parte la hay más espantosa en la distribución de fortunas, civilización, cultivo de la tierra y población” - Alexander Von Humboldt
En sus exploraciones por la Nueva España, alrededor de 1822 (algunos autores lo colocan antes), Alexander Von Humboldt apuntaba esta reflexión. Hoy, casi 200 años después, este duro diagnóstico se mantiene vigente. A pesar de ser la decimocuarta economía mundial, México es un paradigma de cómo la desigualdad tiene consecuencias negativas en la construcción de instituciones democráticas eficaces y en el mantenimiento de un verdadero Estado de Derecho.
La desigualdad ha frenado el potencial del capital físico, social y humano de México; haciendo que en un país rico sigan persistiendo millones de pobres. ¿En dónde está esa riqueza mexicana? En términos de renta y capital, se encuentra concentrada en un grupo selecto de personas que se han beneficiado del poco crecimiento económico del que ha gozado México en las últimas dos décadas. De hecho, de acuerdo al informe que publicó Oxfam México en el 2015, entre 1996 y 2014 el PIB per cápita creció a menos del 1% anual, pero la fortuna de los 16 mexicanos más ricos se multiplica por cinco.
Parece increíble que en México, un país de renta media, vivan 55.3 millones de personas en pobreza. El potencial económico lo acumulan por lo tanto estas pocas personas, pero no “llega” al resto.
La desigualdad extrema que se vive en México echa raíces en un sistema político marcado por la influencia de los poderes económicos y privados en la política pública y la interferencia que tiene para el ejercicio de los derechos. Así, los mexicanos nos enfrentamos día a día a situaciones de corrupción y falta de transparencia en las instituciones; monopolios, oligarquías y violencia estructural relacionada al crimen organizado.
¿Es posible revertir este escenario? Nuestra respuesta es un rotundo SI. Para esto necesitamos coordinación entre actores políticos, sociedad civil y sector privado. Necesitamos urgentemente acciones concretas para combatir la desigualdad y cambiar la situación sobre la que Alexander Von Humboldt nos advirtió hace casi dos siglos.
La ruta de salida es conocida. Otros países lo han hecho. México necesita un Estado que trabaje para los muchos y no para los pocos, en donde se gaste con sentido en educación, salud y servicios básicos. Que impulse políticas para que las personas no trabajen para seguir siendo pobres, para que paguen más los que más tienen y para hacer un Estado más transparente.
Reducir la desigualdad en México tiene sentido para garantizar el futuro de todos.
Esta tarde, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, el economista y director de Oxfam México Ricardo Fuentes, junto con Enrique V. Iglesias, Esther del Campo y José Antonio Sanahuja ofrecen la conferencia ¿Cuáles son las causas de la desigualdad en México.
Sobre este blog
¿Ricos más ricos y pobres más pobres? Nuestra sociedad está llena de brechas que incrementan las diferencias entre unos y otros. (Des)igualdad es un canal de información sobre la desigualdad. Un espacio colectivo de reflexión, análisis y testimonio directo sobre sus causas, soluciones y cómo se manifiesta en la vida de las personas. Escriben Teresa Cavero y Jaime Atienza, entre otros.