La Autoridad Fiscal Independiente echa a andar pidiendo un recorte de deuda más realista
“Cumplir o explicarse”. Este es el lema bajo el que se ha presentado en sociedad la Autoridad Fiscal Independiente (AIREF), el organismo que se enmarca dentro de los compromisos a los que se sometieron los miembros del euro cuando firmaron el two-pack (el marco de vigilancia fiscal reforzada). El organismo tiene que validar el diseño de las cuentas públicas de las diversas administraciones del Estado, de forma que estén en consonancia con los objetivos de déficit y deuda previstos.
La principal función del organismo es publicar opiniones e informes (estos últimos con más entidad y pautados por ley) que evalúen las previsiones macro con las que se diseña el Presupuesto, los riesgos de incumplimiento o la transparencia presupuestaria. Según adelantó José Luis Escrivá, el presidente -el organismo es unipersonal-, la entidad se estrenará con dos opiniones, una sobre cumplimiento de objetivo de déficit y deuda, y otra sobre procedimientos de ciclo presupuestario, y con seis informes sobre planes de equilibrio financiero de las comunidades autónomas.
En el caso de las opiniones sobre déficit y deuda, Escrivá ya anticipó que el criterio del organismo es que se debe diseñar una senda de la deuda más creíble que la actual. Para 2017 se espera que España tenga alrededor de un 97% de su PIB comprometido en deuda pública. Y la senda de deuda pide que para 2020 esta cifra se haya reducido en 37 puntos, hasta el nivel del 60%.
“Hemos hecho estudios que demuestran que el impacto de un recorte así sería incluso perjudicial”, aclaró Escrivá en un corrillo con periodistas posterior a la rueda de prensa. El exresponsable del servicio de estudios de BBVA cree que se debe diseñar una senda más realista en la reducción de la deuda que envíe una señal de credibilidad a los mercados y en el que se hagan reglas fiscales más claras y de fácil cumplimiento. Además, lamentó que desde Bruselas en ocasiones se pusiera tanto empeño en la “décima” de cumplir el déficit y tampoco énfasis en el incremento de la deuda pública, que es la que manda la sostenibilidad de las cuentas públicas en el largo plazo.
En cuanto al informe que afecta a las seis comunidades autónomas que el año pasado no cumplieron sus objetivos de déficit, Aragón, Castilla-La Mancha, Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia y Navarra, se encuentran ya en periodo de alegaciones para que las comunidades corrijan los defectos de forma que encuentren en el informe. Estos informes valorarán el rigor con el que estas comunidades han enmendado sus planes para cumplir con los objetivos pactados en 2014. Todos los informes aparecerán publicados en la página web.
Escarnio público
El “cumplir o explicarse” es el canal de influencia con el que cuenta este organismo para que las administraciones del Estado no se desvíen de sus objetivos. Si AIREF no está de acuerdo con los planes presupuestarios de una Administración (local, autonómica, Estado central o Seguridad Social) se lo hará llegar. Si la Administración no cumple con los objetivos comprometidos tendrá que explicarse públicamente y defender sus tesis frente a la AIREF. Este es el principal mecanismo de control de una autoridad que sale con menos competencias que sus vecinas y no tiene capacidad punitiva para castigar a los actores del Estado desobedientes y sus informes no son vinculantes.
Pero la puesta de largo del organismo será sin duda en septiembre, cuanto pase a valorar los entresijos de los Presupuestos Generales del Estado para 2015. Los parlamentarios contarán con la opinión de la Autoridad sobre las cuentas que presentará Montoro y su realismo a la hora de adaptarse a cumplir los objtivos de déficit y deuda en el próximo ejercicio.
En la práctica, estos informes llegan con mucho retraso sobre el calendario previsto por Bruselas. España se comprometió a tener lista esta Autoridad el 31 de octubre de 2013 y el propio Escrivá reconoció que ni siquiera en 2014 podrían hacer todos los informes que les pide la ley por falta de medios. Entre ellos, no hicieron una evaluación del plan de estabilidad enviado a Bruselas en abril ni del riesgo de incumplimiento de los objetivos de este año, un 5,8% de déficit que Hacienda a rebajado, motu proprio, al 5,5%.
Escrivá asegura que los organismos internacionales han sido “comprensivos” con que la AIREF haya decidido primar el construir una organización sólida a precipitarse en lanzar estos informes sin los medios adecuados. Para septiembre, el organismo contará con 40 personas pero falta mucho para que la plantilla llegue a las 70. Para financiarse, el organismo recaudará (una novedad en este tipo de instituciones) una tasa sobre las administraciones presupuestadas. Aunque el porcentaje no está fijado aún, se tomará como base el tamaño de los presupuestos. Además, los administrados pueden pedir estudios ad hoc que serán o no públicos y para los que la Autoridad les cobrará un precio también por determinar.
Escrivá reconoció que las cuentas públicas estaban muy presionadas por “los ciclos electorales” y otra serie de sesgos, como el que los grupos de interés beneficiados ignoran los efectos de sus decisiones o el optimismo.