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El cambio en la economía: la inversión alcanza ya el 83% del máximo de la burbuja pero se 'desengancha' del ladrillo

La inversión vivienda está más rezagada porque hay problemas de financiación a los hogares.

Daniel Yebra / Victòria Oliveres

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España ha dejado atrás el modelo de crecimiento económico basado exclusivamente en el monocultivo del ladrillo. La inversión de empresas y familias en “capital fijo” alcanza ya el 83% del máximo de la burbuja que estalló en 2008: 68.173 millones de euros, según el dato del segundo trimestre de este año de la Contabilidad Nacional. Pero lo hace con un peso muy inferior de la construcción y el inmobiliario.

El camino de la recuperación hacia los casi 82.000 millones de inversión del cuarto trimestre de 2007 está siendo muy lento porque se está recorriendo con la economía 'desenganchada' del ladrillo. España, además, sufrió el golpe general del shock de la pandemia, aunque el nivel de formación bruta de capital fijo (según denomina el INE a la inversión) previo a la COVID-19 (casi 63.000 millones en 2019) ya se superó en el primer trimestre de 2022 por el impulso del Plan de Recuperación y de la transición energética.

En cambio, la reconstrucción completa del PIB (Producto Interior Bruto) tuvo que esperar al primer trimestre de 2023, por el freno que ha significado la debilidad del consumo por el daño de la inflación.

Antes de 2008, la vivienda llegó a suponer 4 de cada 10 euros de la inversión en “capital fijo” en España y ahora solo es 2,8 euros de cada 10. La explicación está en el mayor peso de sectores relacionados con la innovación, la ingeniería o las energías renovables, favorecidos por los fondos europeos.

Dentro de la Contabilidad Nacional, el INE incluye en la inversión en “capital fijo” a la propia vivienda, al resto de la construcción (infraestructuras y otros edificios), material de transporte, maquinaria, bienes de equipo, sistemas de armamento, agricultura [definida por el organismo como “recursos bióticos cultivados”] y propiedad intelectual.



La construcción en total, sumando vivienda y el resto, atrajo casi 7 euros de cada 10 en la burbuja inmobiliaria. El peso de esta actividad en la inversión se hundió por debajo del 50% al final de 2013, justo después del rescate bancario y con el paro por encima del 20%. Desde ese suelo, ha ido reconquistando terreno hasta el 53% actual, según se observa en el siguiente gráfico.



“La economía española crece y crea empleo, a pesar de la atonía del ladrillo y del crédito”, observa el economista Ignacio Ezquiaga. Este investigador de AFI y Funcas destaca que “la construcción residencial está por detrás del potencial de creación de hogares, por culpa de la imposible asequibilidad que implican los precios para la mayoría”.

Por un lado, esta tendencia “es una llamada a hacer parque de vivienda pública”, continúa Ezquiaga. “La vivienda en este ciclo [de crecimiento económico] está más rezagada porque hay problemas de financiación a los hogares”, coincide Alejandro Inurrieta. Pero, por otra parte, también refleja un crecimiento económico más “sano”, admite el primer experto.

“Hay un cambio tecnológico en favor de la construcción industrializada, más ecológica, con menos cemento”, añade el profesor Juan Laborda. “En efecto, hay una desviación de actividad inversora hacia sectores de innovación, ingeniería y todo lo relacionado con energía renovables”, señala Inurrieta. “Por supuesto que es más sano, y se deja notar en el empleo. No solo creamos empleo en sectores de bajo valor añadido, sino en otros sectores punteros”, prosigue este último economista.

La fortaleza del mercado de trabajo en España se explica por la reforma laboral y por el despliegue del Plan de Recuperación y su impacto en sectores de mayor valor añadido, relacionados con las TIC (tecnologías de la información y la comunicación) o la I+D (investigación y desarrollo). Así, aunque la tasa de paro sigue siendo elevada y se mantiene como uno de los grandes problemas estructurales, el empleo revela cambios de fondo, como se explica en esta información.

La transformación de la economía española está reflejada también en las cifras de inversión. El dinero dedicado a propiedad intelectual se ha estabilizado cerca del 17% del total, hasta superar los 11.000 millones de euros, tras duplicarse desde 2008.

Debilidad de la industria

A cierre del segundo trimestre de este 2023, la inversión en propiedad intelectual se ha quedado apenas 2.000 millones por debajo de la inversión en maquinaria, bienes de equipo y sistemas de armamento, más relacionados con la industria tradicional, que sufre un 'frenazo' en toda la eurozona y que en España, concretamente, está muy relacionada con la marcha del sector del automóvil.

Según la encuesta PMI que realizan HCOB (Hamburg Commercial Bank) y S&P Global, el sector manufacturero de España registró en julio la mayor caída de nuevos pedidos en lo que va de año. Este indicador adelantado muestra una contracción de la demanda por cuarto mes consecutivo.

“Un factor clave en la caída de las ventas en total fue un deterioro más fuerte del mercado exterior. Los nuevos pedidos para exportaciones disminuyeron a un ritmo importante, que también fue el mayor en lo que va de año”, asegura el informe que acompaña a los resultados del sondeo.

La encuesta PMI de julio da continuidad a los avisos sobre la industria que ya se habían visto tanto en la Contabilidad Nacional del INE del segundo trimestre o en los datos de empleo de la EPA (Encuesta de Población Activa) del mismo periodo.

En el desglose del comportamiento del PIB por ramas, el INE reflejó una caída de la actividad del 1,6% en la industria, respecto al primer trimestre del año, por la debilidad de la demanda exterior y que fue solo más profunda en la agricultura por la sequía. En cambio, construcción y servicios crecieron.

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